Guillermo Ferraro, quien será ministro de Infraestructura de Javier Milei desde el 10 de diciembre, hizo referencia recientemente a la utilidad que tiene el gasoducto Néstor Kirchner como inversión hecha por el sector público y pagado por fondos estatales y aseguró que “nadie que paga impuestos” utiliza ese ducto. Rápidamente fue criticado por el actual oficialismo.
El equipo de La Libertad Avanza (LLA) aseguró durante la campaña y también ya tras la victoria electoral, que buscarán cortar el financiamiento desde el Estado para obra pública, y que propiciarán un esquema de fondeo desde el sector privado. A diferencia, por ejemplo, de los proyectos de Participación Pública Privada (PPP), el repago de esas obras tampoco lo haría el Estado, sino que esa inversión debería ser repagada por la utilización que los usuarios le den a ese proyecto de infrastructura.
En ese marco, Ferraro, uno de los integrantes del círculo más cercano a Milei, defendió el modelo de obra pública que prepara la administración libertaria. “Todos saben que un presupuesto nacional no se puede sostener con 15 puntos de inversión de infraestructura, en el mundo esto lo hacen los privados. Yo cuando hago un gasoducto con presupuesto nacional, ni ustedes ni yo ni nadie que pagamos impuestos usamos ese gasoducto, si no lo usamos y lo pagamos con impuestos, no resulta lógico. Es más fácil para un funcionario pelear una partida y ejecutar una obra pública desde el presupuesto nacional, es más sencillo”, mencionó el futuro ministro de Infraestructura.
Desde la Secretaría de Energía cuestionaron sus declaraciones. “El desarrollo en el sector de la energía se hace con un Estado presente. Sin el Estado no se garantiza la mejor calidad del servicio eléctrico ni las obras de infraestructura fundamentales. El gasoducto implica un ahorro en importaciones de gas licuado, que se sustituye por el de Vaca Muerta que es hasta seis veces más barato y genera más trabajo y crecimiento para la industria argentina”, mencionaron a Infobae desde la secretaría que encabeza Flavia Royón.
“Yo cuando hago un gasoducto con presupuesto nacional, ni ustedes ni yo ni nadie que pagamos impuestos usamos ese gasoducto, si no lo usamos y lo pagamos con impuestos, no resulta lógico (Ferraro)
“La disponibilidad en abundancia del gas, en tanto combustible de transición, abre el horizonte para el desarrollo de la industria del GNL en el país, como es el caso concreto del acuerdo YPF-Petronas que estima hasta 40.000 millones de dólares de inversión. Ya en 2023 el gasoducto significó un ahorro de 1.700 millones de dólares e impactó en el equilibrio de la balanza energética”, enumeraron.
También justificaron su utilidad con una lectura del contexto global. “El escenario energético mundial está dominado por la agenda de la transición, donde el gas no convencional juega un rol estratégico. Con la posibilidad de evacuar nuestra producción vamos a tener un gas más barato, competitivo para la industria, con menores costos para la generación eléctrica y capaz de financiar los cambios en la matriz energética que la transición requiere”, dijo Energía.
El gasoducto Néstor Kirchner, cuya presentación definitiva fue realizada por el Gobierno nacional el 9 de julio pasado, tiene 573 kilómetros de extensión en su tramo 1, que es el que une Tratayén (Neuquén) hasta Salliqueló (Provincia de Buenos Aires).
Según estiman fuentes oficiales, implicaría un ahorro en divisas de USD 4.200 milones por la vía de sustitución de importaciones de energía. Por último, estimaron que la construcción del gasoducto implica unos 48.800 puestos de trabajo directo e indirecto durante los meses de obra.
Un consultor del sector, que pidió reserva de su nombre, fue contundente para poner de relieve la utilidad del gasoducto en el entramado nacional: “Los dichos del futuro ministro no tienen asidero, demuestran desconocimiento del tema. El gasoducto es importante para todo el país. El sistema gasífero funciona como un todo”, dijo.
“En una segunda etapa el gasoducto Néstor Kirchner va a abastecer al norte del país porque Bolivia decrece por sus yacimientos maduros. La única forma es a través del gasoducto. El GPNK transporta 11 millones de metros cúbicos por día y puede llegar a 39 millones. Hoy el 60% de la energía se produce por la vía térmica, con gas como insumo”, señaló el consultor.
Uno de los que salió a criticarlo fue el ex secretario de Energía, Darío Martínez, que dijo que Ferraro “en este tema, no sabe de qué está hablando, no conoce de qué se trata”. Martínez aseguró que “el gasoducto lo usamos todos los argentinos. Los que cocinamos o nos calefaccionamos, las industrias en sus calderas o motores, las usinas térmicas que generan energía eléctrica, cada vez que prendemos la luz o utilizamos un electrodoméstico, las industrias y talleres cuando usan esa energía eléctrica, o sea todos”, mencionó.
El actual diputado provincial electo en Neuquén explicó que “el gas y la energía eléctrica funcionan como un gran sistema y están absolutamente interrelaciones y conectados entre sí”. Por otra parte, el ex funcionario consideró que “los gasoductos no son caños aislados, forman parte de un sistema de transporte y distribución que permite llevar el gas que se produce en los yacimientos hasta los lugares de consumo de todo el país, y esto incluye a todos los usuarios de gas domiciliarios, comerciales, industrias y usinas térmicas que lo transforman en energía eléctrica y lo inyectan al sistema interconectado nacional que lleva esa electricidad a todo el país”.
“Los que cocinamos o nos calefaccionamos, las industrias en sus calderas o motores, las usinas térmicas que generan energía eléctrica, cada vez que prendemos la luz o utilizamos un electrodoméstico, las industrias y talleres cuando usan esa energía eléctrica, todos lo usamos” (Martínez)
Por otro lado, Martínez apuntó que “luego, se puede discutir cómo es el mecanismo de financiamiento de este tipo de obras, si es público o privado, si se paga con una tarifa determinada, si se lo concesiona a quien lo construye o no, si se subsidian o no y en qué medida y a quiénes las tarifas, decisiones todas que impactan en el costo de la energía para todos los usuarios y la economía en general”.
Finalmente, Martínez le sugirió al ministro de Infraestructura entrante que “antes de tomar decisiones sobre esta cuestión, primero debería interiorizarse de qué se trata y cómo funciona este sistema complejo que utilizamos absolutamente todos los argentinos”.