Es uno de los sectores estratégicos del país y en las últimas gestiones presidenciales tuvo momentos de extrema tensión y reclamos por parte de las grandes empresas privadas que lo integran. También hubo concesiones cuestionadas, denuncias por injerencia del Gobierno y permanentes reclamos tarifarios.
La industria de las telecomunicaciones es un área clave y su regulador, el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), es un puesto que suele tener bajo perfil –al menos en comparación con otras reparticiones–, pero que es muy codiciado. Quien influya en ese segmento tendrá control directo en la regulación, las inversiones, las tarifas y las licitaciones de licencias de negocios vitales, como son la provisión de internet y la telefonía móvil.
El área dependerá de Guillermo Ferraro, quien fue confirmado ministro de Infraestructura del nuevo gobierno.
En el país, son tres las compañías que compiten en la cima de la industria: la española Telefónica-Movistar; Telecom-Personal, del grupo Clarín; y Claro, del magnate Carlos Slim. El mexicano, que tiene un patrimonio de USD 94.000 millones según Forbes, habría tenido una fuerte presencia en la campaña de Milei. Ese apoyo ahora jugaría fuerte e inclinaría la balanza a la hora de digital las designaciones para el sector.
“Slim, en general, juega. Alguna vez lo hizo con el kirchnerismo, con Abal Medina padre, como intermediario. No me sorprendería que haya jugado fuerte esta vez, aunque también es verdad que los temas regulatorios están más o menos resueltos. Ellos también son parte de los reclamos contra las políticas de Alberto”, aseguró un player importante del mercado que pidió reserva de su nombre.
El Enacom nació en el gobierno de Cristina Kirchner; estuvo a cargo de Miguel de Godoy en el gobierno de Mauricio Macri; y es comandado por el massista Claudio Ambrosini, con Alberto Fernández en la Casa Rosada. El ente reemplazó a la vieja Secretaría de Comunicaciones, que funcionaba en tándem con el organismo que regulaba el sector, la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC).
En ese sentido, habría una carpeta con un proyecto para convertir el área nuevamente en secretaría de Estado. En el sector creen que sería algo engorroso de concretar, al menos de inmediato. El Enacom nació de una ley del Congreso y allí tendría que resolverse su eventual disolución. A menos que Milei firme un DNU.
Los candidatos que tiene en mente Javier Milei son tres por el momento: Alejandro Cosentino, Rodolfo Bianchi, ambos parte de los equipos técnicos de LLA. ¿Cosentino podría ser secretario de Innovación y debajo suyo el Enacom? Otra versión que circuló en las últimas horas. También se mencionó a Adriana Vaccaro, un ex ejecutiva de las empresas de Carlos Slim en el país, en la década del 2000, que también fue directora de Relaciones Institucionales del Correo Argentino durante el gobierno de Cambiemos, quien podría ocupar alguna posición en directorio del Ente o en alguna de las empresas públicas vinculadas.
Cosentino es un experto fintech –fue vicepresidente de la cámara local– y es parte de los equipos técnicos de Milei desde hace varios meses. Incluso en los últimos tiempos participó en reuniones con las empresas del sector, confirmaron fuentes de la industria a este medio. Cosentino fue fundador de Afluenta, una de las primeras empresas fintech de Argentina que ofrece préstamos colaborativos online. Y tiene lazos con el mundo financiero donde se desempeñó por varios años en American Express, Santander Río y The Exxel Group, entre otras compañías. Este año anunció que se retiraba de la conducción operativa de Afluenta –ahora solo es accionista–, decisión que coincidió con el comienzo de su trabajo junto al libertario.
El mendocino Rodolfo Bianchi es el referente de La Libertad Avanza en San Rafael. Allí fue candidato a intendente de San Rafael, en agosto (perdió con el peronista Omar Félix). Bianchi tiene negocios vinculados a internet en Mendoza y también en Colombia y fue presidente de Cámara de Comercio, Industria y Agropecuaria, de San Rafael, y a nivel nacional fue uno de los fundadores de la Cámara Argentina de Pequeños Proveedores de Internet (Cappi) y de la Cámara Argentina de Internet (Cabase).
El mes pasado, en la jornadas de ATVC (la Asociación TIC, Video & Conectividad), Bianchi habló como experto en el sector de LLA y aseguró que “la eliminación del DNU 690 resulta imprescindible. También debemos contar con un plan de espectro a largo plazo, menor intervención del Estado y burocracia. El estado debe fomentar el desarrollo de internet, no regularlo”. El decreto 690, firmado por Fernández en agosto de 2020, declaró como servicios públicos en competencia a la telefonía móvil, internet y la tevé por cable.
Satélites y fibra
Otro eje central del sector es Arsat. La empresa satelital del Estado ostenta una red troncal de fibra óptica de casi 40.000 kilómetros, a lo largo de toda la Argentina; es dueña de muy importantes y potentes data centers, maneja los satélites Arsat I y II, y controla la TDA. Es un negocio superavitario que quedaría “en manos de una mujer de una de las compañías del sector”, según dicen en el mercado.
¿Podría entrar en el combo de empresa del Estado nacional que el libertario asegura que vendrá, cómo YPF y Aerolíneas Argentinas?
La empresa estatal se quedó con una parte de la reciente licitación de 5G, con la que el Gobierno recaudó más de USD 1.000 millones. Claro, Telefónica y Telecom, que pagaron USD 350 millones cada una en licitación de nuevo espectro, temían que Arsat pudiera asociarse a otro privado como operador de quinta generación móvil, que no iba a pagar su ticket de ingreso al sector. Varios nombres de empresarios importantes circularon como interesados. Finalmente, ganó Milei y esa opción por el momento parece descartada. Como sea, Arsat es un activo estratégico, sobre todo por su extenso troncal de fibra óptica.
Mañana jueves está agendada una reunión de coordinación del sector, según pudo saber este medio. Ambrosini, del Enacom; Gabriel Katopodis, ministro de Obras Públicas, y Diego Giuliano, ministro de Transporte, se reunirán con Ferraro y sus futuros secretarios, entre ellos quiénes comandarán en la era Milei el más que estratégico y siempre codiciado sector de las telecomunicaciones argentina.