De cara a la primera licitación del Tesoro de la gestión del presidente Javier Milei, el gobierno autorizó la emisión de instrumentos de deuda pública por hasta $2 billones para hacer frente a compromisos a corto plazo que se contraídos en 2023 y con vencimiento en 2024.
Asimismo, se incrementó en $1 billón el monto autorizado estipulado en la Ley N° 27.701 de Presupuesto General de la Administración Nacional para operaciones con un plazo mínimo de amortización de 90 días
La medida se dispuso a través del Decreto de Necesidad y Urgencia 56/2023, publicado este lunes en el Boletín Oficial, a través del cual también se aumentó en $4.000 millones el monto autorizado para la colocación de bonos de consolidación décima serie.
En sus considerandos, el decreto sostiene que “durante diciembre se procederán a realizar emisiones” con vencimientos “en el siguiente Ejercicio Fiscal”.
Y explica que “resulta necesario autorizar al órgano responsable de la coordinación de los sistemas de administración financiera a realizar dichas operaciones”.
¿Empieza el desarme de las Leliq?
La norma se enmarca en la licitación pública programada para este miércoles, en la cual se intentará comenzar desarmando la “bomba de Leliq”.
Al respecto, Milei dio indicios este sábado de su plan para hacerlo a través de redes sociales al responder “Coooorrecto” a un posteo del economista Iván Carrino, quien propuso que el Tesoro destine el dinero que recaude en la licitación de bonos del próximo miércoles, a cancelar deuda con el Banco Central.
¿La razón? “Esos pesos deben quedarse en el BCRA, para no ir “a la calle”, explicó Carrino.
Además, Carrino dijo que se trataría de cancelar “Adelantos Transitorios” que la autoridad monetaria le fue dando a lo largo de los años al Tesoro. Es decir, emisión para financiar déficit fiscal. Estos adelantos ascienden a $4,1 billones, según datos de Salvador Vitelli, Head of research e Romano Group.
“Vía licuación por inflación este stock ha caído de manera notable”, dijo Vitelli a través de X.
Tanto Milei como el ministro de Economía Luis Caputo coinciden en que se necesita desarmar las Leliqs para avanzar hacia la quita del cepo y la unificación cambiaria.
Sobre esto último, cabe destacar que con la devaluación que llevó el tipo de cambio oficial a $800, la brecha cambiaria se redujo la semana pasada a poco más del 20%.
“Hay un sobrante de pesos enormes, la ciudadanía no demanda y el Banco Central los tiene que retirar a través de las famosas Leliqs”, aseguró Caputo este domingo.
Y detalló que resolverán el problema con más demanda de pesos generando más confianza, con una reducción de las tasas de interés y con la eliminación del financiamiento del Banco Central al Tesoro (ir hacia déficit 0).
“Esas Leliqs se desarman. Se pueden desarmar de manera gradual y de shock. Y no son excluyentes. Nosotros estamos usando ambas herramientas”, agregó.
Por su parte, Guido Zack, director económico de Fundar, señaló que cree que es un error poner en un plan tan protagónico a las Leliqs. “Si uno implementa un plan efectivo para ir reduciendo la inflación y eso genera una mayor demanda de dinero, las Leliq se desinflan solas. Si se elimina el factor de expansión que es el financiamiento del déficit y las Leliqs tienen tasa de interés real negativa, es decir, una tasa de interés por debajo de la inflación, naturalmente empiezan a desinflarse”, precisó.
Hay que recordar que las semanas previas al cambio de gobierno se registró un fuerte traslado de los bancos de Leliqs (Letras del Banco Central, a 28 días de plazo y con una tasa de interés nominal del 133% anual) a Pases pasivos (a solo 1 día de plazo y, originalmente, una tasa algo inferior, del 126% anual).