La magra liquidación de los exportadores ante el nuevo dólar que ofreció Sergio Massa, que se compone de 50% a la cotización oficial y el resto al precio del contado con liquidación (CCL) lo que equivale a un dólar de $630, no convenció. El volumen de negocios fue magro y los exportadores se sentaron sobre sus productos porque esperan una mayor devaluación del Gobierno electo.
Las consultoras coinciden en que habrá devaluación, pero no se ponen de acuerdo en la magnitud. Mientras para la calificadora de Riesgo Fitch va a ser “importante y llevará a inflación y recesión”. Para la Fundación Capital podría ser moderada “pudiéndose interpretar que, si bien el norte es la unificación del mercado de cambios, difícilmente ocurra pronto. Además, aún restan conocerse mayores precisiones sobre el futuro programa económico e importantes nombres del gabinete”.
La calificadora opinó que “dado los desafíos de gobernabilidad creemos que es probable que se produzca algún tipo de incumplimiento (default) en los próximos años, como se refleja en nuestra calificación soberana “CC”.
A Fitch le preocupan los vencimientos próximos de USD 910 millones a fin de año y de USD 1.500 millones de cupones de eurobonos en enero. “El éxito de los ajustes de Milei combinado con mejores cosechas y las ganancias extraordinaria provenientes de Vaca Muerta determinarán cuán profunda es esa posible restructuración. Sin embargo, refinanciar las obligaciones en lugar de reestructurarlas depende de recuperar el acceso a los mercados lo que requerirá confianza en la gobernabilidad y una nueva dirección política que pueda resistir futuros ciclos electorales”.
Todos los informes coinciden en que un nuevo acuerdo con el FMI es ineludible y que hay que dar por caído el anterior y empezar de nuevo. A partir de allí puede definirse el acceso a los mercados de capital, clave para no caer en default.
Javier Timerman, Managing Partner de Adcap Grupo Financiero, señaló que “la realidad es que la Argentina hasta el domingo no estaba en el radar de los inversores. Pero que esta euforia se convierta en un rally sostenible en el tiempo va a depender de los anuncios que haga Milei en términos de personas, de su plan y de los primeros movimientos. Yo creo que seguramente Milei va a ir al FMI con un plan bastante ortodoxo. Si logra convencer con el plan monetario, creo que puede conseguir plata fresca”.
En este marco de análisis, lo importante fue el margen de la victoria de Javier Milei. Los organismos internacionales y los inversores saben que no es lo mismo ganar por más de 11 puntos que por una diferencia mínima. Una victoria amplia es un KO a una forma de gobernar y habla de una sociedad que quiere la libertad de comercio y de mercados. Por eso la euforia.
La Bolsa, por caso, negoció $37.168 millones, el volumen más elevado del año y el S&P Merval de las acciones líderes subió 22,84% en pesos y 22,03% en dólares. Las empresas que tienen en el horizonte un ajuste de tarifas o están relacionadas a la exportación y a la energía, fueron las más favorecidas. Telecom subió 43,30%; YPF, 40,94% y Transportadora Gas del Sur 37,28%.
Los ADR’s -certificados de tenencias de acciones argentina que cotizan en las Bolsas de Nueva York- tuvieron una rueda negativa tras la euforia del día anterior, porque hubo toma de ganancias. Telecom con 9,5% fue lo mejor. YPF, que el lunes aumentó 40%, bajó 1,2%.
Los bonos de la deuda tuvieron subas contundentes, en particular los que fueron reestructurados en 2005 cuando Roberto Lavagna era ministro de Economía. El Global 2035 aumentó 11,42% y el 2041, 7,7%. El riesgo país cedió 68 unidades (-3%) a 2.175 puntos básicos.
En la plaza cambiaria el MEP que antes controlaba el Banco Central con sus intervenciones, aumentó $102,83 a $930,44, mientras el CCL lo hizo en $4,06 (+0,5%) a $880,33 debido a la venta de los exportadores. En el Senebi, donde las operaciones son libres, el CCL subió $44 a $920 y el MEP, $51 a $915.
Según el informe de la consultora F2 de Andrés Reschini “Milei mostró su versión más “dovish” (menos agresiva) y el mercado lo celebró. Pese al nuevo PIE de 50% y 50% de dólar oficial y CCL, no influyó y en el Mercado Único y Libre de cambios y el volumen de operaciones cayó a USD 146 millones y el Central terminó con saldo neutro. Difícilmente se liquide más de lo justo y necesario ante lo que luce como una inexorable devaluación. Los dólares alternativos se mantuvieron firmes, no atravesaron una rueda de desmadre y la brecha se mantuvo bastante controlada. Los futuros ajustaron con subas que superaron 31% en la parte larga y diciembre ya promete una devaluación de $422 sobre el ajuste de noviembre y un 122% sobre el spot de hoy. Lo llamativo y sorprendente es que el volumen de operaciones cayó marcadamente ya que apenas se negociaron 488 mil contratos en el Rofex y 63 mil en el MAE. Como hipótesis: el alto volumen del viernes que hizo que buena parte del mercado esté cubierta y que hubo un probable corrimiento del Central que achicó la oferta. Pero lo cierto es que el mercado espera una marcada reducción de la brecha con una suba del tipo de cambio saltando en diciembre”.
Fin de año cerró a $ 925 y marcó una devaluación de 422% para todo el año. Las reservas aumentaron USD 132 millones a 21.636 millones y no se vendieron dólares a los exportadores.
La buena noticia para Sergio Massa fue que en la licitación de bonos del Tesoro se consiguió 115% más de lo que se necesitaba para renovar los vencimientos. El total recaudado fue de $1,7 billones.
Los días que vienen serán de tremenda volatilidad porque el mercado está expresando en sus precios más sensaciones que anuncios del presidente electo.