Finalmente, como había adelantado Infobae, el ingeniero Carlos Alberto Casares fue designado en el cargo de interventor del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), un puesto clave para avanzar en los aumentos de tarifas, cuyo último aumento fue a principio de año, y la quita de subsidios que se definirá en la audiencia pública del próximo 8 de enero. Las empresas del sector piden una recomposición mínima de 350% para las boletas a partir de febrero. El Gobierno ya declaró la emergencia energética para poder adecuar los cuadros tarifarios y en el proyecto de Ley Ómnibus que envió al Congreso busca la unificación de los entes reguladores.
La designación de Casares se oficializó a través de la Resolución 5/2023 publicada esta mañana en el Boletín Oficial que lleva la firma del secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo. El ingeniero químico egresado del Instituto Tecnológico Buenos Aires (ITBA) y especialista en gas había estado en el directorio del Enargas entre 2017 y 2020. En tanto, en 2019 ocupó el cargo de subsecretario de Hidrocarburos.
En el sector privado fue consultor en temas relacionados a la energía, trabajó en la gerencia de operaciones de la empresa Gas del Estado y luego en Tecpetrol, en la dirección comercial. En los últimos meses trabajó con Chirillo para conformar el equipo y los lineamientos de su competencia para el Gobierno de La Libertad Avanza.
Según consta en la resolución, su tarea debe dirigirse en principio a evaluar e informar sobre el cumplimiento de las obligaciones, competencias y objetivos. En concreto, el nuevo interventor del Enargas deberá “avanzar con la determinación de una tarifa transitoria, mientras se ejecuta un proceso de revisión tarifaria para determinar -conforme al Artículo 42 de la Ley N° 24.076- una tarifa del servicio público de transporte y distribución que sea justa y razonable, tal como lo establece la citada ley, así como también del precio del gas en el punto de ingreso al sistema de transporte (Pist)”.
La designación de Casares es clave para que el ministro de Economía, Luis Caputo, avance en los aumentos de tarifas de energía y la quita de subsidios previstos para el inicio del 2024. Para eso, el Enargas había convocado para el próximo 8 de enero a una audiencia pública para definir incrementos en las boletas de gas y con la novedad de que se buscará aplicar un índice de actualización mensual para evitar que se agrande el retraso en términos reales de los últimos años.
En ese sentido, las empresas de distribución de gas, es decir aquellas que llevan el fluido a los hogares y los comercios, plantearon la semana pasada en una reunión con Energía que necesitarán una recomposición desde febrero de al menos 350% en el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba) y cifras incluso mayores en el interior del país. El último incremento había tenido lugar a principios de año y el Gobierno anterior decidió no continuar con el sendero de incrementos previsto con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La semana pasada había sido designado Darío Oscar Arrué en el cargo de Interventor del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (Enre). Resta que Arrué convoque a audiencia pública para avanzar en los futuros aumentos. De todos modos, en el proyecto de ley que envió esta semana el Gobierno al Congreso plantea una unificación de los entes reguladores en uno solo.
Por otro lado, en la última semana hubo pistas sobre cuál será el nuevo esquema de subsidios que quiere aplicar Chirillo plasmado en el decreto de necesidad y urgencia (DNU) que presentó el presidente Javier Milei y en el que el secretario de Energía tuvo una participación crucial. La norma que entra en vigencia este sábado plantea que la dependencia puede puede “redeterminar la estructura de subsidios vigentes” a la luz y el gas.
“Dicho beneficio deberá considerar principalmente un porcentaje de los ingresos del grupo conviviente, en forma individual o conjunta para la energía eléctrica y el gas natural, a ser establecido por la reglamentación”, reza el texto del DNU. Esto es un cambio importante respecto al esquema actual de “segmentación” en el que se establece la asistencia a partir de un tope de ingresos de los hogares en tres niveles: N1 con ingresos superiores a 3,5 Canastas Básicas Totales (CBT) del Indec pagan tarifa plena, N2 quienes se encuentran por debajo del umbral de pobreza y N3 con ingresos de hasta 3,5 (CBT).
En definitiva, los subsidios se focalizarán en los sectores de menores ingresos con un tope de consumo subsidiado por mes, que dependerá de la capacidad de pago, mientras que por el excedente pagarán tarifa plena. Los subsidios serán destinados solo a una parte de la demanda y no a la oferta de generación. Otro punto importante del nuevo esquema será la recalibración de los contratos con las empresas del sector para que menores costos se reflejan en tarifas más bajas.
La situación de atraso tarifario fue expuesta en números en un informe reciente del Observatorio de Tarifas y Subsidios IIEP, que depende de la Universidad de Buenos Aires (UBA), “en diciembre los usuarios residenciales de energía eléctrica y gas natural pagan en promedio el 33% del costo de abastecimiento mientras el restante 67% lo abona el Estado nacional”.
“Debido a que el 80% del costo eléctrico y el 100% del costo de gas están dolarizados, estas proporciones pueden cambiar sensiblemente a partir del salto del tipo de cambio de $400 a $800 pesos por dólar. En ausencia de nuevos incrementos en el precio estacional, es posible que la cobertura de costos se reduzca significativamente”, planteó ese informe.
En una entrevista televisiva, Caputo comentó que del ajuste de 0,7 puntos del PBI en subsidios que plantea su hoja de ruta para 2024, en pos de llegar al superávit fiscal primario, 0,5 puntos son de energía y 0,2 puntos corresponden a transporte, tarifa que también sufrirá aumentos. Ese paquete representa un cuarto del ajuste de 2,9 puntos del PBI que quieren realizar el año que viene. “Lo vamos a corregir a razón de un tercio por año, son cerca de 2 puntos del PBI”, explicó el ministro.