Los inversores financieros internacionales ya pasaron el punto de escepticismo respecto de la Argentina y quieren ver la implementación de cualquier reforma antes de volver a comprar deuda del país.
Un ejecutivo de un importante fondo de inversión global ya hizo su apuesta. En diálogo con Infobae -y con el expreso pedido de mantener su nombre bajo reserva- advirtió: “Si gana Javier Milei, el próximo mes será caótico porque la Argentina quedaría acéfala hasta que asuma y si gana Sergio Massa su gobierno empieza el lunes siguiente a la elección”.
En caso de un triunfo del actual ministro de Economía, el hombre del sistema financiero, algo molesto por el frío de Nueva York, consideró que “lo primero que tiene que hacer es hablar con el Fondo y hacer algo con el tipo de cambio; el mercado le va a tomar la temperatura con esa cuestión”.
Wall Street no le da plata a presidentes; compra bonos de proyecto del país, independientemente del nombre del presidente
— ¿Hay optimismo si gana uno u otro?
— Wall Street no le da plata a presidentes; compra bonos de proyecto del país, independientemente del nombre del presidente-concluyó, tajante, mientras armaba sus planes por el Día de Acción de Gracias de la semana próxima.
Fernando Losada, Head of Emerging Markets Research de Oppenheimer, destacó, sin sutilezas, que “Argentina es como un tipo que se está cayendo del balcón de un segundo piso: sabemos que se va a dar un golpazo inevitable”.
La recuperación, aclaró, “va a depender del diagnóstico y la terapia del nuevo médico (presidente), pero el golpe duro llegará bajo ambos escenarios”, amplió Losada.
En cada caso, el economista se resignó: “hasta ahora hay poco como para sacar conclusiones. Milei va a ser ‘Milei versión 3.0´, mucho más domesticado que el original y teniendo que hacer muchas concesiones para lograr gobernabilidad”. En tanto, “Massa presidente va a tener que deshacer lo que hizo Massa candidato. Pero si hay un político argentino al que no le importa cambiar 180 grados, es a Massa”.
De todos modos, advirtió Losada: “hay mucho riesgo de hiperinflación bajo ambos escenarios”.
Historia de recurrentes fracasos
— ¿Qué esperará el mercado para volver a comprar deuda argentina?
— No hay cheque en blanco esta vez. La historia de cambio de régimen falló con Mauricio Macri y ahora nadie se quiere quemar. Todos los inversores con los que hablo me dicen: “show me reforms and adjustment first, then I write the check” (mostrame las reformas y el ajuste primero, luego firmo el cheque).
No hay cheque en blanco esta vez. La historia de cambio de régimen falló con Macri y ahora nadie se quiere quemar (Losada)
— ¿Y qué reformas piden; lo que exige el FMI u otras adicionales?
— Todo empieza con lo fiscal. Eso es prioritario, no el régimen cambiario-aclaró Fernando Losada.
El banco Barclays señaló que “la Argentina se ha enfrentado a retos debidos a una política ineficaz y a ruido político, lo que ha llevado a una posición económica vulnerable, con contracción del PIB, alta inflación, devaluación de la moneda y escasez de bienes”.
“Las reservas del Banco Central están en niveles críticos y hay unos USD 4.000 millones en pagos netos al FMI y a bonistas entre diciembre y enero. Las fuentes de financiación no son claras el programa del FMI va por mal camino; no se sabe si el swap con China bastará para seguir interviniendo en los mercados de divisas y realizar los pagos programados antes de que las exportaciones de la cosecha de soja de soja (abril/mayo) y los ahorros en divisas del gasoducto gas natural Néstor Kirchner se materialicen (mediados de año)”.
Los riesgos de default aumentarán sustancialmente en los próximos seis meses a causa del malestar social provocado por las políticas de ajuste (Barclays)
“Esto mantiene elevados los riesgos de default a corto plazo. En cualquier escenario electoral, esperamos que se adopten esfuerzos políticos para anclar las expectativas. Los riesgos de default aumentarán sustancialmente en los próximos seis meses a causa del malestar social provocado por las políticas de ajuste. En consecuencia, creemos que la incertidumbre y el incertidumbre y el riesgo de default limitarán las valuaciones de los activos”, indicaron en el informe global llamado “Dulce miel de flores amargas”.
Por su parte, Goldman Sachs indicó en un reporte que “tras los resultados del domingo, los inversores centrarán su atención en los anuncios de política económica; a corto plazo, el tipo de cambio será una variable crítica a seguir (ya que) tras la devaluación de agosto, el tipo de cambio real está aún más sobrevalorado que antes de la devaluación de agosto”.
Pérdida del control
“Los tipos de cambio paralelos, por su parte, siguen cotizando con un importante diferencial sobre el tipo oficial (162% para el tipo de cambio del mercado informal y alrededor del 145% para los dólares bursátiles; además, el mercado de futuros prevé una depreciación significativa en los próximos meses, indicó Sergio Armella de GS.
“Independientemente del ganador de las elecciones, es imperativo un cambio rápido de las políticas económicas. Los desequilibrios acumulados en la economía han crecido demasiado y deben abordarse con rapidez. Esperamos que la economía se contraiga por segundo año consecutivo en 2024″, indicó GS en su informe sobre las consecuencias de los comicios.
Además, indicó que “el desequilibrio fiscal persiste, los bonos soberanos cotizan a niveles críticos y el gobierno carece de acceso a los mercados financieros internacionales. Si los responsables políticos no dirigen la política macroeconómica en una dirección más ortodoxa, el ajuste macroeconómico podría imponerse tarde o temprano, lo que podría dar lugar a una recesión y a una pérdida de control del proceso con mayores costos sociales y económicos”.
Si los responsables políticos no dirigen la política macroeconómica en una dirección más ortodoxa, el ajuste macroeconómico podría imponerse tarde o temprano, lo que podría dar lugar a una recesión y a una pérdida del control (Goldman Sachs)
En este sentido, Jorge Piedrahita, CEO de Gear Capital Partners contó que “el balotaje es uno de los eventos más relevantes en la última generación en donde el electorado decide entre dos modelos tremendamente diferentes”.
“Las perspectivas económicas son preocupantes en ambos casos, pero por razones muy diferentes. En el caso de Masa podemos esperar una continuación de desequilibrios macroeconómicos que ocasionalmente se ajustan para continuar en el mismo camino”, sintetizó.
“El peronismo siempre tuvo vocación hegemónica y Masa en particular tiene una ambición de poder inmoral y desmedida. De manera que no me sorprendería que busque avanzar a lo largo del tiempo hacia el modelo venezolano en donde se realiza un proceso de deterioro institucional calculado y creciente. Al final se busca una hegemonía”, resaltó.
“Creo que en ambos casos el riesgo de hiperinflación continua, pero tal vez la llamarada inflacionaria se dé luego del balotaje; si continúa Massa no podrá evitar el ajuste y si gana Milei la corrida del peso será la causa”, estimó.
Tal vez la llamarada inflacionaria se dé luego del balotaje; si continúa Massa no podrá evitar el ajuste y si gana Milei la corrida del peso será la causa (Piedrahita)
En tanto, Alberto Bernal, director ejecutivo de XP Investments, expresó sus argumentos en la misma sintonía. “Si Sergio Massa gana, la incertidumbre en el mercado será cuánta presión podrá ejercer el kirchnerismo sobre Massa, ya que el kirchnerismo es coherente con el estatus quo, y el mercado odia esa situación”.
“Massa necesitaría traicionar a Cristina si quiere tener una economía que funcione. Si gana Milei, la pregunta del millón será cuán hábil demuestra ser para construir una coalición de trabajo en el Congreso con el PRO y otros actores menores”, detalló.
En cualquier caso, “gane quien gane, no habrá dinero nuevo para Argentina, lo que significa que tendrá que recortar drásticamente el gasto y entregar déficit cero, o la hiperinflación hará el trabajo que los políticos no están dispuestos a hacer”, aclaró Bernal.
— ¿Prevé la necesidad de renegociar la deuda con los privados?
— Todo dependerá de la situación de caja y la posición externa del país (balance comercial). Asumo que no será la primera opción bajo ninguno de los dos escenarios posibles; aunque igual el mercado ya lo incluyó en los precios, dijo el economista.
No habrá dinero nuevo para Argentina, lo que significa que tendrá que recortar drásticamente el gasto y entregar déficit cero, o la hiperinflación hará el trabajo (Bernal)
Por su parte, desde Nueva York, Javier Timerman, Managing partner de Adcap Securities y ex ejecutivo de varios bancos de inversión de Wall Street, sostuvo que “cuando hay inestabilidad financiera, los primeros que sufren son los países débiles, pero la situación de Argentina es muy particular”.
“Los movimientos de los activos locales no están tan relacionados con los activos mundiales ni con lo que pasa con la economía global porque estamos en un proceso electoral que, pase lo que pase el domingo, va a terminar siendo muy disruptivo, generando una grieta tremenda”, contó Timerman.
“Se tienen que corregir muchas variables desalineadas, en un contexto de mucha conflictividad política. La magnitud del costo de corregir esas variables va a depender de cosas que tienen que ver con la política, y hoy en día, la política no contribuye porque está completamente crispada”, opinó Timerman.
Contexto positivo
“El escenario es positivo para los mercados emergentes, porque bajan las tasas de interés y la economía crece, las economías emergentes se benefician por los flujos que van en busca de rendimientos más altos. Pero Argentina no va a participar de ese escenario de forma positiva porque le va a costar muchísimo encauzar su mercado de capitales de tal manera que en 2025, cuando necesite acceder nuevamente al mercado de capitales global, de acuerdo a cuál sea el apetito por el riesgo”, afirmó el economista.
“Argentina está pasando por un momento de bajísima credibilidad como país y también sus políticos. Los inversores le tienen mucho más miedo a la ejecución que a las políticas. Si las tasas de la Fed empiezan a bajar, va a haber un montón de activos en el mundo apetecibles para los inversores. Argentina se queda fuera de la carrera porque no tiene credibilidad”, se lamentó Javier Timerman.
Argentina está pasando por un momento de bajísima credibilidad como país y también sus políticos (Timerman)
El dueño de otro fondo de inversión de Nueva York coincidió con las dudas de sus colegas, al afirmar que el año próximo será favorable para los mercados emergentes, salvo para la Argentina, por la cantidad de reformas que espera el mercado que se pongan en marcha lo más rápido posible y sin financiamiento privado internacional.