La oficina de Evaluación Independiente (OEI) del Fondo Monetario Internacional (FMI) postergó el inicio de su examen sobre el crédito otorgado en 2018, junto con otros de acceso excepcional.
La OEI confirmó a Infobae que la revisión –que no implicará un juicio sobre el destino de los recursos otorgados durante el gobierno de Mauricio Macri- arrancará en 2024.
“La visita a Argentina que la OEI tenía originalmente planeada para finales de noviembre, en el contexto de la evaluación de la política de acceso excepcional del FMI, se ha pospuesto hasta principios de 2024″, indicó Miguel de Las Casas (Evaluador líder de la OEI).
El experto precisó que “la conclusión de la evaluación en su totalidad está prevista para finales de 2024″.
Mientras tanto, se prevé que el gobierno entrante de Javier Milei renegocie el acuerdo firmado en 2023 por Alberto Fernández para volver a encarrilarlo luego del incumplimiento de todas las metas pautadas este año y obtener así algún financiamiento para los próximos meses. De hecho, Milei ya conversó con la directora gerente, Kristalina Georgieva, y el ministro de Economía, Luis Caputo, dialogó con el staff que lidera Rodrigo Valdés. Además, junto con el futuro jefe de gabinete Nicolás Posse, se reunió con la subdirectora del Fondo, Gita Gopinath.
El saliente ministro de Economía, Sergio Massa, había indicado que esta evaluación se realizaría en noviembre de este año y dio a entender que habría una revisión sobre la legalidad del préstamo y el destino de los dólares otorgados por el Fondo. Pero ninguno de los dos temas estará en la revisión, se informó a Infobae desde Washington.
Al respecto, el ex director del Fondo para las Américas Alejandro Werner indicó que “la OEI no va a hacer una ‘revisión’, si ves la página web de la Oficina de Evaluación y ves el programa del 2023, el ministro lo ve y lo sabe, lo que se hace es sobre los programas de acceso excepcional (a fondos del FMI), para que de todos los programas excepcionales que se hayan dado y que tienen un marco metodológico más estricto, lo que la Oficina quiere hacer es ver si este marco que se impone es el adecuado”.
Los objetivos de la revisión
En este sentido, la OEI explicó que “los préstamos del FMI a los países miembros se calibran en función de la cuota de cada país en el Fondo; los límites de acceso normal (AN) se fijan como porcentaje de la cuota de un país miembro”.
“Con el tiempo, los grandes e inestables flujos de capital dieron lugar con frecuencia a circunstancias en las que las necesidades de la balanza de pagos de los países miembros eran considerables y superaban con creces sus límites de acceso normal”.
“En varios casos de la década de 1990 y principios de la de 2000, el Fondo apoyó a los países miembros proporcionándoles recursos por encima de los límites normales, en virtud de una cláusula de su programa de préstamos que permitía el acceso por encima de los límites normales en “circunstancias excepcionales” o en el marco del Servicio de Complementación de Reservas (SRF) creado en 1997 que no implicaba límites de acceso”, detalló.
“Las grandes y bruscas reversiones de los flujos de capital se convirtieron en un rasgo habitual de la economía mundial que afectaba cada vez más a los miembros del FMI”, indicó.
“Durante 2016-22, el uso del acceso excepcional disminuyó y solo se recurrió a seis acuerdos, aunque estos incluían los acuerdos de una magnitud sin precedentes con Argentina”, detalló.
“Una preocupación importante ha sido la definición y aplicación de los criterios de sostenibilidad de la deuda, el rendimiento relativo de los programas respaldados por el Fondo; el diseño de los programas; y el escalonamiento del apoyo del Fondo”, indicó.
En estas últimas dos décadas, la Argentina tuvo cuatro programas de acceso excepcional, al igual que Ucrania, Rumania tres y Grecia, Egipto y Marruecos dos.