Según una nueva edición del estudio “Reducción de la jornada laboral” de Bumeran, el 66% de los especialistas en recursos humanos de Argentina cree que es posible reducir la jornada laboral y mantener los mismos salarios. La tendencia bajó 6 puntos porcentuales con respecto al 2022, en donde el 72% de los especialistas lo creía factible.
En contraste, los expertos señalan la implementación de esta política sin reducir los salarios de las personas trabajadoras como una de las principales dificultades, con el 52%.
“El año pasado desarrollamos la primera edición del estudio Reducción de la jornada laboral para tener un panorama local respecto a esta tendencia. Hoy, con proyectos que buscan regular esta política en el Congreso, es aún más importante conocer la opinión de los especialistas en HR respecto a su viabilidad y comprender sus beneficios y dificultades”, explica Federico Barni, CEO de Jobint (Bumeran).
Actualmente, Argentina tiene una jornada laboral de 48 horas semanales. Los proyectos de ley, presentados en el Congreso por distintos bloques, pretenden llevar a cabo una modificación de la legislación laboral. Se busca reducir la carga horaria de las personas trabajadoras, y proponen jornadas de 6 o 4 horas diarias o una reducción de los días laborables.
El 63% de los especialistas argentinos en Recursos Humanos considera posible implementar una reducción de la jornada laboral en sus organizaciones. Ahora bien, cuando en lugar de preguntar por la “posibilidad”, se lo hace por la “intención”, la respuesta es muy diferente. De acuerdo al estudio de la consultora, apenas el 15% de las firmas consultadas está planificando una reducción efectiva de la jornada laboral. El 85% restante, por el contrario, no lo tiene en sus planes.
De todas formas, aunque se trata de una proporción aún baja, en el último año creció en 8 puntos porcentuales la cantidad de empresas que tienen la intención real de reducir la jornada laboral de sus trabajadores en la Argentina.
Dentro del 15% que sí planifica reducir la jornada laboral, el 73% tiene pensado reducir la cantidad de horas que se trabajan por día, mientras que el 27% piensa en reducir los días laborales de los cinco actuales a cuatro.
En 2022, en cambio, el 52% de las empresas consultadas pretendía reducir la cantidad de horas que se trabajan por día, por sobre el 48% que prefería reducir los días laborales a cuatro. Es decir que en 2023 hay una mayor adhesión a la primera opción por 21 puntos porcentuales.
Beneficios y dificultades
Considerando que entre los encuestados por la consultora hay empresas a favor y en contra de la reducción de la jornada laboral, Bumeran consultó cuáles serían los mayores beneficios de implementar el cambio y a su vez, cuáles son las mayores dificultades que se presentan en el camino.
En lo que respecta al primer punto, los principales beneficios de la reducción de la jornada, según los expertos en recursos humanos, son un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal (76%); una optimización del tiempo (61%); un aumento del descanso físico y mental (57%); un incremento de la motivación de los talentos (56%) y un crecimiento de la productividad (53%).
Por otra parte, las dificultades que encuentran las empresas para implementar una reducción de la jornada laboral son: llevarla a cabo sin reducir los salarios (52%); el aumento del costo laboral (42%); la falta de tiempo para llevar a cabo las tareas (31%); conservar la estructura de la organización (31%); la reducción de los salarios (23%); una disminución de la productividad (22%); y la pérdida de incentivo para mantener y crear puestos laborales (15%).
Por último, es importante destacar que, pese a que el debate sobre la reducción de la jornada laboral llegó al Congreso argentino, el 37% de los encuestados reconoció que no pudo leer sobre los proyectos, por lo que no conoce con precisión qué proponen. Otro 27% cree que las iniciativas pueden mejorar las condiciones de trabajo, otro 27% afirma que hay temáticas más urgentes a tratar respecto al mundo laboral (como, por ejemplo, la informalidad), y sólo el 8% cree que puede complicar aún más la contratación de nuevos talentos.