El Gobierno puso en marcha ayer el nuevo sistema para autorizar importaciones (SEDI), que a partir de hoy reemplazará a las SIRA, y creó, en la misma resolución conjunta de AFIP y Secretaría de Comercio, el padrón para que se anoten todas las empresas con deudas comerciales por importaciones. De esa manera, el equipo económico podrá conocer exactamente cuánto se debe y cuáles son efectivamente las compañías afectadas, información con la cual podrá luego tomar algunas decisiones; por ejemplo, flexibilizar algunas condiciones de pago para pequeñas y medianas empresas.
Según la información que manejan en Economía, en base a los registros del Banco Central (BCRA), la deuda total que las empresas mantienen con sus proveedores del exterior asciende a unos USD 31.000 millones -se suma a los USD 20.000 millones habituales-, pero como no hay dólares para que puedan saldarlo a rápidamente, el organismo monetario implementó el llamado Bono para la Reconstrucción de una Argentina Libre (Bopreal), que podrán suscribir los importadores con deuda a partir de este miércoles. Luego podrían venderlos en el mercado secundario, si necesitan pagarle a sus proveedores, o entregarle directamente los títulos como forma de pago.
Pero hay muchas dudas sobre qué capacidad tendrán las pymes de utilizar este instrumento. Además, todavía se desconoce a qué valor cotizará el bono y, por ende, cuánto será la pérdida que tendrán que afrontar las empresas. En el caso de una firma mediana o grande, tienen mayor espalda para solventarlo, pero no así una pyme. “Para las pymes, es un léxico que desconocen. No están acostumbradas a operar en el mercado financiero. Es muy complejo para que una pyme pueda administrarlo”, dijeron fuentes del sector importador.
De acuerdo con datos de la UIA, que recaban del propio BCRA, la deuda por importaciones en manos de las pymes rondaría los USD 3.000 millones
Desde la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), apoyaron el lanzamiento del SEDI y se mostraron esperanzados en que el nuevo sistema facilite la operatoria de las pymes importadoras de insumos, pero al mismo tiempo le reclamaron al Gobierno poder saldar las deudas lo antes posible. “Los bonos Bopreal para el pago de las obligaciones son un gran paso. Le solicitaremos al Gobierno que las pymes puedan usarlos para abonar lo más pronto posible los compromisos vencidos. Las deudas de las pequeñas y medianas empresas afectan sensiblemente a la relación con los proveedores”, enfatizó el presidente de CAME, Alfredo González.
En diálogo con este medio, el empresario agregó que la propuesta que le hicieron al Gobierno es que los bonos para las pymes puedan ser a un plazo mucho más cercano del que informó el BCRA -la serie 1 del Bopreal amortizará en octubre de 2027, tendrá una TNA de 5% semestral y será el único que cotizará en el mercado secundario-, de 90 días a 120 días. “Porque la realidad de las deudas viejas es que no nos venden si no mostramos que le queremos pagar”, enfatizó el empresario.
Dentro de las opciones que venía barajando el Gobierno desde que se hizo cargo de la gestión, figuraba la posibilidad de abordar de forma diferente la deuda de las pymes, muchas de las cuales ya no tienen margen para negociar con sus proveedores y, si no les pagan, no pueden seguir recibiendo insumos y operando. Pero por ahora no habrá otra alternativa que el Bopreal, afirmaron fuentes oficiales. “Más adelante, en función de las reservas, puede haber algún monto chico de acceso inmediato a los dólares, pero por ahora no”, dijeron en Comercio.
Desde el BCRA, en tanto, agregaron que “hoy la opción es el Bopreal con vencimiento en 2027″ y que “las otras alternativas se evaluarán una vez que se disponga del registro y se sepa de cuánta deuda se trata”. El padrón estará abierto durante los próximos quince días corridos desde este martes. De acuerdo con datos de la UIA, que recaban del propio BCRA, la deuda en manos de las pymes rondaría los USD 3.000 millones. “Si las pymes no entran al Bopreal, al Gobierno no le va a quedar otra alternativa que tomar una decisión”, dijeron las fuentes del sector importador.
En el equipo económico creen que el bono tendrá una cotización que oscilará entre el 80% y el 90% de la paridad y que si es así y, además, el empresario se ahorra el impuesto PAIS, del 17,5%, “será un muy buen negocio”, dijo un funcionario. Pero eso se verá sobre la marcha. Por lo pronto, uno de los pedidos de varios empresarios importadores, al ser consultados sobre qué debería tener el bono para ser atractivo, fue que se pueda acceder al CCL por un porcentaje bajo. Pero por ahora el BCRA no accederá a este reclamo. “La idea de este instrumento (del bono) es restarle presión al CCL, no aumentarla. Pero la brecha es tan chica en términos históricos que varios están pidiendo tener algún acceso a ese mercado”, dijeron en el organismo que conduce Santiago Bausili, al tiempo que agregaron que por el momento no se habilitará esta opción.
Respecto del nuevo sistema para habilitar las nuevas importaciones (SEDI), a partir de hoy todos aquellos operadores que deseen comprar mercadería en el exterior podrán hacerlo sin restricciones. La resolución publicada ayer en el Boletín Oficial da por terminadas las licencias de importación y establece que sólo se mantendrán los controles de normas técnicas y de la Capacidad Económica Financiera (CEF) antes de darle estado de “salida” a una importación. El trámite deberá estar resuelto en no más de 30 días. De lo contrario, quedará aprobado de hecho, dice la norma. La SEDI tendrá una validez de 360 días corridos.
En cuanto a los pagos de las nuevas importaciones (las realizadas desde el 13 de diciembre), en la mayoría de los bienes opera la cancelación en cuatro partes iguales y consecutivas (25% cada una) a los 30, 60, 90 y 120 días.