Sin crédito puente ni swap chino, el Gobierno usará dólares propios para pagar la deuda con los bonistas en enero

Tras la devaluación, el Banco Central acumuló reservas por USD 1.300 millones. Si mantiene el ritmo de compra de divisas, le alcanzaría con lo justo para cubrir el pago a los acreedores

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En medio del festejo por Navidad, el ministro de Economía, Luis Caputo, tomó su celular el 25 de diciembre a última hora y se aprestó a responder algunas inquietudes de la comunidad de la red social X. Entre ellas, negó una supuesta negociación con el Fondo Monetario para recibir fondos frescos durante el verano pero confirmó -previsiblemente- el pago de los bonos reestructurados por su antecesor en el cargo, Martín Guzmán, que enfrentan un vencimiento por USD 1.600 millones el próximo 9 de enero.

Tras haber recurrido a la Corporación Andina de Fomento (CAF) para solicitar un préstamo puente para afrontar un pago por USD 960 millones con el FMI la semana pasada, surgió en el mercado la pregunta de rigor respecto al origen de los recursos para cumplir con los acreedores extranjeros.

La respuesta es más sencilla de lo que se podría especular aunque hará retroceder al Banco Central unos cuantos casilleros en términos de acumulación de divisas. Es que, a diferencia de la estrategia que aplicó el ex ministro-candidato Sergio Massa en julio, cuando también tuvo que enfrentar un vencimiento con los bonistas por USD 900 millones, el Gobierno recurrirá ahora a los dólares adquiridos en el mercado tras la devaluación del 14 de diciembre.

Desde ese momento, la autoridad monetaria compró USD 2.127 millones, lo que arroja un promedio diario de USD 236 millones y permitió un incremento de las reservas totales levemente por encima de los USD 1.300 millones. De mantener ese ritmo de compras, para la fecha del pago, es decir, en las 8 ruedas que quedan hasta el martes 9, podría hacerse de unos USD 1.800 adicionales, con lo cual alcanzaría a cubrir el vencimiento. La contracara, o la mitad vacía del vaso, es que las reservas volverán prácticamente al mismo nivel del inicio de la gestión del presidente Milei, hace menos de tres semanas.

Incluso, para que eso ocurra, la demanda de divisas por parte de los importadores debería mantenerse acotada como hasta el momento, lo cual podría cambiar a partir de hoy dada la entrada en vigencia del nuevo régimen para acceder al mercado oficial publicado ayer en el Boletín Oficial. También el nivel de liquidación de importaciones debería sostenerse, un frente en el que no se avizoran mayores dificultades.

La decisión de Caputo respecto a la utilización de las reservas “propias” para hacer frente a las obligaciones contrasta con la decisión de Massa a mediados de año, que recurrió a parte del primer tramo del swap con China -en ese momento disponible por USD 5.000 millones- para pagar USD 900 millones a los acreedores. Meses más tarde, en plena campaña presidencial, el gobierno de Alberto Fernández anunció la activación del segundo tramo del swap, por unos USD 6.500 millones. Sin embargo, a pesar de los faltantes de insumos y el desabastecimiento en algunos rubros esenciales, los yuanes prácticamente no se usaron para el pago de importaciones.

El dato hizo que el mercado especulara con la posibilidad de que, a pesar del anuncio realizado por el propio Fernández desde China, en realidad la ampliación del acuerdo de canje de monedas no estaba verdaderamente disponible, lo que fue confirmado en su momento por fuentes oficiales en estricto off the record. Al mismo tiempo, creció la presunción en el mercado que tal vez Massa buscaba preservar esos recursos para pagarle al FMI y a los bonistas si ganaba las elecciones. Pero lo cierto es que, según fuentes oficiales del actual equipo económico, el swap no está disponible aún para ningún destino. Eso puede cambiar en los próximos días, tras la veloz aceptación del nuevo embajador de la Argentina por parte de China lo que se interpreta como un gesto de buena voluntad tras el guiño del Gobierno que incluyó en el temario de leyes a debatir en sesiones extraordinarias del Congreso la validación del convenio firmado con el gigante asiático en 2018 para evitar la doble imposición tributaria. Pero difícilmente llegue a tiempo para la próxima semana, cuando se deben iniciar los procesos de pago y, después de todo, el dinero, sean en dólares o yuanes, es fungible.

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