El presidente electo, Javier Milei, confirmó este miércoles lo que ya circulaba en el círculo rojo desde hace algunas semanas: que la Secretaría de Comercio dejará de existir como tal y que, por ende, no habrá más control de precios y del comercio exterior a partir del 10 de diciembre, cuando asuma la nueva gestión. “No va a existir en el sentido que le dieron históricamente los gobiernos. No tiene por qué estar haciendo eso de regular precios, me parece una aberración. Todos los precios que pueda de la economía, los voy a liberar. Hay algunos que todavía no puedo por las características de las bombas que dejó plantadas el Gobierno”, sostuvo el libertario en declaraciones radiales.
Estas declaraciones coinciden con los planteos que ha ido haciendo Milei durante todo el tiempo que duró la campaña. Como el nombre de su fuerza política lo dice, el economista no cree en los controles, sino en que los precios sean regulados por la oferta y la demanda. En este sentido, con el fin de la Secretaría de Comercio como hoy existe, se acabará el programa Precios Justos y las empresas serán libres de aumentar lo que necesiten para cubrir sus costos. Ya comenzaron a hacerlo, de a poco.
Tras el resultado de la elección, el equipo que todavía conduce Matías Tombolini les pidió no subir más de 20% a 25% en estas semanas antes del recambio y la mayoría de las compañías está cumpliendo con el pedido en las grandes cadenas de supermercados, con el foco puesto en qué sucederá el domingo 10 de diciembre. La expectativa es que ya sin ningún tipo de control, las compañías terminen de acomodar los valores que estaban atrasados y que ello genere un fuerte salto inflacionario. Este aumento será mucho mayor aún si el gobierno de Milei decide llevar el valor del dólar oficial al $700, como parte de su equipo dejaron trascender.
Los pagos de las importaciones están frenados por falta de dólares y, según trascendió, la aprobación de SIRA también cesará hasta que no se realice la transición con el equipo de Milei. Ayer, sin embargo, Comercio aprobó una tanda importante de permisos, que se habían frenado luego de las elecciones
Las mayores dudas respecto del cierre de Comercio tal como se la conoce hoy -tal vez permanezca con un rol muy inferior para tratar las cuestiones de defensa de la competencia, por ejemplo- es qué sucederá con el Sistema de Importaciones de la Argentina (SIRA), que hoy maneja Tombolini conjuntamente con el titular de la Aduana y mano derecha de Sergio Massa, Guillermo Michel, y la AFIP. También interviene el Banco Central (BCRA) por la disponibilidad de las divisas. ¿Qué pasará con este sistema? ¿Desaparecerá y las empresas deberán acceder al mercado paralelo para pagar sus importaciones?
En el mercado aseguran que las SIRA van a desaparecer, pero que aún no está claro si les van a permitir a las empresas ir a buscar los dólares al mercado paralelo o no, ya que ello puede generar un fuerte aumento de la brecha. “Creo que por un tiempo, el Banco Central será el encargado de determinar si da o no da los dólares en función de la disponibilidad, pero como subirán el dólar oficial, habrá más liquidación de exportaciones y, por ende, el organismo monetario tendrá más margen. Si a eso se le suma lo que puedan conseguir de fondos de organismos, llegarán a abril, cuando comiencen a entrar las divisas por la cosecha gruesa”, señaló una fuente del mercado que dialoga con el equipo del libertario. De acuerdo con las cifras que manejan los exportadores de granos, en 2024 podrían ingresar al fisco unos USD 25.000 millones (USD 5.200 millones de maíz y USD 18.800 millones de soja), si el clima acompaña.
La administración de las importaciones podría entonces continuar por unos meses, pero el objetivo de Milei es que en algún momento exista un solo tipo de cambio y que el comercio exterior opere libremente. Hoy todos los pagos de las importaciones están frenados por falta de dólares y, según trascendió, la aprobación de SIRAs también cesará hasta que no aparezca algún funcionario del equipo de Milei para hacer la transición. Ayer, sin embargo, Comercio aprobó una tanda importante de permisos, que se habían frenado luego de las elecciones.
El objetivo de Milei es retomar el pago del flujo de las importaciones lo antes posible, a partir de fijar, como primera medida, un dólar oficial más alto. Hoy son muchas las fábricas que no tienen insumos y que debieron paralizar algunas líneas productivas, suspender personal o adelantar vacaciones por este tema, por lo que el reclamo del sector industriales de urgencia.
Con respecto a la deuda que los importadores acumularon desde comienzos del año pasado ante la falta de dólares (en total, el año cerrará en unos USD 50.000 millones) y cómo se podrá ir pagando, la incertidumbre es aún mayor. No está claro en qué solución está pensando Milei para este problema, pero lo que lo que sí suponen es que no será inmediata.
En cuanto a la estructura de comercio exterior, trascendió que podría regresar a Cancillería, pero para que esté más orientada a política comercial; no con objetivos de control como existe hoy.