Las consultoras elevaron sus proyecciones de inflación para diciembre, a la zona del 30% mensual, tras el impacto que tuvo la devaluación y el paquete de medidas anunciado la semana pasada por el ministro de Economía, Luis Caputo. De cumplirse, será una nueva marca récord en casi 33 años. También anticipan un verano “caliente” en materia de precios, algo en lo que coinciden los empresarios y los miembros del equipo económico del Gobierno. Ese proceso tendrá un efecto negativo en el consumo y, por tanto, en la actividad económica.
El Indec informó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente a noviembre había arrojado un 12,8% mensual, 148,2% acumulada en 2023 y 160,9% durante el último año. Ese fue el valor más alto desde febrero de 1991, cuando había marcado un 27% mensual. Según los últimos pronósticos privados, diciembre quedará por encima de ese porcentaje y por debajo del 95,5% que se había registrado en marzo de 1990 durante la hiperinflación del comienzo de la gestión de Carlos Ménem y finales de Raúl Alfonsín.
En ese sentido, la consultora Analytica sostuvo en su último informe que este mes habrá una importante aceleración en el nivel de precios por la devaluación del 54% y el aumento del impuesto PAIS para importaciones. “Estimamos un importante traslado a precios de la cotización del dólar oficial, llevando la inflación en torno al 28,6 por ciento”, estimaron.
Por otro lado, Analytica realizó un repaso de los aumentos que se registraron en lo que fue la primera semana de Javier Milei como presidente en funciones. “El precio de los combustibles se incrementó 78% en el mes, lo que implica un impacto directo en el IPC del 4 por ciento. Los efectos de segunda vuelta son también significativos. En nuestro relevamiento diario observamos que, hasta el 13 de diciembre, precios claves como la harina aumentaron 10%; enlatados y tetrabriks, 50%; yerba, 12%; y carne de cerdo, 27 por ciento”, apuntó la consultora que preside el economista Ricardo Delgado.
En la misma línea, la firma ABECEB que dirige el ex ministro de Producción Dante Sica proyectó un 31,2% para diciembre. Eco Go, de Marina dal Poggetto, proyectó 28,2% y Ecolatina 25 por ciento.
La consultora Econviews estimó que la tasa de inflación será del 25% para diciembre y enero, en vistas de la importante corrección de precios regulados que impulsa el Gobierno. “Salud, comunicaciones, transporte, educación y combustibles están bajo la lupa. A partir de noviembre, se han registrado incrementos en algunos precios regulados, pero el rezago en comparación con el índice general no ha desaparecido. Esto sugiere que en los próximos meses se llevarán a cabo ajustes inevitables que tendrán un impacto significativo en el IPC. En particular, el precio de la nafta ha experimentado dos aumentos del 30% y 40% al comienzo de diciembre. Dado el peso de los combustibles en el índice y los efectos de segunda ronda, se espera que tengan una gran incidencia en la inflación presente y futura”, detallaron.
La consultora del ex ministro de Finanzas, Miguel Kiguel, espera un “verano caliente” para los precios de la mano de los incrementos en tarifas de energía y los efectos de segunda ronda que puede tener la devaluación. “Desde febrero a mayo las tasas se mantendrán a dos dígitos, aunque más bajas en el escenario bueno que creemos probable. Acá juegan un rol importante el enfriamiento de la actividad económica junto a un esquema de devaluación más lento”, sostuvo Econviews.
Otra coincidencia entre analistas, empresarios y funcionarios es que el efecto del salto inflacionario se verá en los próximos meses con una profundización en la caída del consumo y, en consecuencia, un enfriamiento de la actividad económica. Este fenómeno comenzó a notarse más tras la devaluación de agosto, aunque sí se sostuvieron las compras de bienes de consumo básico ya que adelantar compras funciona como un mecanismo de cobertura del poder adquisitivo.
Por caso, la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) registró que el consumo de bienes y servicios cayó en noviembre 6,9% mensual, la quinta baja consecutiva. “Con la inflación acelerándose, la desaparición de los últimos bonos vigentes y la falta de oferta de créditos, noviembre estuvo marcado por una gran contracción en el poder de compra de los consumidores. En paralelo, la efectividad de los reintegros del IVA siguió sin tener el impacto previsto. En un contexto donde la inflación sigue previéndose alta, y luego de un resultado electoral adverso para el oficialismo que reorienta la política económica, la expectativa es que el poder adquisitivo continúe en caída. El aumento tarifario y posible traslado a precios de la devaluación serán factores claves para el consumo en los próximos meses”, advirtió la entidad.
En el informe de la CAC se hace hincapié en que el desempeño de la economía argentina y el consumo presentan un comportamiento similar, por lo que las tasas de variación interanual usualmente se incrementan o reducen en la misma línea. Por caso, “el consumo continúa en valores negativos, mientras que, en consonancia, la economía argentina empeoró su desempeño durante septiembre, retomando las interanuales negativas que tuvo en la mayoría de los meses del año”.