El efecto de la devaluación aplicada esta semana por el Gobierno, que elevó al tipo de cambio oficial un 118,3% a los 800 pesos, se sigue notando en la operatoria mayorista, con un volumen de negocios que se aproximó por segundo día a los USD 400 millones, caudal que le permitió al Banco Central alzarse con un importante saldo comprador para reforzar las reservas.
En una ronda de negocios con un monto negociado de USD 377,9 millones en el segmento de contado, la autoridad monetaria registró un saldo a favor de unos USD 236 millones, según datos del BCRA sujetos a ajuste.
De esta forma, el Central sumó compras por unos USD 518 millones en dos días post devaluación, para reducir el saldo negativo de diciembre a USD 294 millones. Este jueves el dólar mayorista subió 55 centavos, a 800,50 pesos.
Asimismo, las reservas internacionales brutas del Banco Central aumentaron este jueves en USD 368 millones, a USD 21.499 millones, luego de que la entidad monetaria mejorara el saldo comprador en el mercado mayorista con el nuevo tipo de cambio, con lo que acumuló en dos días una mejora de USD 579 millones (+2,8%) en estos activos .
“El tipo de cambio tiene que ser alto porque eso reduce los pasivos monetarios del BCRA y mejora de manera importante al saldo de cuenta corriente. ¿Dólar a $1.000? Creemos que va a seguir escalando hasta ese precio. Las devaluaciones one-shot, se dan con dos o tres ajustes cercanos, no en uno”, comentó Walter Morales, presidente y estratega de Wise Capital.
“El dólar mayorista aumenta a $800, se prevé un ajuste mensual de 2% y no se modificará la tasa de interés. Ésto puede ocasionar presiones sobre los dólares financieros en la medida que la inflación corra, por ende no es conveniente desarmar las posiciones de dólar-linked, ya que por la inflación creciente, la tasa va a quedar negativa en términos reales, por ende es de esperar que el BCRA acelere el salto cambiario mensual (¿enero o febrero?). Tengamos presente que la tasa negativa es un incentivo a ir a los dólares financieros”, agregó Morales.
“Se está empezando a generar cierta reacción, después hay que ver si esa acumulación de dólares que va a recibir el BCRA, de alguna manera logra frenar la inflación para que no quede retrasado el tipo de cambio y no se necesite otra devaluación. Hay ciertas cosas que necesitan coordinación, pero claramente el gobierno fue por el ajuste que beneficie la acumulación de reservas, y creo que ese es el primer signo para evaluar si esto está funcionando bien o mal”, consideró Javier Timerman, Managing Partner de Adcap Grupo Financiero.
“Para la Argentina moderna es importante que haya un solo tipo de cambio, que la gente pueda invertir, que haya reglas claras respecto a la moneda. Todo eso es clave en un plan económico. Creo que se van a necesitar en este periodo ciertas políticas transitorias para manejar la crisis”, acotó Timerman.
Maximiliano Donzelli, Head de Research de IOL InvertirOnline, identificó “consecuencias inmediatas” por la devaluación, entre las que destacó el hecho de “alentar a las exportaciones y desalentar las importaciones dado un tipo de cambio más alto y competitivo, lo cual permitan engrosar el nivel de reservas internacionales en el corto plazo y, por ende, mejorar la balanza comercial”.
El economista Gustavo Ber enfatizó que “el derrumbe de la brecha (cambiaria) y la reanudación de la acumulación de reservas reflejan la positiva recepción y se convierten en ‘termómetros’, ya que deberá monitorearse su dinámica en el tiempo. Ello se debe a que la contracción de los dólares financieros podría resultar transitoria y verse próximamente desafiada ante su reacomodamiento -aún cuando la expansión de la brecha podría realizarse de manera gradual y ordenada- en un escenario de crawling-peg a sólo el 2% mensual y acelerada inflación en los próximos meses por el sinceramiento de precios relativos, así como por el exceso de pesos de la economía, por lo cual la confianza sigue siendo un factor clave para la estabilización”.