Qué críticas hizo la oficina del FMI que evaluará el crédito a Macri sobre el rol del organismo en la crisis del 2001

La Oficina de Evaluación Independiente del Fondo ya realizó un examen ex post del programa de apoyo del organismo a la Argentina en 2001, con varias conclusiones críticas al país y a Washington; qué alcance tendrá la actual revisión

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Horst Koehler, jefe del FMI en 2001 (Getty Images)
Horst Koehler, jefe del FMI en 2001 (Getty Images)

La Oficina de Evaluación Independiente (OEI) del Fondo Monetario Internacional (FMI) ya realizó un examen post mortem del programa de apoyo del organismo a la Argentina en 2001, con varias conclusiones críticas.

Ese estudio -que ahora se repetirá por el crédito del 2018 aunque sin analizar la legalidad del programa ni el uso de los recursos del Fondo- incluyó fuertes críticas tanto al FMI por prestarle al país sin exigirle cambios en la política económica cuando el 1 a 1 ya no era sostenible como al gobierno por no adoptar medidas que suavizaran el estallido de aquel entonces.

Miguel de Las Casas, Lead Evaluator de la OEI del FMI dijo a Infobae que “la evaluación examinará la aplicación de esta política en programas con acceso excepcional completados, incluido el Stand-By con Argentina de 2018″.

“La evaluación analizará el diseño y la aplicación de los principales elementos de la política de acceso excepcional, que incluyen los cuatro criterios de acceso excepcional (que se centran en las necesidades de balanza de pagos del país, la sostenibilidad de su deuda, su acceso a los mercados y las perspectivas de éxito del programa), los procedimientos reforzados para la toma de decisiones, y las evaluaciones a posteriori”, afirmó.

“En el curso de las evaluaciones de la OEI, es práctica habitual visitar los países relevantes—en este caso Argentina entre otros—para recabar las opiniones de los actores clave a nivel nacional sobre los temas evaluados. En este contexto, está prevista una visita a Argentina, en principio, para finales de noviembre. Se prevé que la evaluación en su totalidad esté finalizada a finales de 2024. La OEI evalúa actividades ya completadas por el FMI, no programas vigentes”, afirmó.

El ministro Sergio Massa anunció que a fin de este mes una misión de la OEI llegará al país para realizar una revisión similar, aunque en realidad no se limitará a la Argentina, sino a todos los programas de acceso excepcional que otorgó al Fondo en los últimos años.

La evaluación del 2001

El jefe del FMI de aquel entonces, Horst Köhler, quería que el gobierno de Fernando De la Rúa devaluara, pero encontró una fuerte resistencia en Buenos Aires y también en varios accionistas del Fondo que temían que ocurriera lo que finalmente pasó: que el país explotara por el atraso cambiario, el déficit fiscal y la pérdida de competitividad tras la decisión de Brasil de devaluar su moneda en 1999.

Anoop Singh y Eduardo Duhalde (Bloomberg)
Anoop Singh y Eduardo Duhalde (Bloomberg)

Una misión encabezada por el economista Nouriel Roubini, ex asesor del Tesoro de EEUU, llegó a Buenos Aires en plena crisis del 2002, para entrevistar a ex funcionarios, economistas y analistas, sobre el rol que tuvo el Fondo en la crisis del 2001.

Cabe recordar que tanto los gobiernos de Carlos Menem como de Fernando De la Rúa contaron con el apoyo financiero del organismo multilateral; en 2001 se puso en marcha el “blindaje” para tratar de atrasar la explosión de la convertibilidad, pero a fines de ese año la crisis se tornó inevitable y el Fondo retiró su apoyo.

Recién en 2003, cuando Eduardo Duhalde anunció que no iría por un nuevo período presidencial, el organismo, con la dureza expresada por Anne Krueger y Anoop Singh, aceptó firmar un programa “puente” para refinanciar los pasivos del país, hasta que asumió Néstor Kirchner y firmó un programa de tres años.

La evaluación se focalizó en el período de 1991-2002, “desde la adopción del régimen de convertibilidad al período inmediatamente siguiente a su derrumbe”.

Las conclusiones

El informe, difundido en julio del 2004, incluyó las siguientes conclusiones:

– ”La crisis argentina de 2000–02 fue una de las más graves crisis cambiarias de los últimos tiempos. La crisis tuvo devastadoras repercusiones tanto en lo económico como en lo social e hizo que muchos observadores cuestionaran el papel cumplido por el FMI durante la década precedente, período en el que la institución había tenido casi sin interrupción cinco acuerdos de financiamiento”.

– ”El informe no fue modificado en respuesta a los comentarios de la Gerencia ni a las opiniones expresadas por los directores ejecutivos”.

– ”La crisis fue consecuencia de la incapacidad de las autoridades argentinas para adoptar las medidas correctivas con debida anticipación”.

Domingo Cavallo y Fernando De La Rua (NA)
Domingo Cavallo y Fernando De La Rua (NA)

– ”El monitoreo ejercido por el FMI no logró alertar sobre la creciente vulnerabilidad de las políticas escogidas por las autoridades, y el FMI cometió el error de respaldar durante demasiado tiempo políticas inadecuadas”.

– Ya en el 2000, se advertía Fondo Monetario Internacional preocupación por la sostenibilidad del tipo de cambio y de la deuda, pero no había una solución fácil”.

– ”Reconociendo los grandes costos que entrañaría abandonar la convertibilidad, el FMI apoyó los esfuerzos de Argentina por preservar el régimen cambiario. Dicho apoyo resultó justificable hasta enero de 2001 porque con ese gran respaldo financiero y una decidida corrección de las políticas, existía cierta posibilidad de éxito”.

– ”Sin embargo, los desembolsos posteriores, efectuados a pesar de que repetidas veces se adoptaron políticas inadecuadas, solo pospusieron la resolución fundamental de la crisis”.

– ”En retrospectiva, los recursos utilizados en el intento de conservar la paridad podrían haberse aprovechado mejor para paliar algunos de los costos inevitables de abandonar la convertibilidad”.

– ”Durante el período anterior a la crisis, el FMI identificó correctamente que la disciplina fiscal y las reformas estructurales, sobre todo la del mercado laboral, eran esenciales para la viabilidad del régimen de convertibilidad”.

– ”No obstante, en la supervisión se subestimó la vulnerabilidad que podía provocar el constante aumento de la deuda pública, en vista de que una gran parte estaba denominada en dólares y se había contraído en el exterior, y no se consideraron estrategias de salida cuando se hizo evidente que no cabía esperar un progreso significativo en materia de reformas estructurales”.

Anne-Krueger (Reuters)
Anne-Krueger (Reuters)

– ”El FMI mantuvo por demasiado tiempo una serie de programas con Argentina, cuando las políticas que se respaldaban eran inadecuadas”.

– ”A partir de finales de 2000 el FMI incrementó los recursos comprometidos hasta llegar a US$22.000 millones. La estrategia estaba basada en que la sostenibilidad del tipo de cambio o de la deuda era controlable con firmes medidas en el frente fiscal y estructural, estrategia que podría haber funcionado si los supuestos en que se basaba se hubiesen materializado y el programa se hubiese ejecutado en su totalidad”.

– ”Pero las autoridades no fueron capaces de implementar las políticas tal como se había convenido y las renuncias sucesivas de dos ministros de Economía en marzo de 2001 destruyeron la confianza de los mercados”.

– ”Luego, el nuevo ministro de Economía (Domingo Cavallo) comenzó a tomar una serie de medidas polémicas que sacudieron los mercados, pero el FMI, dado que no tenía plan de contingencia, continuó con los desembolsos y aumentó los fondos en apoyo a las políticas en vigencia”.

– ”A mediados de 2001 debería haber quedado claro que la estrategia inicial había fracasado y que tanto el tipo de cambio como la deuda pública de Argentina no podían considerarse sostenibles”.

– ”Sin embargo, el FMI no presionó a las autoridades para que dieran un giro fundamental al régimen de políticas y, en diciembre de 2001, interrumpió el respaldo financiero que prestaba al país”.

– ”La decisión de considerar que el programa se había desviado de sus metas se justificaba plenamente en esas circunstancias, pero la forma en que se tomó la decisión indicaba que la institución no estaba en condiciones de proporcionar gran ayuda a medida que se desencadenaba la crisis”.

– ”Abandonar la paridad hubiese sido costoso independientemente de cuando se realizara. Sin embargo, si el FMI hubiese adoptado un cambio de estrategia con anterioridad se podrían haber mitigado algunos de los costos, porque el deterioro de la economía del país habría sido menor y se habría contado con más recursos para moderar el proceso inevitablemente doloroso de la transición”.

Las recomendaciones

A partir de este duro diagnóstico, la OEI desarrolló una serie de recomendaciones:

– ”Desde la crisis argentina, es mucho lo que se ha aprendido en el FMI. Se han establecido, o están analizándose, nuevas directivas para incorporar esos conocimientos en las políticas y en los procedimientos operativos”.

– ”Es necesario reforzar el proceso de monitoreo que ejerce el FMI, haciendo especial hincapié en la sostenibilidad del tipo de cambio y de la deuda a mediano plazo. Para alcanzar esta meta, el FMI debe mejorar los instrumentos que se utilizan para evaluar el tipo de cambio real de equilibrio, examinar el perfil de la deuda desde el punto de vista de la intolerancia de la deuda y adoptar una perspectiva a más largo plazo en cuanto a las vulnerabilidades que podrían aparecer en el futuro”.

La crisis del 2001 terminó de explotar con el corralito
La crisis del 2001 terminó de explotar con el corralito

– ”El debate sistemático de la política cambiaria debe ser un ejercicio de rutina basado en un franco análisis del personal técnico del FMI”.

– ”El FMI deberá tener una estrategia de contingencia desde el momento en que comienza una crisis, que incluya reglas de decisión para limitar las pérdidas, un conjunto de criterios que permita determinar si funciona la estrategia inicial y que sirva de guía para tomar una decisión sobre cuando es necesario cambiar de estrategia”.

– ”Cuando hay dudas sobre la sostenibilidad de la deuda o del tipo de cambio, el FMI deberá indicar que su apoyo está condicionado a un cambio significativo de las políticas del país”.

– ”Una alta prioridad debe darse a definir el papel que ha de cumplir la institución cuando un país que pide acceso excepcional a los recursos de la institución tiene un problema de solvencia”.

– ”El FMI deberá abstenerse de iniciar programas con un país cuando no haya una necesidad inmediata de balanza de pagos y existan graves obstáculos de índole política para que se implementen las políticas apropiadas, o las reformas necesarias”.

¿Aprendieron el FMI y el país de ese examen? La historia de alta inflación de los últimos 20 años no parece brindar una señal positiva en ese sentido. Habrá que ver si esta nueva revisión sirve para algo más.

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