Acuerdos de precios: aumentos preventivos e incertidumbre para lo que viene después del balotaje

La inflación desaceleró en octubre a costa de los congelamientos que se acordó el Gobierno tras la devaluación. Remarcaciones, suspensión de entregas y faltantes son moneda corriente en la previa electoral

Una mujer mira el precio de unos aceites en un supermercado, en una fotografía de archivo. EFE/Juan Ignacio Roncoroni

Los acuerdos de precios que mantiene el Gobierno con las empresas de diferentes rubros, con diferentes niveles de efectividad, permitieron contener una inflación que de todos modos se encuentra en los guarismos más altos en tres décadas. Pero las compañías ya piensan en el futuro de esos convenios tras el balotaje del domingo entre Sergio Massa y Javier Milei, a lo que se suma el descongelamiento del dólar oficial luego de tres meses frenado. El acceso a divisas para pagar importaciones es la principal preocupación del sector privado.

En los últimos días se registraron avisos de aumentos a partir del próximo lunes y suspensiones en las entregas, ante la incertidumbre por los costos de reposición de las mercaderías. Una muestra del efecto de la finalización de los convenios se vio en las últimas semanas con los fuertes incrementos, de 15% y 12% en las últimas dos semanas, que aplicaron los laboratorios a los medicamentos, tras mantener sin cambios sus listas durante los 70 días posteriores a la devaluación de agosto. La Secretaría de Comercio ahora busca que se retrotraigan esos aumentos.

Pero el caso más paradigmático es el programa Precios Justos que fue renovado a finales de octubre hasta el 31 de diciembre próximo con una pauta de incrementos del 5% mensual como tope. Allí están incluidos muchos rubros sensibles como combustibles, remedios, alimentos, bebidas, productos de higiene personal, artículos de limpieza, entre otros.

Desde una importante alimenticia resumieron en diálogo con Infobae el problema del retraso en algunos precios y lo que esperan a partir del próximo lunes. “La realidad es que intentamos dar gestos de buena voluntad cuando nos sentamos con Comercio, pero no es sostenible que nuestras listas aumenten 5% mensual cuando los costos de reposición vuelan todas las semanas. Gane quien gane la elección nos vamos a tener que sentar a discutir esto”.

La inflación reprimida llega al 33 por ciento. EFE/ Juan Ignacio Roncoroni

“En todas las reuniones que tengo con colegas el tema de conversación es la imposibilidad de acceder a dólares para pagar al exterior. Muchas empresas se endeudaron para poder continuar con la producción y las pymes son las que están en una situación de mayor fragilidad. Si el próximo Gobierno asume con una devaluación, a qué tipo de cambio vamos a reponer nuestros insumos”, apuntó otro industrial.

En la comercialización de productos de primera necesidad la incertidumbre se hace notar en la suspensión de algunas entregas, remitos abiertos, avisos de aumentos de dos dígitos desde el lunes y las remarcaciones preventivas. Aunque también se registraron casos similares en rubros como materiales de construcción, ferretería, artículos de limpieza, repuestos automotores, etcétera.

“Esta semana llegaron listas con aumentos de hasta 15% en lácteos, fiambres, harinas, aceites y productos de almacén. Algunos proveedores avisaron que la semana que viene nos van a pegar otra ronda de subas, una locura porque no le vamos a poder vender a nadie así”, se quejó el dueño de una cadena de comercialización minorista.

Las empresas comienzan a pensar en la economía post balotaje REUTERS/Cristina Sille y Agustin Marcarian

En las empresas imaginan escenarios posibles en caso de una victoria de Massa o Milei. En el primer caso coinciden en que el actual ministro de Economía buscará nuevos acuerdos, aunque mantienen optimismo porque se les conceda incrementos mayores al 5% mensual. En el segundo consideran que con el libertario pueden tener mayor libertad para recomponer los atrasos en varios productos.

La otra duda que se abre es qué sucederá con la inflación si se liberan los congelamientos. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) que informó este lunes el Indec arrojó una suba del 8,3%, una importante desaceleración tras el 12,4% de agosto y el 12,7% de septiembre. Ese porcentaje se alcanzó a costa de mantener pisados algunos precios tras la devaluación posterior a las PASO que decidió el Gobierno.

De todos modos, las consultoras esperan desde noviembre una aceleración que lleve la variación del IPC nuevamente por encima de los dos dígitos. En paralelo, la represión implica hasta el momento una “inflación reprimida” del 33% en un contexto en el que se espera que el acumulado de 2023 arroje 185% anual. La vuelta del crawling peg, aún en el 3% mensual, sumará inercia en los próximos meses.