Cuánto debería costar el boleto de colectivo sin ningún subsidio después del último aumento del gasoil

Según una estimación realizada por los empresarios del sector, el pasaje en el AMBA debería valer $797 sin subvención estatal. Hace sólo un mes, se estimaba que la tarifa de equilibrio sin asistencia del Estado era de $540,93

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El mes pasado Aaeta había estimado un boleto sin subsidios de $540,93.
(Wikipedia)
El mes pasado Aaeta había estimado un boleto sin subsidios de $540,93. (Wikipedia)

Como se esperaba, el cambio de Gobierno trajo consigo una serie de acontecimientos económicos de alto impacto para el bolsillo de los argentinos. Entre las medidas anunciadas el martes pasado por el ministro de Economía, Luis Caputo, se destacó la modificación del esquema de subsidios que afecta a los pasajes de colectivos y trenes de todo el país. A partir de ese momento, comenzó el debate acerca de cuánto pasaría a costar el boleto mínimo si la asistencia financiera del Estado bajara a “cero”.

Según la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (Aaeta), la respuesta a esa pregunta es $797, un valor que implica una diferencia de $744,04 con respecto al boleto mínimo que se paga hoy en el AMBA ($52,96). Lo llamativo, más allá de la brecha con el precio actual, es que hace sólo 30 días la misma entidad había estimado que el boleto sin subsidios debía ser de $540,93, es decir $256,07 menor que el informado en las últimas horas.

¿Qué cambió en el camino? Luciano Fusaro, gerente de Aaeta, explicó que fueron varios los parámetros que cambiaron la ecuación. Por un lado, destacó que en diciembre entró en vigencia un nuevo aumento salarial acordado por paritarias (el básico subió 8% y llegó a $537.546). “Los sueldos representan el 50% de los costos de las empresas de transporte”, indicó.

El segundo punto que marcó la diferencia fue la devaluación. “Un tercio de la estructura de costos está dolarizada. Los repuestos, los vehículos, los neumáticos y muchos otros ítems que hacen al mantenimiento están atados al dólar, de forma directa o indirecta. Hoy, además, estamos en un escenario en el que no hay precios claros de muchos repuestos”, comentó Fusaro.

Otro factor determinante en el aumento de los costos de las empresas y, por tanto, del boleto “ideal” sin subsidios, fue la suba del combustible. “En el cálculo incluímos hasta el 37% de ajuste aplicado este miércoles. Es un punto que incide mucho, porque el gasoil representa el 20% de nuestros costos”, explicó el referente del transporte público.

El punto de equilibrio

De acuerdo a los datos suministrados por Aaeta, el sistema de transporte del AMBA requiere hoy de $187.978 millones mensuales de parte del Estado para funcionar correctamente. Sin embargo, aseguran, el Gobierno sólo reconoce $97.784 millones, por lo que queda un déficit de $90.193 millones al mes.

Para los empresarios hay dos soluciones, o se aumenta el boleto a los mencionados $797 o se mejora el sistema de subsidios. “De cualquier otra manera seguiremos yendo a pérdida. Hay muchas empresas al borde de la quiebra y ya nadie está pudiendo reponer las unidades”, lamentó Fusaro.

De todas formas, el gerente de Aaeta consideró que el precio final del colectivo estará lejos de los $800. “Algo de subsidio va a seguir habiendo”, apuntó.

Los cambios en el sistema de subsidios regirán desde el 1° de enero. (NA)
Los cambios en el sistema de subsidios regirán desde el 1° de enero. (NA)

Por supuesto habrá que esperar a que el Gobierno dé a conocer la letra chica de las reformas para conocer cómo seguirá funcionando el sistema. Por lo pronto, el ministro Caputo anticipó que modificará el esquema que afecta a los pasajes de colectivos y trenes. Ayer, el vocero presidencial, Manuel Adorni, precisó que los cambios entrarán en vigencia el 1° de enero, pero no dio montos ni detalles de cómo se instrumentarán. “Vamos a focalizarnos en la demanda y no en la oferta”, planteó.

Hoy el Estado sostiene artificialmente precios bajísimos en tarifas energéticas y transporte a través de estos subsidios. La política siempre lo ha hecho porque de esa forma engañan a la gente haciéndoles creer que les ponen plata en el bolsillo. Pero como todos los argentinos ya se habrán dado cuenta, estos subsidios no son gratis, sino que se pagan con inflación. Lo que te regalan en el precio del boleto te lo cobran con los aumentos en el supermercado. Y con la inflación son los pobres los que terminan financiando a los ricos”, había informado anoche Caputo.

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