Transcurrió la primera semana de la presidencia de Javier Milei con importantes novedades financieras. Como punto central, el histórico salto del tipo de cambio oficial, que se incrementó el miércoles un 118,3% a 800 pesos, obligó a reacomodar todas las variables del mercado.
En este sentido, el Gobierno salió airoso ante esta primera prueba, pues los dólares alternativos prácticamente no se movieron, lo que ayudó a recortar la brecha cambiaria a la zona del 20% por primera vez en cuatro años, mientras que las acciones y los bonos soberanos resistieron en sus cotizaciones más elevadas del año.
El dólar libre terminó ofrecido el viernes a 970 pesos, con una baja de 20 pesos respecto del jueves 8, la última sesión operativa antes del recambio presidencial del domingo 10. Y los dólares bursátiles -MEP y “contado con liquidación” quedaron al filo de los 1.000 pesos, casi sin variantes a lo largo de la semana.
El dólar mayorista, en cambio, más que duplicó su valor tras las medidas del Gobierno anunciadas por el ministro de Economía, Luis Caputo, a 801,10 pesos. De esta forma, la brecha cambiaria se achicó a 21,1%, la más reducida desde el 17 de diciembre de 2019 (17,8%).
“La nueva administración comenzó su mandato aplicando un programa de shock en materia fiscal, cambiaria y de sinceramiento de precios relativos. Las medidas tomadas tendrán un efecto inflacionario para los próximos meses. No es posible esperar otra cosa dada la enorme distorsión existente en precios de energía -tarifas de electricidad, combustibles y reguladas-, así mismo la devaluación de 54% del dólar oficial va a tener un impacto sobre el nivel de precios”, indicaron los expertos del Grupo IEB (Invertir en Bolsa).
“El problema es que la Argentina no crece hace mucho tiempo; no tiene inversión, tiene alta inflación y alta pobreza. Eso es algo que se dijo durante la campaña y todos los candidatos políticos de todos los sectores estuvieron de acuerdo. El segundo punto es qué es lo que hay que hacer, y creo que la mayoría de los candidatos coincidían en lo que hay que hacer: hay que reducir el gasto porque no podemos financiarlo, hay que hacer algún tipo de devaluación o de ajuste con la moneda porque no tenemos dólares, tenemos muchos pesos”, evaluó Javier Timerman, Managing Partner de Adcap Grupo Financiero.
“No hubo sorpresas ni excentricidades: se trata de la clásica receta del Fondo Monetario Internacional que consiste, básicamente, en devaluar la moneda y hacer una corrección fiscal”- explicó Santiago Giraud, técnico del Área de Economía de CREA, en referencia al proceso de “estabilización macroeconómica que está emprendiendo el gobierno nacional, a partir del descalabro heredado de la administración anterior”.
Por otra parte, en las tres últimas ruedas operativas, y gracias al tipo de cambio oficial de 800 pesos, el BCRA totalizó compras por USD 725 millones en el mercado de cambios, con lo que consiguió reducir el saldo vendedor de diciembre a solo 87 millones de dólares.
En cuanto a las reservas internacionales del Banco Central, el stock bruto alcanzó a USD 41.450 millones, según datos sujetos a ajuste provistos por la entidad monetaria, unos USD 242 millones por encima del stock de USD 21.208 millones del jueves 7.
Los negocios con activos bursátiles fueron muy selectivos, pues los agentes estuvieron atentos a la implementación de un paquete de medidas económicas que buscan encarrilar la economía, al borde de la hiperinflación y en un proceso recesivo.
El índice líder S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires marcó un nivel máximo histórico de 1.084.545 puntos el miércoles, medido en pesos, mientras que medido en dólar “contado con liquidación”, tocó los 1.000 puntos por primera vez desde la previa a las PASO de agosto de 2019.
No obstante, el balance de la semana arrojó una corrección bajista para las cotizaciones accionarias. El S&P Merval finalizó en los 925.657 puntos con una pérdida de 1,7% respecto del jueves 7. En dólares la baja fue de 2,1 por ciento.
“Como fuere, entendemos que el mercado de renta variable se mantiene optimista frente a los anuncios, pero no pierde la cautela. Ello lo demuestra que se mantenga en terreno de los USD 900, pero no siga el rally que sí sostienen los bonos. Es cierto también que el avance marcado por las acciones en el año le da espacio para mantenerse expectante. Las enseñanzas de 2017 y 2018 parecen haber dejado huella, y los inversores esperan más señales antes de continuar apostando por un mercado que ya no es tan claro esté subvaluado”, definieron desde Portfolio Personal Inversiones.
Para las bonos soberanos la operatoria fue mucho más favorable. Los títulos Globales del canje -en dólares con ley extranjera- progresaron un 4% en promedio en Wall Street en el inicio de la administración Milei. Los bonos a menor plazo, como los Globales 2029 y 2030, anotan en diciembre una extraordinaria ganancia de 40 por ciento.
En el mismo sentido, el riesgo país de JP Morgan, que mide la brecha de tasas de los bonos del Tesoro de EEUU con similares emisiones emergentes, recortó unos 70 puntos básicos para la Argentina, a 1.854 unidades.
“Los anuncios económicos con ancla fiscal, junto al sinceramiento cambiario, fueron interpretados como en la dirección correcta para ir avanzando en la corrección de los serios desequilibrios heredados. Ahora la atención se trasladará a la etapa de implementación, la cual requerirá de un amplio respaldo parlamentario y de la sociedad, a raíz de los elevados costos asociados, en busca de ir avanzando más adelante con reformas y medidas que vayan conformando un plan integral de estabilización económica.”, resumió el economista Gustavo Ber.