El BOPREAL, el instrumento ideado por el Banco Central para resolver una de las cuestiones más sensibles de la entidad, la deuda de los importadores, sigue sin generar interés entre las empresas. En la segunda licitación del bono para el sector, la autoridad monetaria adjudicó ofertas por apenas USD 57 millones, con un monto total de licitación de USD 750 millones. Así lo confirmó la autoridad monetaria en un comunicado, en el que ratificó que se mantendrá el calendario previsto de operaciones hasta fin de enero para colocar la Serie 1 del bono por hasta USD 5.000 millones y que en febrero se avanzará con las Series 2 y 3.
La cifra adjudicada es incluso más baja que la adjudicada en el debut del BOPREAL la semana pasada, cuando el Central colocó USD 68 millones, también un monto muy por debajo de las expectativas. En ese momento, desde la entidad y también desde el sector importador, se adjudicó el pobre desempeño a la falta de claridad de la propuesta dada la rapidez con que se implementó y el solapamiento con la inscripción en el padrón de importadores creado. En ese registro, hasta el viernes pasado, se había anotado unas 1.000 compañías.
Por eso, el Banco Central publicó el martes lo que denominó una “Guía para importadores: cómo suscribir los BOPREAL”, con toda la información necesaria para que las empresas que tengan deudas con proveedores del exterior anteriores al 12/12/23 puedan participar de las licitaciones de los Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre”
Desde el mercado, en tanto, la mirada es diferente. Consideran que el bono “tiene problemas de diseño” que lo vuelven poco atractivo. Plazos largos y bajo rendimiento, con una cotización probable en el mercado secundario por debajo de la paridad que esperaba el equipo económico, en torno a 80 por ciento. Si bien algunos analistas privados coincidieron con esa estimación, otras proyecciones de valuación ubicaban el precio del título en entre 55% y 60% de paridad.
Lo concreto es que los bonos aún no se liquidaron por lo que no tienen todavía una cotización en el mercado, lo que podría funcionar como incentivo (o todo lo contrario) a suscribirlo en las siguientes licitaciones.
En cualquier caso, uno de los principales factores que atentó contra el interés en el BOPREAL es, por un lado, la brecha estable que hace más atractivo canalizar los pesos a través del dólar contado con liquidación. Por el otro lado, el ajuste anunciado del tipo de cambio oficial de apenas 2% mensual, es decir, por debajo de la inflación y también de la tasa de interés, hace más rentable para los importadores mantenerse en pesos y apostar a la tasa. Lo paradójico de ese resultado es que se da, en cierta medida, porque el mercado cree en el plan del ministro de Economía, Luis Caputo.
Sin embargo, a partir de la próxima semana, el escenario podría cambiar. Tras tocar mínimos de 20% o incluso por debajo, la brecha cambiaria volvió a ampliarse en las últimas tres ruedas y se ubica en torno a 30 por ciento. La expectativa es que en la medida que avance el mes de enero, se sostenga esa diferencia o incluso se amplíe.
En cualquier caso, el economista Leandro Mora Alfonsín explicó los posibles motivos por el cual a los importadores no les atrae el bono: el tipo de cambio al que accedería un importador para pago a su proveedor vendiendo BOPREAL en el secundario es de $1300 a casi $1400 por dólar, según estimaciones mientras que el CCL está en $1000. “Si bien BOPREAL permite hacer CCL sin perder acceso transitorio al MULC según su guía para importadores, no se ha modificado la norma penal cambiaria que debería acompañar esto aún”, explicó. El economista se refirió a la regulación cruzada que impide a las empresas que importan con acceso al mercado oficial operar a su vez en el segmento del dólar financiero, norma que mantiene acotada la presión sobre ese mercado.
“Como solución a la deuda de importación acumulada (es la única solución que hay pues no hay dólares), resulta cara por un lado y complicada para poder girar lo que le debés al proveedor. Por eso a la fecha prima un “wait and see” (esperar y ver)”. Sin embargo, aseguró que la herramienta probablemente sea utilizada y termine funcionado ya que las licitaciones se extienden hasta fin de mes.