La Secretaria de Energia, Flavia Royon, recibió este mediodía a las principales operadoras de combustibles del país para analizar los problemas de abastecimiento que en los últimos días registraron en el sector.
En el encuentro se acordó la importación de 10 barcos de combustible para normalizar el suministro y se estableció que se van a terminar las paradas técnicas en los próximos diez días, lo que aumentará la capacidad de refino de las principales refinerías del país, lo cual solucionará en los próximos días los faltantes.
Además se concluyó que el suministro estará garantizado, para llevar “tranquilidad a la población de que no habrá desabastecimiento y desalentar maniobras especulativas”.
De la reunión en la cartera de Energía participaron Pablo González (presidente de YPF), Martín Urdapilleta (gerente general de Trafigura), Marcos Bulgheroni (CEO de Pan American Energy) y Andrés Cavallari (CEO de Raízen Argentina).
Entre los ejes del encuentro, los directivos detallaron que se registró una mayor demanda en los últimos días, con incrementos de hasta el 15% respecto al 2022. Esto también obedeció a una mayor actividad, dado que hubo un fin de semana que marcó un récord en materia turística en todo el país.
Por otra parte, destacaron la mayor actividad del campo, pues el sector agropecuario está necesitado de combustible para la siembra, mientras que en octubre no fue ajeno el factor elecciones: durante el fin de semana (comicios generales) hubo consumos inusuales, alentado por una expectativa de una devaluación en algunas provincias.
En este sentido, Raizen informó acerca de un récord de procesamiento de combustibles , así como altos niveles de utilización de la capacidad de refino en el país, mientras que desde Axion señalaron la posibilidad de aumentar el volumen de refinación.
A lo largo y a lo ancho del país, las estaciones de servicio estuvieron con problemas para llegar al final del día con combustible suficiente como para satisfacer a la demanda. El problema se genera en el ritmo cansino al que avanzan los precios en el surtidor, lo que genera grandes diferencias significativas de precios entre las distintas marcas y vuelca el peso de la demanda a las más baratas. Y en las dificultades para importar. Además, la propia dinámica hace que los conductores se apuren a llenar el tanque para adelantarse a posibles nuevos aumentos o por miedo a quedarse sin combustible, lo que tensiona aún más al sistema.
Los representantes del Gobierno y directivos del sector instaron a llevar “tranquilidad a la población de que no habrá desabastecimiento”
“En un país que se maneja su logística mayoritariamente por fletes en camión y con una matriz productiva, netamente agropecuaria, la falta del insumo básico -combustible- genera un caos productivo, sea esto en la siembra, la distribución el abastecimiento de alimentos y la vida de todos los días. Como representantes de los productores del interior del país advertimos que la falta de combustible en todas las provincias está provocando demoras en las labores agropecuarias, afectando seriamente en el inicio de esta nueva campaña”, advirtió en un comunicado Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
“Frente a la necesidad crece el abuso y entonces aparecen los cupos y los sobreprecios. Sucede que los productores se ven obligados a pagar precios elevados en el mercado negro por combustible, lo que sin duda agrega costos de producción y reduce los márgenes de rentabilidad”, añadieron desde CRA.
El panorama de escasez se ve acentuado, además, por la reacción lógica de los conductores. Según relatan distintos jugadores del mercado, la demanda está muy por encima de lo habitual. Así como en los días previos a las elecciones del domingo pasado los consumidores se abalanzaron a los supermercados y shoppings para adelantar consumo, antes de que un posible cimbronazo electoral eleve los precios, los conductores se lanzaron también a las estaciones de servicio.
“La situacion de faltantes se ve a lo largo y a lo ancho del país. No existe la cantidad de producto suficiente para cubrir esa demanda, porque las petroleras le imponen cupos a las estaciones”, dijo a Infobae Carlos Gold, ex presidente y actual secretario de Relaciones Institucionales de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha).
“En épocas normales las compañías entregan el producto refinado localmente que es el 80% de la demanda y el resto entregan combustible importado. Ese 20% que se importa no se está volcando al mercado porque hay problemas con la nacionalización de los barcos, no están apareciendo las divisas que necesitan las petroleras para pagarlo. Entonces no se puede curbir la totalidad de la demanda”, dijo el dirigente empresario.