Los agentes del mercado se movieron a toda velocidad en la última semana para adaptar su menú de inversiones a una nueva realidad política, sintetizada en la figura de Javier Milei, el líder de la Libertad Avanza, que asumirá la Presidencia de la Nación el 10 de diciembre.
Las acciones y los bonos de la Argentina destacaron por la cosecha de beneficios en el breve período posterior al balotaje, recortado por el feriado local el lunes 20 y la operatoria reducida en Wall Street el jueves 23 y el viernes 24.
En cifras, el índice S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires cerró el viernes en récord nominal de 917.599 puntos, mientras que medido en dólares -según la paridad del “contado con liquidación”- alcanzó los 991,8 puntos, con lo que cerró el “gap” histórico con la rueda del 9 de agosto de 2019, cuando alcanzaba los 980 puntos. Hay que recordar que el lunes 12 de agosto de aquel año las acciones y los bonos argentinos padecieron una caída con escasos precedentes -de 50% y 30% en dólares, respectivamente- de la que recién ahora se están recuperando.
El Merval ganó en la semana un 42,2% en pesos y un 34,7% en dólares “contado con liqui”. Acorde con este desempeño, acciones emblemáticas de la Argentina treparon en dólares en Wall Street, tal el caso de YPF (+56,9%) y Grupo Galicia (+22,6%).
Asimismo, los bonos en dólares también se subieron al tren alcista. Los Globales del canje, con ley extranjera, promediaron una ganancia de 17% en Wall Street desde el viernes 17, mientras que los Bonares con ley argentina promediaron una mejora del 22 por ciento. En sintonía, el riesgo país de JP Morgan quedó en los 1.961 puntos básicos para la Argentina, debajo de los 2.000 puntos por primera vez desde el 11 de agosto.
“El cambio de rumbo, los primeros indicios de medidas y los supuestos miembros de su gabinete fueron irresistibles para los inversores, quienes volvieron a tomar riesgo argentino. Las acciones en promedio se dispararon 24% en dólares -con escaladas de hasta 60%-, mientras que los bonos soberanos en moneda dura se revalorizaron en torno a un 20% en la semana. Por el lado de la deuda en pesos, al ritmo de los rumores, hubo recuperaciones primero en la curva dollar-linked y después en el mundo CER”, puntualizaron los expertos de GMA Capital.
“Más allá de este optimismo inaugural, el nuevo mandatario deberá transitar un sendero de máxima fragilidad y tomar decisiones poco simpáticas más temprano que tarde. Las novedades sobre armado del gabinete, en especial Economía y Banco Central, darían la pauta de que el plan de dolarización habría quedado para más adelante. La urgencia es la necesidad de estabilizar. Y el primer paso estaría en tratar los pasivos remunerados del BCRA”, añadieron desde GMA Capital.
“El Presidente electo comenzó por el buen camino, hablo con los mercados y le devolvieron confianza. Subieron las acciones y los bonos, si se sigue por este camino también conseguiremos financiamiento, y eso será la frutilla del postre. En este contexto las acciones y los bonos tienen para seguir a la suba”, expresó el analista Salvador Di Stefano.
Las acciones argentinas regresaron a su precios en dólares más altos desde la previa de las PASO de 2019
“Que Argentina necesita reformas estructurales es algo obvio, porque el Estado no funciona bien, pero el problema es la ejecución; hay que ver cómo se ejecuta el plan. El problema argentino no es exactamente el gradualismo sino sus prioridades. Lo que quieren ver los inversores de largo plazo es que Argentina haga un esfuerzo monumental y que reordene sus cuentas públicas”, consideró Javier Timerman, Managing Partner de Adcap Grupo Financiero.
“La expectativa sobre la integración del equipo económico, aún cuando todavía no estaría confirmada, es interpretada como amigable para los mercados y también con clara orientación a enfrentar de manera inmediata y de shock los serios desequilibrios fiscales, monetarios y cambiarios dentro de un plan integral que cuente con el mayor respaldo político y social posible, indispensable para avanzar en la implementación”, aportó Gustavo Ber, economista del Estudio Ber.
“Se nota un intenso trabajo por intentar ‘desactivar la bomba’ y evitar una hiperinflación -el incremento inflacionario en el corto plazo se descarta pues resulta imposible una recomposición de los precios relativos sin ella-. Para la desactivación de la bomba es imperativo avanzar rápidamente con una solución al problema de los pasivos remunerados (Leliqs) -una fuente de emisión endógena- y un rápido ajuste fiscal para luego abordar la cuestión de la deuda del Tesoro Nacional en pesos. El Presidente electo manifiesta una clara lectura de dicha urgencia planteando dichos temas como prioridad: Leliqs y un ajuste fiscal de 15 puntos del PIB para 2024″, evaluaron los analistas del Grupo IEB (Invertir en Bolsa).
El dólar converge en los 1.000 pesos
En la primera semana posterior a la victoria electoral del ultraliberal Javier Milei el dólar libre quedó a $995 para la venta, con una ganancia de 45 pesos o 4,7% respecto de los $950 del viernes 17. La divisa informal quedó alineada con las cotizaciones bursátiles del “contado con liquidación” y MEP, ambas debajo de los 1.000 pesos.
Al mismo tiempo, el dólar mayorista cerró a $357,60, con una brecha cambiaria de 178,2 por ciento. “En la semana que acaba de finalizar el tipo de cambio mayorista subió 3,65 pesos (+1%), algo por debajo de los 4 pesos de aumento registrado en la semana anterior”, cuando concluyó a $353,95, consignó Gustavo Quintana, agente de PR Corredores de Cambio.
En la semana el Banco Central tuvo un mínimo saldo comprador de USD 6 millones por su participación en la plaza mayorista, tras haber cortado el viernes 24 una racha favorable de 22 sesiones consecutivas (ventas por USD 27 millones). En el transcurso de noviembre el Banco Central conserva compras netas en el mercado del orden de USD 425 millones, según datos sujetos a ajuste. Asimismo, en lo que va del año la entidad monetaria registra un saldo neto negativo de USD 1.576 millones por su intervención cambiaria.
El dólar que más subió fue el minorista en bancos, debido a un nuevo incremento de los impuestos que se pagan por la compra de dólar “ahorro” y “turismo”. El billete al público se paga ahora a $957,21 en promedio, para encarecerse en $214,11 o 28,8% respecto del viernes d ela semana pasada.
La carga tributaria totaliza el 155%, probablemente la última medida trascendente tomada por un Gobierno en retirada, que en el último año y medio se caracterizó por una pésima gestión económica, con aceleración de la inflación por encima del 100 por ciento anual, aumento de la pobreza por arriba del 40% de la población y un vaciamiento del Banco Central, casi sin reservas.