La Terminal Zárate (TZ) ya no está abarrotada de autos esperando SIRA porque el gobierno saliente liberó la semana pasada una buena cantidad de permisos de importación, aunque esto no fue para todos sino sólo para los fabricantes y algunos importadores. En cambio, el Depósito Fiscal que también está en Zárate, aunque alejado del puerto ya que se encuentra cruzando la ruta nacional 9, se ve casi completo de unidades.
Como siempre ha ocurrido, las SIRA que se habilitaron se pagarán más adelante, presumiblemente a 210 días, aunque para ser exactos, esa no es una certeza en este caso porque se otorgaron sin fecha de pago. Estos permisos de importación se pagarán al valor del dólar oficial que esté vigente en el momento en que salga el pago, por ejemplo en julio de 2024, cuando dependiendo todavía de los anuncios del gobierno entrante a partir del próximo domingo, ese valor se especula que podría rondar los $650 o más.
Sin embargo, hay que ver qué sucede con el sistema en sí mismo ya que como el significado de SIRA es Sistema de Importaciones de la República Argentina, y se presume que entre las medidas que anunciará el próximo gobierno podría estar la eliminación de estos permisos, quizás no haya sido tan buen negocio para las terminales haberlas recibido a tan pocos días de un cambio de política económica.
“Todas las SIRA se utilizan para traer autos que debemos a los concesionarios y los clientes, especialmente los de plan de ahorro. No podemos decidir qué productos traer o no, no tenemos opciones, aunque nos cueste más caro”, reconocieron en una terminal automotriz.
En el proceso de averiguar si efectivamente se habían habilitado las SIRA el pasado jueves, fue curioso encontrar a algún fabricante respondiendo que no tenían novedades cuando el resto lo confirmaba. Consultada una fuente relacionada con AdefaA (Asociación de Fabricantes de Automotores), la respuesta fue “una vez que se liberan, es general para todos”.
Así, la pregunta se trasladó a esa automotriz, que sin embargo prefirió no dar detalles. La situación de tener SIRA aprobadas y no utilizarlas estratégicamente sería toda una novedad, que de todos modos no debe sorprender en un escenario tan confuso como el actual, donde todos parecen funcionar en stand-by hasta el 11 de diciembre, a la espera del discurso y los anuncios de Javier Milei.
¿Es razonable que una empresa no use las SIRA que se le asignaron?
“Sería raro. Normalmente se piden SIRAs por vehículos que están encargados a origen. O sea que ya están en el barco o incluso ya arribados a Argentina”, respondió un ejecutivo de otra marca al que se le consultó si veía posible que eso ocurriera.
“Quizás prefieren no nacionalizar autos antes de saber cuáles son las reglas del próximo gobierno. Si se eliminan las SIRA, se evitan un trámite y después podrán ir sacando autos a demanda. Si en cambio se mantiene el sistema, quizás hay nuevas fechas de pago o nuevo valor del dólar que hace más previsible la operación con autos importados”, se animó a contestar otro ejecutivo.
“Lo que puede estar pasando es que como se habilitaron SIRA en un volumen mucho mayor al habitual pero continúan sin liberar pagos que ya están muy atrasados, quizás lo que se busque con esa medida sea no seguir aumentando su deuda en el exterior”, especuló otra fuente del sector.
Cuando una marca no va a nacionalizar una determinada cantidad de unidades que han llegado al puerto, ya sea por estas circunstancias como las de un eventual cambio de reglas para importar mercadería, o porque el mercado no está demandando tantos vehículos, algunas empresas deciden sacar los autos de TZ sin nacionalizarlos y llevarlos a un depósito fiscal externo, que es más económico que el del puerto. Entonces, una vez allí, donde sólo pagan la estadía, van nacionalizando unidades al ritmo del mercado.
Así, entre los importadores que no recibieron SIRA, los fabricantes que tienen que sacar sólo los modelos que necesitan o deciden no nacionalizar ninguno, y los autos que se exportan o que tienen otros países de destino a través de este puerto argentino, no parece ser casual que entonces esté más lleno el Depósito Fiscal de la ruta que el sector equivalente de la Terminal Zárate. Cuando los autos llegan al puerto hay dos instancias que deben pasar. La de la descarga de los barcos, en la cual los autos va a un playón hasta tanto hayan sido autorizados a ingresar al mercado local es la primera, y una vez concretada la cuestión fiscal, otro estacionamiento que hace las veces de depósito de los autos desde donde los camiones los retiran para la distribución en la red de concesionarios, es la segunda instancia de permanencia en el gigantesco predio junto al río Paraná.
Diciembre, aunque el lunes empiece a cambiar el escenario con el nuevo gobierno, tendrá un arrastre de la situación crítica que vive la industria automotriz por la falta de pagos al exterior y las dificultades para entrar autopartes o insumos que se necesitan para fabricar en las plantas nacionales.
“Aunque cambien las reglas rápidamente, por lo menos tardaremos unos seis o siete meses en normalizar la producción. En las fábricas de autos, la planificación es anual. Hoy no sólo no es anual sino que tampoco es mensual, este año fue semanal. Hay toda una ingeniería que se debe hacer para mantener el stock de unidades en la red de concesionarios, la entrega de los autos que se han asignado por plan de ahorro y el stock de repuestos de los distintos modelos de una línea de montaje. A veces hay que parar un modelo y fabricar otro repentinamente, y mientras eso sucede negociar con el proveedor del exterior para que mande mercadería, una negociación que ya está prácticamente agotada en recursos, de modo de poder retomar la producción detenida lo antes posible. Este año ha sido verdaderamente un infierno”, confesó un alto ejecutivo en estos días, dando por seguro que no habrá pagos en dólares oficiales hasta que asuma el nuevo gobierno, y sabiendo que aun así, habrá que esperar a conocer qué planes tienen Milei y su equipo al respecto, y especialmente qué plazos habrá para poder empezar con la normalización de pagos.
Curiosamente este martes, el reporte de producción que publica mensualmente Adefa, menciona por primera vez esta preocupante situación que en los meses anteriores solo se reflejaba como “escenario desafiante para la industria”. Ahora, el nuevo presidente de la entidad que nuclea a los fabricantes, Marti Zuppi, dijo que es “importante trabajar en conjunto con la cadena de valor y las nuevas autoridades en poder superar los principales desafíos de la agenda sectorial, entre otros, cumplir con los compromisos de pago al exterior con los proveedores y la mejora de la competitividad”.
Durante este año, sólo General Motors explicó públicamente que se paraba la producción por problemas de suministro a causa de la falta de pagos al exterior, lo que “causó mucho enojo en el gobierno”, según confesaron oportunamente fuentes cercanas a la marca.