Pasó una semana intensa en materia financiera, con dos eventos centrales en este primer tramo del gobierno de Javier Milei. Por un lado el decreto de necesidad y urgencia firmado por el Presidente para desregular más de 300 actividades, que sirvió para marcar la agenda, aunque le espera un difícil tratamiento legislativo. Y por otro, la primera colocación de bonos del Tesoro, que abundó de ofertas y permitió cubrir con creces las expectativas de financiamiento, originalmente en los 2 billones de pesos, pero que convalidó una tasa muy baja de 8,66% mensual que dejó interrogantes sobre las posibilidades que tendrá el Gobierno de evitar que los pesos excedentes se vuelquen a liquidez en el sistema financiero.
Por ahora el balance es positivo para la nueva administración. El dólar libre y las paridades bursátiles quedaron debajo del umbral de los 1.000 pesos –marca ya superada en octubre– y la brecha cambiaria se mantuvo próxima al 20%, en mínimos en cuatro años. Tampoco hubo una salida de posiciones en bonos y acciones a pesar de las históricas ganancias acumuladas a lo largo de 2023, otra señal de la expectativa cautelosa pero favorable que sostienen los inversores sobre el futuro de la economía.
Sobresalió la intensa iniciativa compradora del Banco Central en el mercado de cambios, imprescindible en un cierre de años con reservas netas negativas por unos USD 10.000 millones en las arcas de la entidad.
En la semana la entidad absorbió unos USD 1.168 millones. Asimismo, el BCRA totalizó compras por USD 1.930 millones en el mercado de cambios en diez rondas de negocios consecutivas con saldo a favor por su intervención cambiaria, desde el lunes 11 de diciembre, a la vez que consiguió contabilizar un saldo positivo en lo que va de diciembre de USD 1.125 millones de dólares.
En cuanto a las reservas internacionales del Banco Central, el stock bruto cerró en USD 22.579 millones, con una mejora de USD 1.147 millones en la semana. Desde que Milei llegó al Gobierno –con Santiago Bausili como presidente del BCRA– el alza de estos activos alcanzó los 1.333 millones de dólares. No obstante, en el transcurso de 2023 los activos internacionales arrastran una baja de 22.019 millones o 49,4 por ciento.
El dólar “blue”, a $995 para la venta, concluyó la semana con un ascenso de 25 pesos o un 2,6 por ciento. Con un dólar mayorista que ganó 3,65 pesos o un 0,5% en cinco días, a 804,75 pesos, la brecha cambiaria se asentó en el 23,6 por ciento.
En la Bolsa de Comercio de Buenos Aires el índice S&P Merval ganó un 2,5% en pesos, en los 948.473 puntos, mientras que el beneficio medido en dólares, según la paridad del “contado con liquidación” fue de 7,6%, acorde a la evolución positiva de los ADR argentinos en las bolsas de Nueva York. El Merval en dólares finalizó en los 1.000 puntos, por encima de los 980 puntos del 9 de agosto de 2019, previa a la debacle accionaria de las PASO de aquel año.
Los bonos soberanos también subieron y las emisiones en dólares promediaron una ganancia semanal de 0,5 por ciento. Los bonos del canje de menor duration acumulan en diciembre un alza del 25%, como en el caso de los Bonares 2029 y 2030 (A29 y AL30) y el Global 2029 (GD29). En tanto, el riesgo país de JP Morgan quedó en los 1.864 puntos básicos para Argentina.
Juan Cruz Lekovic, CFA y Fund Manager de Schroders Argentina, señaló que “el principal desafío que enfrenta el equipo económico de Milei es que Argentina hace más de doce años que no logra crecer. Cuando uno mira la trayectoria de lo que es el PBI per capita de Argentina en los últimos doce años ha ido con una tendencia a la baja. Y esto se debe a que durante todo ese período Argentina ha transitado un camino de acumular diversos desequilibrios. Además, la inflación interanual podría terminar el 2023 en alrededor del 200%, teniendo todavía un ajuste de precios relativos pendiente”.
“Hay una causa común para los desequilibrios y es el déficit fiscal crónico de Argentina, sin financiamiento por parte del sector privado. Dado esto y a partir del discurso de asunción de Milei y todo lo que venía diciendo previo a las elecciones es que entendemos que el diagnóstico que el equipo económico tiene respecto del problema más urgente a solucionar es el correcto, el intentar ir a un balance financiero del 0% lo más pronto posible”, agregó Lekovic.
Aldo Abram, director Ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, subrayó que “hay que dar señales contundentes, el Gobierno anterior nos dejó en proceso de un estado hiperinflacionario ¿Cuándo tuvimos niveles de inflación o valores de dólar paralelo similares al presente? Hay que ir a después de la hiperinflación 1989-1990. Claramente estamos ante un precipicio: si no dábamos pronto nos vamos a caer”.
“Con el reciente Decreto de Necesidad y Urgencia, el presidente comienza a corregir las enormes distorsiones introducidas hace años por estas políticas populistas. Ha propuesto una gran cantidad de desregulaciones que permitirán que el mercado restablezca los desequilibrios que hoy lo atrofian. La dirección de estás medidas basadas en la libertad son correctas. El país debe liberarse de ataduras y reconstruir su economía para salir con energía a competir con el mundo, reestructurando con firmeza el peso del Estado, para poder reducir la presión fiscal. Basta de trabas y controles que mantienen paralizadas enormes oportunidades de inversión y desarrollo”, expresó la Bolsa de Comercio de Córdoba a través de un comunicado.