El Gobierno informó que el boleto mínimo de colectivos para la zona del Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba) pasará a costar desde enero 76,92 pesos, luego de la afectación de servicios que se registraron en las últimas semanas. Así se decidió tras de la reunión que mantuvieron las autoridades del Ministerio de Infraestructura y la Secretaría de Transporte con los representantes de las principales cámaras que nuclean a las empresas del sector. La tarifa social canalizada por medio de la tarjeta SUBE continuará vigente.
Por otro lado, se definió la convocatoria a una audiencia pública para la primera quincena del mes que viene. Allí se buscará establecer una tarifa en el Amba equivalente a la misma que está vigente en el interior del país. La intención es que se aplique a partir de febrero del año que viene. La iniciativa es parte del recorte en subsidios que espera llevar adelante el equipo económico para cumplir con su objetivo de ajuste fiscal.
Según pudo saber Infobae, el ministro Guillermo Ferraro reconoció el desajuste de los costos y que hay que recalcularlos. Eso implicaría una suba en el precio de los boletos. “Hay que sincerar la situación”, dijo. Para las empresas de jurisdicción nacional la reunión fue muy positiva, en cambio para las provinciales, sobre todo la de Buenos Aires, y las comunales, no parece tan bueno el panorama ya que el ministro bonaerense Jorge D’onofrio dijo que la provincia no puede pagar.
Es así que el boleto mínimo pasará a costar $76,92 desde los $52,93 que regía desde agosto pasado. Desde Transporte detallaron que solo en diciembre el Gobierno nacional transfirió subsidios a las empresas del sector por $51.893 millones. “Esta cifra responde a una matriz de costos y kilómetros recorridos que se fue distorsionando con el transcurso de los años, agravado por políticas equivocadas de congelamiento de precios de insumos fijados por la última administración al mes de agosto del corriente año, y a la falta de adecuación a la realidad de la oferta de equipos rodantes y frecuencias efectivas operadas por el sector en el Amba”, dijeron.
“Esta distorsión genera como efecto que el transporte automotor de pasajeros está prácticamente estatizado, ya que en un 91% está financiado por el Gobierno y solo un 9% de sus ingresos son de fuente genuina o sea lo que pagan los pasajeros usuarios del servicio”, sostuvieron.
El aumento no necesita aprobación previa, ya que está contemplada en una ley, y las autoridades nacionales podrían retomar las subas inmediatamente, aunque solamente alcanzaría para actualizar de manera retroactiva los precios, con la inflación de junio a octubre pasado.
Ante la consulta de Infobae, fuentes empresarias calificaron la reunión como “muy buena”. “Vamos a tener mesas de trabajo para corregir todos los problemas que tengamos en el transporte y se inicia un camino de solución. Seguramente haya novedades respecto a las tarifas, aunque no están definidos los montos y los plazos”, añadieron.
Por otro lado, anticipan que puede haber al menos un alivio en la interrupción parcial del servicio que había llegado en hasta 50 por ciento: “Entendemos que la reducción de servicio que tuvimos va a ser menor porque anticiparán algo de dinero pendiente que nos va a dar algo de aire para resolver lo inmediato. Nos dijeron que habrá medidas más de fondo para el mediano plazo”.
“Encontramos vocación de diálogo. Esto es un problema de números. Se habló de la gran distorsión entre las tarifas del interior y del AMBA, donde el boleto estuvo congelado por mucho tiempo. Las autoridades creen que esa distorsión se tiene que corregir. No se habló aún de cómo, cuándo y cuánto. En relación a la reducción de los servicios, como el 90% de los fondos vienen a través de subsidios estatales, se va a actualizar la matriz de cálculo que está muy desfasada y con algunos anticipos de subsidios podríamos ir resolviendo la situación”, explicaron desde la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (Aaeta).
Del encuentro participaron, además de Ferraro, el secretario de Transporte del ministerio de Infraestructura, Franco Mogetta; Roberto Fernández, Eduardo Sicaro y Jorge Aldo Kierner, de la Unión Tranviarios Automotor (UTA); Luis Brusca Ferreira, de la Cámara de Empresarios Unidos del Transporte Urbano de Pasajeros de Buenos Aires (Ceutupba); Roberto Rodríguez y Damián Andrieu, de la Cámara del Transporte de la Provincia de Buenos Aires (Ctpba); Mario Vacca y Daniel De Ingeniis, de la Cámara Empresaria del Transporte Urbano de Buenos Aires (Cetuba); José Troilo y Nelson Constanzó, de la Cámara Empresaria de Autotransporte de Pasajeros (Ceap); y Luciano Fusaro, Oscar Álvarez y Mauro Coglionese, de Aaeta.
Precio sin subsidio
Días atrás, Infobae destacó el cálculo que hicieron desde Aaeta que indicó que en enero próximo, sin la subvención estatal, el precio del boleto podría llegar a 1.000 pesos.
“Hacemos esta cuenta: hoy el boleto promedio es de $40 (considerando descuentos para jubilados, estudiantes y demás) + $360 de subsidios, lo que da un total $400. Pero si sumamos el atraso por inflación, que viene desde agosto, deberíamos hoy mismo tener un valor total de $800 (tarifa más subsidios), que en enero puede llegar a ser de $1.000, debido a la inflación que estamos teniendo en diciembre”, explicaron desde la asociación.
Hoy las empresas del sector reciben un subsidio equivalente al 90% del precio del boleto, pero según los empresarios, ese porcentaje bajaría a 60% a partir de enero, según les prometió el Gobierno. Es algo de lo que también habló días atrás el ministro Luis Caputo, pero sin dar porcentajes. Cuando presentó su paquete de medidas de reducción de déficit, el ministro habló de que habrá “reducción de subsidios a la energía y al transporte”.
“El Estado sostiene artificialmente precios bajísimos en tarifas energéticas y en transporte a través de subsidios”, afirmó y agregó: “La política siempre lo ha hecho, porque de esa forma engañan a la gente haciéndoles creer que les ponen plata en el bolsillo pero como todos los argentinos ya se habrán dado cuenta estos subsidios no son gratis sino que se pagan con inflación”.