El rascacielos más alto de Japón, con una imponente altura de 330 metros, se inauguró recientemente en el corazón mismo de Tokio. Forma parte de un distrito que marcará un antes y un después. Este coloso arquitectónico de 64 plantas fue diseñado por el estudio estadounidense Pelli, Clarke and Partners.
Destinado a un uso mixto, el edificio albergará oficinas, residencias, el Centro de Medicina Preventiva de la Universidad de Keio, una escuela internacional británica, así como una variedad de tiendas y restaurantes. La culminación de este proyecto redefine el horizonte de la ciudad y promete contribuir a la vitalidad y la funcionalidad del distrito.
Tras cinco años de trabajos que se iniciaron en 2018, Azabudai Hills, el innovador barrio verde en Tokio, fue culminado y está ahora abierto a visitantes para explorarlo. El megaproyecto fue diseñado por el estudio de arquitectura Heatherwick Studio. El equipo desempeñó un papel integral en el diseño de los sectores públicos y la arquitectura del nivel inferior del predio, que engloba casas, tiendas, restaurantes, un hotel e instalaciones culturales.
Azabudai Hills continúa el compromiso de crear ciudades jardín, presentando numerosos espacios de reunión informales a lo largo de 2,4 hectáreas de naturaleza y jardines públicos. Entre sus características notables se incluyen fachadas transitables, un anfiteatro y múltiples paisajes acuáticos.
Con la esperanza de atraer a alrededor de 30 millones de visitantes al año, la desarrolladora, Mori Building, anticipa un impacto notable del nuevo rascacielos.
Diseñado por el estudio arquitectónico estadounidense Pellim Clarke and Partners, fundado en 1977 por el renombrado arquitecto argentino César Pelli, responsable de obras emblemáticas como las torres Petronas y otras destacadas estructuras alrededor del mundo. A pesar del fallecimiento de Pelli en 2019, su legado perdura en este proyecto que ya cambió el horizonte de Tokio y promete ser un atractivo tanto para locales como para visitantes.
El estudio abordó el desafío de trabajar con una parcela de forma irregular que abarca más de ocho hectáreas. Su enfoque se centró en las formas naturales del entorno del valle del proyecto, la estructura ondulada se erige como una ladera de suave pendiente. Este diseño permite que la luz natural se filtre en las zonas comerciales ubicadas en el nivel del subsuelo, proporcionando una experiencia única y aprovechando la topografía única de la ubicación.
La ejecución de esta visión arquitectónica no solo responde al desafío de la topografía irregular, sino que también se integra de manera armónica con el entorno natural, dotando al proyecto de una estética que refleja la esencia y la singularidad de Tokio.
Armonioso
El rascacielos presenta bordes suavemente curvados y una corona que evoca la elegancia de los pétalos de una flor. Este mega emprendimiento no solo se destaca por su imponente presencia arquitectónica, sino que también ofrece una variedad de instalaciones y servicios. Entre ellos, se incluyen un spa, gimnasios de última generación, una galería de arte y un museo, agregando elementos culturales y de bienestar a la experiencia del lugar.
Además de sus estructuras imponentes, el proyecto comprende un oasis urbano expansivo que abarca 24.000 metros cuadrados de espacios verdes. Complementando esto, una plaza central de 6.000 m2 sirve como punto focal, creando un área de encuentro y conexión para residentes y visitantes en el corazón de esta nueva obra arquitectónica en la capital nipona.
Este rascacielos se integra como parte fundamental de un megaproyecto que abarca una extensa superficie total de 860.400 m2. En esta vasta área, se destaca la presencia de 213.900 m2 dedicados a espacios de oficinas, creando un epicentro empresarial dentro del complejo. Además, el proyecto comprende 1.400 viviendas distribuidas entre otras estructuras, consolidando un entorno que combina la vitalidad comercial con la comodidad residencial en un desarrollo armonioso.
Mientras que todo el complejo abarca tres imponentes edificios en un entorno rodeado de espacios verdes. Además, contará con una oferta de 150 restaurantes y tiendas, añadiendo dinamismo y diversidad a la experiencia del lugar. Destacando aún más su carácter cultural, albergará un nuevo museo de arte digital inmersivo del colectivo japonés TeamLab, cuyas puertas se abrirán en febrero.
Se estima que allí trabajarán unos 20.000 oficinistas y vivirán unos 4.500 residentes
El edificio más alto y todo el complejo involucran una inversión superior a los 1.500 millones de dólares.
Antisísmico
Tanto la torre como los demás inmuebles del complejo fueron erigidos empleando las más avanzadas tecnologías sísmicas. Esta medida asegura que, en caso de un gran terremoto, los residentes y trabajadores puedan mantener sus actividades diarias de manera segura y eficiente.
La construcción con estos estándares refuerza el compromiso del proyecto con la seguridad y la resiliencia ante eventos sísmicos, proporcionando una estructura robusta y adaptada a los desafíos geológicos de la región.
La visión de Azabudai Hills, según Mori Building, se fundamenta en el concepto de una “aldea urbana moderna”.
Además, las centrales eléctricas utilizarán energías ciento por ciento renovables. El bienestar físico y mental de las personas que viven y trabajarán en la zona será apoyado por programas de bienestar que incluirán instalaciones médicas y deportivas, un mercado de alimentos, restaurantes y el entorno de la plaza central.
Sin embargo, Azabudai Hills, con toda su majestuosidad, está destinado a ser superado por otro rascacielos: la Torch Tower.
Esta imponente estructura, en construcción por Mitsubishi Estate, se espera que alcance una altura de 390 metros, situándose cerca de la estación de Tokio.
Aunque Azabudai Hills marca un hito en la arquitectura de Tokio, la Torch Tower está programada para elevarse aún más, anticipando su conclusión para el periodo 2027-2028 y estableciendo un nuevo récord en la línea del skyline de la capital japonesa.