Los empresarios celebraron la reacción de los mercados a las medidas de Toto Caputo, pero mostraron sus dudas

En el brindis de Fin de Año de Amcham y la Embajada de EEUU se mezclaron hombres y mujeres de negocios con algunos nuevos funcionarios y otros políticos. Run run y expectativa

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(Franco Fafasuli)
(Franco Fafasuli)

“Ese de allá es Ferraro”, dijo el CEO de una empresa de servicios a un colega de una alimenticia. “Bancá, ya vengo, me tengo que presentar”, dijo este último y apresuró el paso hacia uno de los pasillos del señorial Palacio Bosch, al encuentro del flamante ministro de Infraestructura de Javier Milei.

La residencia de Marc Stanley, embajador de Estados Unidos en Argentina, fue el lugar de reunión del brindis de Fin de Año de la delegación diplomática y de Amcham, la cámara de empresas americanas en el país.

Los invitados, unos 400 hombres y mujeres de negocios argentinos. Los temas, la economía, la inflación por las nubes y sus consecuencias inmediatas, el brutal salto de precios, el impacto de las medidas que anunció el martes el ministro Luis Caputo. Y las dudas: a pesar de cierta sorpresa por la reacción de los mercados a los anuncios, hay muchas dudas entre los empresarios por lo que vendrá.

“Están desesperados por llegar a abril. Tomaron medidas duras y está bien porque era el único momento en el que podían hacerlo. Era ya, o nunca. Lo que me preocupa es el clima social. Si en cuatro meses no se empieza a revertir un poco la situación, va a estar muy complicado”, resumió un referente industrial.

Facundo Gómez Minujín, presidente de
Facundo Gómez Minujín, presidente de Amcham y de JP Morgan Argentina; el embajador de EEUU, Marc Stanley y su esposa, Wendy Hillebrand; y Gerardo Werthein, próximo embajador argentino en EEUU

Entre los representantes del nuevo gobierno se pudo ver, además de Guillermo Ferraro, a Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados; al próximo embajador en EEUU, Gerardo Werthein; al secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella; y a Flavia Royón, ex secretaria de Energía y futura secretaria de Minería. También estuvieron presentes el jefe de Gobierno porteño Jorge Macri y su vice, Clara Muzzio.

A Vilella, que hoy se reunió con la Mesa de Enlace del campo, cuyos integrantes mostraron su malestar por la suba de 15% de los derechos de exportación, se lo escuchó decir, como a Caputo en TN, que no le gusta para nada la medida. Prometió sacarla (cuando se pueda) y atender algunos casos puntuales, como la maltrecha lechería y otras economías regionales en crisis.

Cuando hizo unos pasos, uno de sus interlocutores eventuales suspiró y movió la cabeza de lado a lado. “Les tengo fe, pero la situación es muy mala… no sé qué pensar”, le dijo a este medio en voz baja.

En diálogo con Infobae, Menem fue enfático: “Milei es el único que puede resolver esto”. Se refirió a las dudas del sector empresario y aseguró que son algo común en las transiciones políticas. “El clima de negocios es bueno porque nuestro objetivo es bajar la inflación y dar seguridad jurídica. El Mercado dio buenas señales y el BCRA no subió la tasa, son buenos síntomas de que la cosa va bien. Recién arrancamos, pero va bien”, celebró.

El embajador Marc Stanley
El embajador Marc Stanley

A Ferraro, en tanto, se lo escuchó hablar de un cambio de último momento en su estructura que adelantó Infobae el viernes pasado: las áreas de Energía y Minería, que iba a estar en su ministerio, se quedan en Economía. Afirmó que se hizo de esa manera por un “tema de firmas” necesarias en el arranque de la nueva gestión –algo que él también sufre ahora en Transporte– y que será temporario. En el sector no le creen del todo y sospechan que Caputo ganó la batalla. Le preguntaron, además, por el vínculo con el FMI y si esperaba desembolsos extra: prefirió no hacer comentarios al respecto, solo mencionó uno de los mantras de este Gobierno entrante, que el vínculo con el Fondo es y será muy bueno porque el ajuste que propone Milei es mayor al que pide el organismo.

Brindis

En los discursos, Stanley aseguró que “estamos haciendo todo este esfuerzo para extenderle una mano a Milei, para ayudarlo a encontrar el camino hacia la recuperación económica”. Remarcó que si bien “solo el gobierno y el pueblo argentino deben poder resolver la situación pero eso no quita que los amigos como nosotros no podamos ayudar”. También dijo que se sorprendió de que muchos actuales funcionarios hayan podido “saltar la grieta” y llegar desde otros espacios para ayudar a Milei.

El embajador habló de que hubo encuentros “muy productivos” con Milei y algunos de sus funcionarios y se mostró satisfecho por el vínculo con el Fondo. “Me complace decir que otros gobiernos y el FMI están trabajando también en una agenda positiva para llegar a buen puerto”, dijo e hizo una broma mencionando que, para él, enero y febrero no serán meses de vacaciones.

“Sentimos esperanzas por las mejoras que vienen para el entorno empresario”, remarcó. “Hoy aterrizó parte del equipo del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos y el subsecretario adjunto del Tesoro llegará el domingo y se reunirá el lunes con Milei”, detalló el diplomático.

Flavia Royón
Flavia Royón

A su turno, Facundo Gómez Munijín, presidente de Amcham y de JP Morgan Argentina, repasó la actividad de la cámara a lo largo del año. El banco causó revuelo en las últimas horas por pronosticar una inflación de 60% para diciembre y enero. En el encuentro, el CEO de Amcham, Alejandro Díaz, distinguió a algunas empresas de miembros de la cámara, como Dow, Roche, Bagó, Visa, Pan American Energy, Bayer, Pfizer, Corteva, Boston Scientific y Citibank.

Run run empresario

Mientras los camareros circulaban con bandejas de mini choripanes, sándwiches de pastrón y tartaletas de salmón, dos grandes players del sector petrolero hablaban del potencial del sector y de las dudas, otra vez, por lo que vendrá.

“¿Se va a hacer el reversal del Gasoducto del Norte? Es una obra pública avanzada… ¿pero se seguirá? No parece, debería pagarla el Gobierno. Sé que lo están analizando, pero no los veo haciéndolo. Ningún privado pagará una obra de ese calibre y mucho menos la segunda parte del Néstor Kirchner”, reflexionó uno de ellos. Ambos aseguraron no entender del todo el nuevo esquema de subsidios y tarifas que describió a medias Caputo en las últimas horas.

“El mercado y los dólares paralelos están en señal de aceptación y la gente acompaña. El otro día escuché una frase que dice ‘no es lo mismo hablar de la muerte que morirse’. No es lo mismo hablar de suba de la nafta que pagarla, y así. La inflación del corto plazo será muy alta y eso no sé dónde puede terminar”, describió otro energético mientras sumergía un langostino empanado en salsa picante.

“El camino que trazaron viene bien. El cuadrito de cómo van a bajar el déficit es bueno, pero es un cuadrito. Hay que ver cómo lo implementan. Los anuncios son algo en el medio de lo que quería Sturzenegger, que quería liberar el tipo de cambio de una. Ahora está la duda de si van a dejar a los bancos pasar de pases a Leliqs, y dicen que habrá un cupo para Leliqs. Si eso pasa, van a estar muy afectados”, destacó el CEO de una entidad financiera.

A la izquierda, el nuevo
A la izquierda, el nuevo secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella

Cerca suyo, con una copa de malbec, el dueño de una tech reflexionó sobre el desafiante contexto y la encrucijada en la que está el nuevo Presidente. “Las medidas no son ilógicas, pero me preocupa que salga todo mal, que Milei nos proponga un camino de sacrificio de 18 meses y después estemos peor. Vinieron a hacer lo que nadie quiso, no había otra, pero la inflación va a generar más pobreza. El ‘por las dudas’ de muchos empresarios me preocupa también, ya pasó y va a ser peor: suba de precios, despidos, etc.”, enumeró.

Sobre el cierre de la velada, un alto ejecutivo de una alimenticia revivió la eterna pelea con los supermercados por la “culpabilidad” de los aumentos de precios: “No dicen que subimos 50% y eso puede ser en un producto, pero en promedio subimos 20-25 por ciento. Si yo aumentará a ese nivel el volumen se derrumbaría”.

En el fin de fiesta, con los mozos retirando las tablas de quesos y Stanley tomándose fotos con todo su equipo, una empresaria reconoció que esperaba ver a más funcionarios del flamante gobierno en el evento. “Si están trabajando, está bien que no vengan”, dejó como reflexión final mientras bajaba las escaleras hacia la calle John F. Kennedy.

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