La nueva ley fiscal impositiva 2024 de la provincia de Buenos Aires, que promovió el gobernador Axel Kicillof y fue aprobada en la Legislatura la semana pasada, entró en vigencia esta mañana tras ser publicada en el Boletín Oficial. La norma contempla un aumento de los tributos sobre bienes inmobiliarios, urbanos edificados y tierra rural con variaciones que van desde el 140% al 200%, según la tasación patrimonial.
El ministro de Economía bonaerense, Pablo López, sostuvo que “en 4 años no aumentamos impuestos y seguimos en esa línea. Los últimos montos se fijaron en diciembre de 2022, de ahí la inflación a hoy acumulará más del 210%. Para cuando se empiecen a pagar estos impuestos en febrero/marzo de 2024, los privados estiman una inflación acumulada desde enero de 2023 de más de 300 por ciento”.
La normativa que entró en vigencia esta mañana contempla que los inmuebles cuya base imponible correspondiente al año 2024 sea de hasta $5.054.912 inclusive, tendrán una suba del 140 por ciento. Mientras que para los inmuebles cuya base imponible se ubique dentro de un rango de $5.054.913 y $9.310.820 inclusive, el aumento alcanzará el 180 por ciento.
Respecto a las propiedades que se encuentran entre los $9.310.820 y los $17.384.452 inclusive, sufrirán un incremento del 190 por ciento, en tanto que los inmuebles que van desde $17.384.452 hasta $121.800.000 inclusive, sufrirán un aumento del 200 por ciento.
Con respecto a los inmuebles pertenecientes a la Planta Urbana Edificada cuya valuación fiscal no supera los $273.600, el artículo 52 de la Ley Nº 13.850 prevé un crédito fiscal anual materializado en forma de descuento del 100% del tributo para este año.
El impuesto Inmobiliario de la Planta Rural, por su parte, afrontará subas del 140% cuando se trate de inmuebles cuya base imponible correspondiente al año 2024, de la tierra libre de mejoras sea de hasta $3.544.400 inclusive. En tanto que cuando se trate de inmuebles que superen los $3.544.400 y hasta los $8.127.288 inclusive, será del 180 por ciento.
En el caso de inmuebles cuya base imponible supere los $8.127.288 y vaya hasta $19.986.324 inclusive, la suba alcanzará el 190%, mientras que cuando la propiedad esté por encima de los $19.986.324 y vaya hasta $198.940.000 inclusive, el alza será del 200 por ciento.
Si bien la nueva ley impositiva tuvo la aprobación de la Legislatura, no faltaron las voces de la oposición que denunciaron un “impuestazo” por parte de la gestión Kicillof. Del debate también formó parte un pedido de endeudamiento por una suma nominada en dólares de cerca de USD 1.800 millones.
“Más allá de los aumentos, que no lo son en términos reales, los valores absolutos en el Urbano son: para el 31,6% de las partidas el impuesto anual no supera los $5.000, es decir, cuotas de menos de $1.000. Para el 49,1% de las partidas no superará los $10.000 anuales, es decir, cuotas de menos de $2.000. Y solo un 15% tendrá que pagar un valor anual mayor a $50.000″, detalló la semana pasada el ministro López en un mensaje en sus redes sociales que fue replicado por el gobernador y buena parte de su Gabinete.
En su argumentación en defensa de la ley fiscal impositiva, el funcionario encargado de administrar las finanzas provinciales también hizo hincapié en que en la Provincia vive el 44% “de las personas más vulnerables del país”, y que Buenos Aires es “la provincia más perjudicada por un sistema de coparticipación federal de impuestos que es a todas luces inconstitucional y que le impide contar con los recursos que necesita”.
En la gestión de Kicillof repiten que Buenos Aires aporta el 37% de los recursos nacionales y recibe el 22%. Por eso, cuando entra en discusión el tema del recorte de las transferencias discrecionales de la Nación hacia las provincias, la administración bonaerense suele destacar este diferencial negativo.