En el mercado coinciden que el ganador del balotaje del próximo domingo, sea Sergio Massa o Javier Milei, deberá avanzar en definiciones en uno de los frentes más complejos: el fiscal. A pesar del fuerte ajuste del gasto público que se aplicó desde julio pasado, pero que también se observa en los últimos ocho años, el déficit primario no se reduce debido a la caída en la recaudación del fisco en términos reales. En 2023 el efecto sequía, principalmente, y las medidas electorales expansivas profundizaron el desequilibrio.
Un informe del Mirador de Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE) precisó que, con el mismo nivel de actividad económica, el Estado recauda 14% menos que en 2015. El resultado de ese proceso fue un importante incremento en el el rojo primario de la Administración Pública Nacional.
En el trabajo se destaca que la recaudación total acumulada entre enero y septiembre de 2015 fue de $33,3 billones. En ese mismo período de 2022, descontando el efecto de la inflación, los ingresos cayeron a $31,5 billones y se desplomaron a $28,7 billones este año en medio del efecto que tuvo la seca en el cobro de derechos de exportación del agro.
En cuanto al gasto primario, este representaba $38,1 billones hace ocho años pero marcó una fuerte caída hasta 2019. En 2020, en medio de la pandemia, la tendencia se revirtió al alza pero no fue suficiente para alcanzar los niveles de finales de mandato de Cristina Kirchner. Las erogaciones fueron de $34,2 billones en los primeros nueve meses del 2022 y cayeron a $32,5 billones en el mismo período de este año.
El resultado de esa dinámica fue un crecimiento en el déficit fiscal primario de las cuentas públicas que complica el cumplimiento de la meta anual con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Hasta septiembre el rojo primario acumuló $2,6 billones, es decir 1,4% del PBI, y superó el target nominal de $2,33 billones que se pactó con el organismo para el tercer trimestre en la última revisión.
Esa nominalidad puede ajustarse en la próxima evaluación, aunque por ahora no tiene fecha definida, ya que la inflación fue más alta a la prevista en el programa. Igualmente, el ajuste del gasto del 5% real interanual no llegó a compensar la pérdida de recaudación del 9% que se observó en ese mismo lapso.
El ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa, dijo públicamente en varias oportunidades que buscará cumplir con el objetivo de un déficit primario del 1,9% del PBI en 2023 que figura en el programa con el Fondo y el proyecto de Presupuesto 2024. Sin embargo, el paquete de medidas expansivas que lanzó el Gobierno tras las PASO y la estacionalidad del gasto jugarán en contra durante los últimos meses del año.
De hecho, los ingresos tampoco ayudarán. La recaudación tributaria de octubre fue de $4,7 billones, con un crecimiento nominal de 127,4% y una caída en términos reales de 7,7 por ciento según se desprende de los datos de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Esa baja se explica principalmente por la fortísima caída que mostraron los derechos de exportación, del 55% descontando la inflación,
Este será uno de los principales temas que deberá tratar el presidente que sea electo este domingo con el FMI, ya que el actual programa se encuentra virtualmente caído. También habrá que esperar para saber si se mantienen los proyectos de eliminación del impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría y de eliminación del IVA. De cómo avance esa negociación dependerá si el organismo libera el desembolso de USD3.300 millones previstos para diciembre, fondos que le servirían al nuevo Gobierno para aliviar las necesidades financieras del verano.