Los detalles del bono en dólares que busca emitir el BCRA para importadores que no pudieron comprar divisas durante el gobierno anterior

Hay USD 58.000 millones de importaciones que ya entraron al país pero nunca se pagaron. Emitirán deuda para postergar esa demanda, pero hay críticas por el método elegido

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Retrasos en el acceso al
Retrasos en el acceso al mercado de cambios acumularon importaciones impagas. El Gobierno decidió emitir un bono para postergar esa demanda de dólares (Reuters)

En estas primeras horas del desembarco de la administración Milei en el Estado el Banco Central (BCRA) trabaja en despejar algunos de los riesgos para su objetivo final de unificar el mercado de cambio. Con ese norte en mente se hicieron las medidas de devaluación del dólar oficial y de relajación, en el margen, del cepo cambiario. Superado ese primer paso que un banquero definió como “los primeros 10 minutos de un partido de 90″ la entidad conducida por Santiago Bausili posa en estas horas, entre otros muchos puntos, su ojos sobre la deuda comercial de importadores con el exterior.

Se trata de una deuda que promete generar polémica. Surgió de las demoras, cada vez mayores, que fue imponiendo el BCRA en el tramo final del Gobierno de Alberto Fernández para las autorizaciones a ingresar al mercado de cambios. Pero no es una emisión de deuda tradicional, como un Bono Global o una Leliq.

¿Qué es la deuda comercial?

La deuda comercial existe siempre, aún en condiciones normales del mercado de cambios (sin cepo). Nace de los habituales plazos de pago que separan el momento en que se concreta una importación y en el momento en que se abona. En la nueva administración del BCRA calculan, con pincel ancho, que niveles normales rondan los USD 20.000 millones y los USD 30.000 millones.

Niveles como esos no preocupan a nadie. Lo normal es que, llegado su turno, el importador que meses atrás concretó una operación acceda al mercado de cambios y pueda comprar los dólares que le permiten cancelar la deuda con su proveedor del exterior. Eso hace caer la deuda comercial. Pero, al mismo tiempo, otro importador concreta una operación que será pagada un tiempo más tarde, lo que hace subir la deuda comercial total. Es por eso que el monto tiende a mantenerse más o menos estable.

Fuente: Romano Group
Fuente: Romano Group

Pero los niveles normales se abandonaron a fines de 2021. A medida que tratando de administrar reservas cada vez más magras el Gobierno fueron agregando normas que postergaban los pagos para, más cerca de las elecciones, directamente cerrar casi completamente el acceso a dólares los montos fueron creciendo. Las SIRAs, las autorizaciones de importación, se seguían otorgando pero cuando a los 180 días los importadores pretendían comprar dólares para pagar por las compras al exterior que ya habían concretado, no había paso. El BCRA no autorizaba las compras.

De esa forma, según datos compilados por Romano Group, en diciembre de 2021 la deuda comercial empezó a crecer gradualmente hasta alcanzar, en la actualidad algo más de USD 58.000 millones.

Stock a administrar

¿Cuál es el problema de este stock acumulado? En el BCRA de Bausili lo explican como un riesgo para el objetivo último, el de unificar el mercado cambiario. Si se eliminan todas las trabas de acceso al dólar oficial y hay importadores dispuestos a comprar USD 58.000 millones de inmediato, la disparada de la divisa puede ser fenomenal. La alternativa es administrarlo, algo sobre lo que hay bastante acuerdo. Aunque, como siempre, el debate está en la forma.

Esta semana el directorio del BCRA publicó la comunicación A 7918 en la que crea los “Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre” (BOPREAL). Bonos integrables en pesos -se suscriben con moneda local- pero que pagan en dólares con intereses de no más de 5% anual, abonados trimestral o semestralmente (según se determine en la llamada a licitación).

“Es justamente darle un título a estos importadores que forzosamente se los obligó a financiar su deuda vía casas matrices, es decir, que no se les daba el acceso al mercado de cambios. Busca postergarles ese acceso y al mismo tiempo descomprimir un poco la posible presión cambiaria que podría llegar a ver si esa cantidad de dólares -que son, la verdad que he visto en términos de balance del Banco Central, monstruosos- se terminan volcando a un dólar oficial que aún no se ha terminado de unificar y luego también darle un instrumento a importadores que le sirva para poder volcarse en el mercado incluso cotizando a esa paridad”, explicó Salvador Vitelli de Romano Group.

La lógica del BCRA es la siguiente. Esos importadores, les guste o no, tienen un contrato otorgado por el Gobierno que decía que en una fecha dada iban a tener acceso al mercado de cambios para comprar los dólares necesarios y así pagar las compras que les autorizaron. Es, consideran, una deuda en default.

“La deuda ya existe, no la contrajimos nosotros, y es exigible hoy. Lo que hacemos al emitir un bono es postergar el plazo de pago”, explican cerca de Bausili.

Fuente: Romano Group
Fuente: Romano Group

Y en ese punto las condiciones de emisión del bono pasan a ser cruciales. ¿Se va a aplicar alguna quita? ¿Quiénes van a poder tomar estos bonos? ¿Todos los importadores con pagos pendientes? ¿O el excedente por encima de los montos y plazos habituales de financiamiento de pagos al exterior?

El proceso que seguirá el equipo de Bausili será el siguiente. Primero, esperarán que la Secretaría de Comercio en conjunto con la AFIP, realizcen la apertura de un registro para cuantificar las deudas impagas (¿separar paja de trigo?). Luego, con ese dato, se separará y administrará el flujo de exportaciones respecto del stock pendiente de pago y, por último, para brindar certidumbre a los importadores, se emitirán instrumentos de deudas en dólares a subscribir en pesos. Las condiciones puntuales de la emisión, si será agresiva o amigable, todavía no se conocen.

De esa manera, entienden, suavizan la obligación de responder a una demanda de dólares que hoy no pueden afrontar.

Antecedente cambiemita

Las críticas no tardaron en llegar. Por ejemplo, se habla de la estatización de una deuda privada, de la legitimación de demanda de importaciones que puede no haber sido legítima o de comercio intrafirma -importaciones de filiales locales de empresas multinacionales- que generan dudas sobre la necesidad de afrontarlas.

De hecho, no es la primera vez que un BCRA enfrenta una abultada deuda comercial. En 2015, con Federico Sturzenegger en la autoridad monetaria, se enfrentaba un monto menor al actual pero igual de riesgoso. En la Comunicación “A” 5850, una de las normas clave de la salida de aquél cepo, se creó un cronograma que autorizaba a esos importadores a comprar divisas en fechas futuras, con topes prefijados.

Santiago Bausili, presidente del Banco
Santiago Bausili, presidente del Banco Central (Nicolás Stulberg)

No se emitió ninguna deuda. Y, de hecho, el ex banquero central solía bromear sugiriendo que buena parte de esa deuda era espuria porque cuando llegaron las fechas previstas las compras de dólares no aparecieron. Una comunicación posterior, la A 5995, adelantó los cronogramas ante la falta de interés de los importadores por comprar dólares una vez que los precios de esas divisas dejaban de estar subsidiados por el Cepo.

Así, la estrategia de emitir deuda es una de las posibles. Y es la que se optó.

Para Fernando Morra, director de análisis macroeconómico de Sudamericana Visión, la decisión de emitir deuda del BCRA es un exceso. Detrás de la estrategia por la que opta el nuevo Gobierno está la intención de desarmar los pasivos remunerados del Banco Central (”la bomba de Leliq” que se transformó en las últimas semanas, en realidad, en un stock en pases pasivos ante el desarme voluntario de los bancos).

“Están dolarizando las Leliq”, dijo a Infobae.

“Para empezar, la deuda de importadores no está hoy en el balance del Banco Central. Al emitir un bono, lo meten al balance como un pasivo. El activo que se llevan a cambio son pesos, pesos que esterilizan porque salen de circulación. Sería como emitir deuda en Wall Street y y usar los dólares para dar salida a los importadores. Esos pesos que no pudieron salir por el mercado de cambios están en Leliq, estás cambiando deuda en pesos por deuda en dólares”, agregó el economista.

“Es, otra vez, riesgo de descalce de monedas que trajo muchos problemas en el pasado”, concluyó.

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