A menos de dos semanas de la asunción del presidente electo, Javier Milei, la incertidumbre sobre lo que sucederá con el dólar oficial después del 10 de diciembre, los controles cambiarios, las restricciones para importar y los desequilibrios que acumuló la economía en los últimos años derivaron en una paralización de las ventas como “mecanismo de cobertura” por parte de algunas empresas. Esta situación se había registrado con mayor fuerza en la previa al balotaje del 19 de noviembre y, de cara al traspaso de mando, apunta a profundizarse.
Electrodomésticos, herramientas, materiales para construcción, aparatos electrónicos, juguetes, alimentos, bebidas, entre otros rubros, registran un freno en las entregas para su comercialización según las consultas que realizó Infobae en el sector comercial e industrial de todo el país. Remarcaciones preventivas, remitos abiertos y listas de precios “a condición de lo que suceda con el tipo de cambio oficial” forman parte del combo.
El vicepresidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) y titular de la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba), Fabian Castillo, resaltó los problemas en las ventas registrados en el segmento de la construcción y los electrodomésticos. Aunque aclaró que la situación es generalizada.
“Esta semana tuvimos reuniones con una cámara que reúne a comercializadoras de electrodomésticos en el gran Buenos Aires: no tienen mercadería. Ellos anticiparon en junio los cheques a las fábricas, que son las tres más representativas, para que les entreguen pero no lo hicieron. El otro caso es que se desabastece el mercado de materiales de construcción y herramientas. Faltan insumos”, aseguró Castillo.
Por otro lado, el presidente de Fecoba afirmó que las empresas, pero en particular las pymes, esperan anuncios por parte del nuevo Gobierno. “No puede haber un stand by hasta el 10 de diciembre, tienen que ponerse de acuerdo entre los que llegan y los que se van para dar certidumbre. La última venta fuerte del año es Navidad y después se frena marzo”, concluyó Castillo.
Un importante distribuidor de alimentos y bebidas del Gran Buenos Aires dijo que continúa la dinámica previa al balotaje en las entregas: “Cualquier cosa que pedís, te mandan la mitad. Antes teníamos la posibilidad de pagar a 30 o 60 días, pero ahora te dejan el remito abierto hasta que se cancele la deuda. Sobre los aumentos, el problema es que si los precios se van muy arriba no se vende y hay productos que son perecederos”.
Por su parte, Diego Delfino, gerente de industrialización de Mehcco S.A, empresa que se dedica a la fabricación de tableros eléctricos y montajes de media y baja tensión, contó: “Tanto fábricas nacionales como importadores están en su gran mayoría con operaciones detenidas. La realidad que entendemos es que muchos deben estar especulando con diferencias importantes en el dólar oficial después del 10 de diciembre. Entonces, como estamos tan próximos, prefieren aguardar para ver cómo se estabiliza esa situación y después ahí empezar a operar”.
“En las obras que están en curso nos generan serios inconvenientes, porque hay que buscar alternativas en esas provisiones, hacer instalaciones provisorias para poder cumplirle a los clientes cuando se puede o salir a respaldar con documentos oficiales de estas fábricas o importadores de que no están operando para tratar de quedar cubiertos con transparencia como normalmente nosotros hacemos. Y en lo que respectan a nuevas obras, nadie está tomando la decisión de hacer cierres de contrataciones en estos días porque todo el mundo quiere evitar quedar atado a una compra en dólares si no está asegurado después el tipo de cambio”, agregó Delfino.
El miembro de la junta directiva de la Unión Industrial Argentina (UIA) y presidente de la Cámara Argentina de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica (Cammima), José Luis Ammaturo, dijo: “La situación actual es la misma que existía en octubre, semanas antes de las elecciones generales, con un dólar prácticamente planchado, con una inflación creciente de arriba del 140%, con la imposibilidad de hacer pagos al exterior de nuestras deudas en divisas extranjeras. Todo esto ha llevado a un virtual parate de la actividad comercial e industrial”.
“Estamos en esta incertidumbre hasta tanto no se designen nuevas autoridades y no se establezca cuáles van a ser los parámetros de aquí en más para la economía. Hay industrias que han adelantado sus vacaciones, hay otras que han suspendido actividades, hay otras que están cerradas momentáneamente y otras que han comercializado a precios que realmente son exorbitantes, cubriéndose por las dudas de una devaluación abrupta”, sentenció Ammaturo.
Pablo Ruda, Presidente de la Cámara Argentina de la Industria Ferial y Director de BDG Buenos Aires, se refirió a las dificultades para poner precio a la mercadería y las estrategias de su sector para abastecerse: “Lo que vemos es que definir precios hoy es imposible porque no hay valores de referencia, se espera algo de orden y directivas claras en el corto plazo del nuevo presidente. Mientras tanto muchos proveedores fijan el precio en usd e igualmente dejan cláusula de rever el número más próximo al trabajo para realizar ajustes”.
“Sin embargo, nuestra industria trabaja con algo de tiempo de anticipación, tres meses aproximadamente, aunque este año ese lapso se redujo bastante por la volatilidad de los valores. De todas formas, las actividades de diciembre ya fueron definidas con antelación, es un mes bajo en lo que a congresos, ferias y expos refiere pero es alto en eventos corporativos por lo cual el trabajo se sostiene”, sostuvo Ruda.
La socia gerente de Q. Electric, Paula Jankowicz, expresó: “Tenemos la incertidumbre de desconocer a qué precio vamos a comprar los materiales. Si bien contamos con stock, hay insumos importados que nosotros después vendemos que no tienen precio ni siquiera de referencia, no sé entregan o quedan varados en Aduana por tiempo indeterminado. No tenemos tranquilidad financiera y optamos por hacer que nuestros clientes no nos paguen hasta no tener la certeza de saber cuándo vamos a tener efectivamente el insumo porque el proveedor no vende, no queremos tener los pesos y preferimos no cobrar hasta poder completar toda la operatoria”.