Terminó el último mes del trimestre vigente para el impuesto a los autos de lujo y la AFIP actualizó la base tributaria para establecer la nueva escala a partir del 1 de diciembre. La actualización implica un aumento real del 41% entre el tope para evitar pagar el impuesto interno vigente hasta hoy, que estaba en el orden de los 10,5 millones de pesos, y el nuevo que comenzará desde los 14,7 millones de pesos para la escala 1.
La cifra no es exacta porque hay una variable de ajuste que decide cada marca. La base imponible para entrar a la escala 1, a partir de la cual se cobra el 20% de arancel es de $10.364.902,82. A ese número se le suma el 21% de IVA y el porcentaje que cada marca le otorgue como comisión de venta a la red de concesionarios. Ese porcentaje, históricamente ha sido cercano al 15%, pero en el último tiempo algunos fabricantes lo redujeron a cambio de otro tipo de beneficios para los puntos oficiales de venta, con lo cual la variación puede permitir que el incremento sea menor.
Por ese motivo, aunque el mínimo vigente hasta este 30 de noviembre fuera señalado como de 10,5 millones de pesos, hubo varias marcas que tenían el tope un poco por debajo, entre los 10,2 y los 10,4 millones para sus modelos.
Como viene ocurriendo en las últimas actualizaciones de esta escala del impuesto interno, los altos índices de inflación han generado que apenas se liberen el tope, muchas terminales actualicen los precios un alto porcentaje ya en el primer mes de cada trimestre de vigencia, para luego tener que ir “planchando” los aumentos en el segundo mes y mantenerlos congelados en el tercero. Originalmente, la decisión de hacer este ajuste cada tres meses permitía que el “topeo” de los precios se diera en el mes tres de cada período, de modo tal que los aumentos fueran graduales. Con inflación de dos dígitos, esto es casi imposible porque los precios quedan demasiado atrasados respecto a los costos reales de producción.
El “topeo”, por el cual todas las versiones de un mismo modelo, la menos equipada o la conocida como full, tienen el mismo precio de lista, de todos modos es una situación virtual que no se refleja en los precios de compra reales, ya que en los concesionarios no se encuentran los modelos más equipados o si hay disponibilidad, esta es con un sobreprecio que lo lleva al valor que debería tener el vehículo si no existiera el impuesto a los autos de lujo.
La mejor comprobación de esta situación se dio en los últimos meses de cada trimestre de vigencia de la escala, cuando un comprador que quería adquirir un modelo “topeado” se encontraba que aunque el precio sugerido en las listas oficiales era uno, el de la disponibilidad era otro, generalmente un 30% más alto. Estos últimos días de noviembre, aunque la versión más equipada de un modelo tuviera un precio oficial de 10,5 millones, en las concesionarias lo vendían a $14 millones. Casualmente, o no tanto, la suba de la base imponible llevará ahora a los autos que estaban en $10.500.000 hasta un valor algo menor de $14,7 millones.
La segunda escala también fue actualizada. Aquí el gravamen es del 35%, por lo cual el monto máximo para estar en la escala 1 y no pasar a la escala 2, que era de $19.300.000, pasará ahora a ser aproximadamente de $27,2 millones.
Con esta nueva escala, el auto más barato del mercado, que es por última vez el Toyota Etios X, ya que las 400 unidades que quedan en stock se entregarán en diciembre, podría subir de los actuales $7.915.000 a unos $11.100.000 para seguir siendo la referencia de precios 2023. Siguiendo el aumento histórico de los trimestres anteriores, el Fiat Cronos, el auto más vendido del mercado, que hoy está en $.9.351.000 podría subir hasta unos 13.000.000 de pesos.