La industria farmacéutica argentina genera una facturación cercana a los $200 mil millones al mes, pero más del 80% de los medicamentos que vende tienen insumos provenientes del exterior. Así lo sostiene un informe publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), donde se refleja la baja participación local en la producción de drogas para remedios.
De acuerdo al estudio, de cada $100 que venden las farmacéuticas dentro del país, sólo $16,6 son obtenidos con medicamentos 100% argentinos. El resto, o son remedios traídos directamente desde el exterior, o están fabricados con drogas que llegan desde afuera del país.
De acuerdo a las estadísticas del Indec, el país de mayor participación en la producción de “droga madre”, tanto de insumos como de productos farmacológicos vendidos en nuestro país, es la India. De esa nación proviene el 17,2% de los medicamentos que se comercializan en Argentina. Es decir que India participa más en el mercado local que las propias farmacéuticas que operan en el país.
También hay una importante participación en el mercado farmacéutico argentino de las drogas provenientes de Alemania (10,5% del total), China (9%) y Estados Unidos (7,8%).
Es importante aclarar que esto no siempre fue así. Si bien Argentina ha sido siempre un país importador de drogas para medicamentos, hace una década tenía una participación mayor en su propio mercado. Según los datos publicados por el Indec, en 2013 importaba el 71,4% de los medicamentos; por lo que al menos el 28,6% se producía dentro del país.
¿Qué implica esto? Más allá de lo estadístico, el hecho de que la mayoría de los insumos de la industria farmacéutica provenga del exterior, hace que el precio de los medicamentos tenga un alto componente dolarizado y suba de forma significativa cada vez que el dólar se dispara. Sin ir más lejos, en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de noviembre el ítem de mayor aumento fue el de “salud”, con una suba del 15,9% y dentro de ese sector, se destacó el incremento de los “productos medicinales, artefactos y equipos para la salud”, que se encarecieron 21%.
Todo esto se dio en un contexto de incertidumbre, en el que subieron los dólares financieros y el paralelo, pero el oficial, del que realmente dependen los importadores, se mantuvo estable. Según los especialistas, tras la devaluación de diciembre se verán incrementos muy marcados en todos los rubros, en especial de los importados, y los medicamentos no serían la excepción.
Caída de ventas
Durante el tercer trimestre del año, la industria farmacéutica argentina facturó un total de $578.481 millones, lo que implicó una mejora interanual nominal de 136,4%. Si bien el crecimiento en pesos fue marcado, no alcanzó a contrarrestar el efecto negativo de la inflación, que avanzó 138,3% en ese período. Eso significa que el sector en realidad registró una caída real de sus ventas.
De acuerdo con el Indec, la facturación al mercado interno fue de $540.723 millones entre julio y septiembre de este año, con lo que se alcanzó un aumento nominal del 134,9% en relación al mismo período del año pasado, es decir 3,4 puntos por debajo de la inflación real.
En tanto, las exportaciones permitieron una facturación de $37.758,5 millones para las farmacéuticas locales. En ese caso, las ventas crecieron 160,2% interanual nominal, con lo que superaron a la inflación y demostraron un crecimiento real.
En lo que respecta al tipo de medicamento, en el tercer trimestre de 2023, los de mayor facturación fueron los medicamentos antineoplásicos e inmunomoduladores, con 101.613,9 millones de pesos (17,6% del total facturado); seguidos por los que actúan sobre el aparato digestivo y metabolismo, con 96.482,6 millones de pesos (16,7%); los que actúan sobre el aparato cardiovascular, con 71.596,4 millones de pesos (12,4%); y los que actúan sobre el sistema nervioso, con 68.109,3 millones de pesos (11,8%).