Todos los funcionarios del Ministerio de Economía, de Transporte y de Obras Públicas cerraron ayer por última vez las puertas de sus despachos en alguno de los doce pisos del Palacio de Hacienda, que desde el lunes próximo serán ocupados por los equipos de La Libertad Avanza (LLA) y dieron así un cierre final a la transición que comenzó días después de la victoria de Javier Milei en el balotaje.
La semana corta, por el feriado de este viernes, fue llegando a su fin entre enormes bolsas de residuos, las típicas zorras de mudanzas administrativas para transportar cajas, papeles o hasta cuadros decorativos que los inquilinos utilizaron en estos años y alguna despedida colectiva en alguna oficina. A lo largo de esta semana se fueron vaciando los pasillos del principal ministerio y hasta este jueves por la tarde apenas algunos altos mandos tenían todavía alguna última tarea pendiente.
En pasillos ya sin ningún rastro de los afiches que abundaron con la leyenda “Massa Presidente”, el color y clima de las paredes del ministerio cambiaron de tenor y ya hay preocupación, entre los empleados públicos -que están representados por UCPN y por ATE- sobre qué podría suceder durante el próximo gobierno con el plantel de personal. En los sindicatos por ahora eligen mantener la calma entre las bases y hubo varias asambleas de trabajadores como preparación a los nuevos tiempos. ATE, por caso, le reclamó hasta el final a Massa una recomposición salarial y firmas de expedientes pendientes. “Después del balottage prácticamente se cerraron los teléfonos”, cuentan en un gremio.
En pasillos del ministerio, ya sin ningún rastro de los afiches que abundaron con la leyenda “Massa Presidente”, el color y clima de las paredes del ministerio cambiaron de tenor y ya hay preocupación, entre los empleados públicos sobre qué sucederá durante el próximo gobierno con el plantel de personal
Todas las áreas de gestión del ministerio presentaron este jueves, antes del cierre de cada oficina, un balance de gestión, que en algunos casos fue de los cuatro años de mandato de Alberto Fernández y en otros solo de los 15 meses de presencia de Sergio Massa como ministro. Abunda en este tiempo de transición que termina la producción literaria: un rumor que corría en las últimas horas en Hacienda es que en las próximas semanas saldría publicado un libro, de un autor renombrado, con una remembranza del paso del tigrense por el ministerio, al estilo “Una temporada en el quinto piso”, de Juan Carlos Torre.
Para muchos funcionarios el fin de la función pública los encontrará con opciones para seguir vinculados a la política, en otros casos, hay técnicos que seguirán cerca de Massa en un próximo paso que se materializará antes de fin de año. Otros todavía definían, sobre el pucho, si desde el 10 de diciembre con el cambio de Gobierno permanecerán en la función pública. Para los que esa chance de continuidad siempre fue imposible por distintas razones terminó una etapa de 15 meses que al unísono identifican de “muchísima intensidad” y que se multiplicó en los meses de campaña.
Un funcionario con contacto habitual con Massa contaba una anécdota en un breve paréntesis de descanso en la playa bonaerense tras la derrota en la segunda vuelta. “Todos los días tenía por lo menos 300 mensajes de Whatsapp sin leer. Una tarde estaba en la playa con mi mujer y cuando espío el celular no tenía me había llegado ninguno. Y le digo: ‘mejor movámonos para otro lado porque acá no debe haber señal’”. No era un problema de señal, ya no había mensajes por llegar. El regreso al llano puede hacerse notar de las maneras más simples.
Massa pasó los últimos días de mandato en el Palacio de Hacienda con alguna reuniones puntuales, con perfil bajo y sin trascendencia pública, entre ellos con algún referente de movimientos sociales que le preguntó con preocupación qué impacto inmediato veía el ministro de las primeras medidas que tomaría Milei, y este miércoles ya bien entrada la tarde tuvo una reunión de despedida con un embajador europeo.
El ministro de Economía suspendió dos viajes que tenía en agenda para los últimos días de mandato (a Honduras para una sesión de directorio del BCIE en el que la Argentina tiene una cartera de inversión potencial en ese organismo poco superior a los USD 220 millones; y a Río de Janeiro por la reunión de fin de año de la CAF); visitó esta semana la Cámara de Diputados para saludar a Cecilia Moreau que cumplió años y tuvo un primer encuentro casual con Martín Menem quien ocupará la presidencia del cuerpo que Massa encabezó entre diciembre de 2019 y agosto de 2022. Casi sin funcionarios ya dando vueltas por los pasillos de Hacienda, uno al que se lo pudo ver hasta el fin de la transición es al titular de la Aduana Guillermo Michel.
Sin tener en la mira ningún rol de liderazgo para los próximos meses en el peronismo, Massa asegura que se dedicará a la Fundación Encuentro, una suerte de think tank que buscará producir informes y propuestas principalmente en economía y producción, pero también otros como seguridad. Se llevará a ese centro de estudios a varios de los miembros de su equipo, como el viceministro Gabriel Rubinstein, al secretario de Finanzas Eduardo Setti, al de Legal y Técnica Ricardo Casal, al de Industria José de Mendiguren y el diputado Ramiro Gutiérrez. Todavía hay dudas sobre si Leonardo Madcur, involucrado en la transición, podría tener un lugar técnico en el gabinete del presidente electo.
Un rumor que corría en las últimas horas en Hacienda es que en las próximas semanas saldría publicado un libro con una remembranza del paso del tigrense por el ministerio, al estilo “Una temporada en el quinto piso”, de Juan Carlos Torre
Otro caso de uno que podría permanecer, a pesar de haberlo descartado varias veces en los últimos días es el secretario de Hacienda Raúl Rigo. La “transición presupuestaria” avanzó a trancos muy lentos y La Libertad Avanza ya tendría decidido prorrogar el presupuesto vigente, que incluye partidas nominalmente mucho más bajas que las que tendría en un escenario con una inflación acumulado este año y el que viene muy superior. El que sí fue confirmado que seguirá en su lugar es Marco Lavagna, titular del Indec. Cerca de Massa, sobre estos últimos dos casos (más el de Flavia Royón, candidata a Minería) los señalaban como decisiones individuales sin que mediase una “representación” de la fuerza política en el nuevo gabinete.
Luis Caputo y su tropa harán su desembarco formal el lunes tras la asunción presidencial de Javier Milei. Solo una parte de su equipo está confirmado a esta altura, pero se esperan novedades para las próximas horas. En los pasillos de Hacienda aseguran que no hubo contacto directo de Massa con el ex ministro de Finanzas de Mauricio Macri. Y hasta dicen que el ministro actual se desentendió del proceso de transición para el que puso a Rigo, Madcur y Rubinstein al frente.
Con menos precisiones por el momento, Massa también dará un paso hacia el sector privado. Aseguran cerca suyo que hay dos opciones sobre la mesa que posiblemente tomará: trabajar para un fondo inversor, con un claro perfil financiero, y otro especializado en economía real. De todas formas, lo han escuchado decir que no se irá a vivir al exterior.