En cámara lenta, la transición económica entre los funcionarios salientes del Ministerio de Economía y los que llegarán desde el 10 de diciembre continuará en los próximos días con nuevas reuniones, pero tiene aún un punto ciego que es decisivo para la gestión de la política económica del próximo Gobierno: el acuerdo para un proyecto de Presupuesto para 2024 que refleje el ajuste fiscal que Javier Milei quiere motorizar en su primer año de mandato.
Una de las ideas que blanqueó el presidente electo es que buscará en 2024 poder impulsar una poda presupuestaria equivalente a 5 puntos del PBI, lo que podría dejar a las cuentas públicas en equilibrio primario y fiscal, es decir, incluso al considerar la cuenta de pagos de intereses de deuda.
Ni en el Ministerio de Economía, ni entre las filas del nuevo gobierno ni en la Cámara de Diputados, donde fue presentado a mediados de septiembre el proyecto de ingresos y gastos del año próximo tienen en claro a esta altura cuál será la idea en términos de presupuesto con la que llegará Milei a la Casa Rosada. El equipo económico del presidente electo está en formación y altas fuentes del Palacio de Hacienda aseguraron a Infobae que todavía no comenzó ese proceso de “transición presupuestaria”.
Ni en el Ministerio de Economía, ni entre las filas del nuevo gobierno ni en la Cámara de Diputados, donde fue presentado a mediados de septiembre el proyecto de ingresos y gastos del año próximo tienen en claro a esta altura cuál será la idea en términos de presupuesto con la que llegará Milei a la Casa Rosada
En el Ministerio de Economía esperan que Milei designe a sus funcionarios del equipo económico para preparar el terreno para el traspaso de mando en asuntos de hacienda y finanzas, los dos temas centrales que quedarán en poder del jefe del Palacio de Hacienda, que sería Luis Caputo. Una entidad clave que todavía no tiene referente libertario señalado es el Banco Central. Demian Reidel, el apuntado hasta el sábado pasado, decidió dar un paso al costado.
Otro área que, se definió durante la transición, también estará bajo su ala será Agricultura. A diferencia de otros despachos ligados a la economía real como Energía, Transporte, Minería o Economía del Conocimiento -que formarán parte del Ministerio de Infraestructura que comandará Guillermo Ferraro-, permanecerá en el organigrama de Economía.
En todos esos casos el trabajo de traspaso de mando ya comenzó. Eduardo Rodríguez Chirillo fue confirmado este martes como el próximo secretario de Energía. Chirillo ya tuvo un primer paso por el Palacio de Hacienda la semana pasada y el lunes próximo volverá a verse con su par Flavia Royón. La secretaría de Industria también tuvo su propio proceso de transición.
Con todo, la transición macroeconómica entre el gobierno saliente y el entrante tendrá algunos nombres seguros en la mesa. Del equipo de Massa estarán el viceministro de Economía Gabriel Rubinstein y el secretario de Hacienda Raúl Rigo, junto al jefe de asesores y quien comandó las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, Leonardo Madcur. Por parte de Caputo, su equipo con el que desembarcará no fue anunciado, pero el ex ministro de Finanzas y ex presidente del BCRA trabaja con un grupo de jóvenes economistas que forman parte de su consultora Anker Latinoamérica.
El ministro de Economía reunió en las últimas horas a su gabinete para afinar la transición. “Para iniciar el traspaso en el resto de las áreas económicas se espera la definición de los enlaces de transición del próximo gobierno”, mencionaron. También se anunció que “la Universidad de Buenos Aires auditará la gestión encabezada por Sergio Massa al frente de la cartera económica”.
Estuvieron en la reunión Madcur, Rubinstein, Rigo, Royón y además los secretaros de Minería, Fernanda Ávila, de Legal y Administrativa, Ricardo Casal; de Finanzas, Eduardo Setti; de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio de Mendiguren; de Planificación del Desarrollo y Competitividad Federal, Jorge Neme; de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan José Bahillo; de Comercio, Matías Tombolini; y de Economía del Conocimiento, Juan Manuel Cheppi.
Una de las ideas que blanqueó el presidente electo es que buscará en 2024 poder impulsar una poda presupuestaria equivalente a 5 puntos del PBI, lo que podría dejar a las cuentas públicas en equilibrio primario y fiscal
También el director del Indec y secretario de Asuntos Económicos y Financieros Internacionales, Marco Lavagna; el director general de Aduanas, Guillermo Michel; el titular de la AFIP Carlos Castagneto; el presidente de la CNV Sebastián Negri; el presidente de Enarsa, Agustín Gerez; el presidente del Banco Central Miguel Pesce y uno de los vicepresidentes, Lisandro Cleri.
La idea de un ajuste rápido en el primer año en el presupuesto del 2024 asoma desafiante para el nuevo gobierno. Un cálculo hecho por el director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) Nadin Argañaraz mostró que “la reducción real requerida del gasto primario (para alcanzar el equilibrio fiscal) es del 25%, lo que en términos del PBI implica ir a un ratio del 15%, nivel similar al que tuvo el sector público nacional no financieron en el año 2007. El desafío es grande y la nueva ley de presupuesto para 2024 debe contener todos los cambios fiscales tanto de gasto como de ingresos”.
Ese mismo estudio hizo una aproximación a qué gastos podría podar para alcanzar ese recorte fiscal de shock y señaló cuatro sectores: subsidios, inversión real directa (obra pública), transferencias a provincias y subsidios energéticos. Si pasara a 0 esas tres cuentas, aún así no le sería suficiente para llegar a ese 25% de ajuste del gasto. El restante, especula Iaraf, “debería provenir de otros gastos, entre ellos tal vez los de algunas empresas públicas”.