Con menores expectativas de devaluación y el dólar financiero en baja, el mercado busca el “precio de convergencia”

El contado con liquidación cerró en $860 y se acercó a la cotización del mercado de futuros posterior a la asunción de Milei. Optimismo entre los inversores, el esquema para exportadores o la intervención oficial, las dudas detrás del imprevisto fenómeno

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 EFE/Sebastiao Moreira
EFE/Sebastiao Moreira

Tras un salto inicial de 30% en los contratos de dólar futuro apenas abrió el mercado el martes pasado tras el triunfo de Javier Milei en el balotaje, las expectativas de devaluación se acomodaron a la baja y una nueva inquietud se instaló en el mercado. Operadores y cambistas ya no se desvelan por identificar cuál es el techo para el precio del dólar sino que la pregunta que se hacen ahora es cuál será el piso. O, mejor dicho, lo que denominan el “dólar de convergencia”.

La expresión comenzó a escucharse con frecuencia desde mediados de la semana pasada cuando el Gobierno decidió un nuevo aumento de impuestos para los consumos con tarjeta de crédito en el exterior, que llevó su cotización de $731 a prácticamente $950, un valor que se acercaba a los poco más de $1.000 que cotizaba el billete en ese momento y también muy cerca de los precios de la divisa en el mercado bursátil. El pronóstico del consenso apuntaba a que, finalmente, todos los precios empezaban a converger en los $1.000. Pero los hechos y también el ánimo volátil de los inversores se desencadenaron rápidamente y ahora reina la sorpresa porque las cotizaciones indican que la convergencia podría darse debajo de los $900.


Esa nueva proyección toma forma tras el fuerte retroceso ayer del dólar contado con liquidación (CCL) que cayó 10% y se ubicó en los $860 a la hora del cierre. Detrás del desconcierto existe también, en varios casos, un lamento reprimido por eventuales pérdidas ante proyecciones que, por el momento, no sólo no se cumplen sino que quedaron bien alejadas tal como ocurrió en las últimas horas. Es que imprevistamente el CCL, la cotización sobre la que se esperaba la mayor presión al inicio de la semana pasada, prácticamente cerró la brecha con el precio que marcan los contratos de dólar para fin de diciembre, en torno a los $800. Los fundamentos de esos valores, que de todos modos marcan una brecha mayor a 200% respecto del dólar oficial actual, con el que casi no se importa ni exporta, no lucen por ahora tan evidentes para los analistas.

Es verdad que ya durante las últimas jornadas de la semana pasada, en las que se produjeron importantes novedades políticas en el frente económico marcaron una tónica diferente, en clave optimista. Fueron claves en ese sentido la designación de Luis Caputo como próximo ministro de Economía -nombramiento aún no confirmado oficialmente- y, sobre todo, el corrimiento de Emilio Ocampo como futuro titular del Banco Central, lo que se leyó como la puesta “en el freezer” del plan de dolarización. Además, el mensaje cada vez más claro y contundente de fuerte ajuste fiscal como ancla del plan económico de la nueva administración con el que el presidente electo y Caputo llegaron ayer a Estados Unidos aportó su grano de arena y. finalmente ayer, con sorpresa, en el mercado se empezó a arriesgar que, en definitiva, existe la posibilidad que el dólar de convergencia de la unificación cambiaria no supere el equivalente a los $850 de hoy. Pero el mercado a veces se anticipa demasiado.

“En el mercado de dólar futuro, el viernes se vio una marcada caída en todas las posiciones post diciembre, obviamente con poco volumen como suele suceder en esos vencimientos. Sin embargo, lo extraño es lo sucedido en diciembre, que hace varias ruedas que finaliza al cierre en valores en torno a $800. De no salir del cepo en las primeras semanas de gobierno, este valor parece un poco alto”, sostuvo el informe financiero de la consultora Outlier en el que también se afirmó que si el mensaje de Caputo a los bancos en su reunión de la semana pasada respecto del ancla fiscal y monetaria se consolidan “no nos extrañaría ver bajas en (los contratos a) diciembre durante la semana”.

Con todo, todavía falta correr mucha agua bajo el puente y los pesos pueden brotar de cualquier lado para ir a presionar al mercado cambiario. Por caso, la inminente operación para renovar vencimientos de la deuda en pesos del Tesoro, cuyo resultado mediocre podría apuntalar la cotización o también la amenaza de la “bola de Leliq” que no se renueva y ahora se convirtió en la bomba de los Pases a 1 día de plazo.

En cualquier caso, también se apuntó, está operativo el régimen por el cual los exportadores pueden ingresar 50% de las divisas a través del CCL, lo que podría estar incidiendo en la caída de su cotización o bien hay quienes no descartan que se esté sosteniendo la intervención oficial en ese segmento.

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