El 12 de octubre pasado, en medio de la inestabilidad cambiaria y tras un nuevo dato de inflación por encima del 12% mensual, el Banco Central decidió subir 15 puntos porcentuales la tasa de política monetaria y, con ella, el rendimiento que pagan los depósitos a plazo fijo. Ahora, está en el 133% nominal anual y 253% en términos efectivos anuales.
En ese contexto, conviene tener en cuenta cuál es el resultado de colocar una suma a plazo fijo en los principales bancos del país, cuánto se puede obtener por intereses y cómo comparan esos resultados con la depreciación que sufre el peso por el avance acelerado del nivel general de precios.
¿Cuál es el interés de un plazo fijo a 30 días?
Desde la semana pasada, el Banco Central obliga a los bancos a pagar una tasa de interés del 133% nominal anual por depósitos a 30 días. Esa cifra, exclusiva para depósitos a plazo fijo a 30 días para personas físicas y por menos de $30 millones, implica un rendimiento directo del 10,93% en un mes. Es decir, un resultado que corre desde atrás a recientes datos de inflación que marcaron 12,7% y 12,4% en septiembre y agosto, respectivamente.
Infobae elaboró una calculadora de depósitos a plazo fijo que permite saber cuánto va a percibir un ahorrista por cualquier monto que coloque hoy a un plazo de 30 días.
Simulador de plazo Fijo
Cuánto ganás en 30 días
Al final del plazo fijo recibís:
133,00%
10,93%
¿Que conviene plazo fijo a 30 o 60 días?
Como rige la misma tasa nominal sin importar que la inversión se haga a 30, 60 días o más, conviene elegir siempre el plazo más corto, y aprovechar el interés compuesto (como se llama en la jerga financiera a la reinversión, ante cada vencimiento, tanto del capital original como de los intereses que se van cobrando).
De esa forma, cada mes la tasa se aplicará sobre un capital mayor, y no siempre sobre el monto que se depositó inicialmente.
Hacer plazos fijos más largos que un mes puede tener sentido en un contexto en el que el mercado teme o anticipa bajas de tasa en el futuro. Así, por ejemplo, un ahorrista que depositó a 60 o 90 días se mantendría gozando de una tasa alta si el Banco Central recorta los rendimientos en pesos en ese período. Pero eso no está en las expectativas del mercado local en la actualidad: lo mejor es hacer plazos fijos cortos y, en todo caso, renovarlos cada 30 días.
Un ejemplo. Si se depositan hoy $100.000 a plazo fijo, en 30 días se cobrarán $110.931,51, es decir el capital original más $10.931,51 de intereses. Reinvirtiendo esos $110.931,51 a un nuevo plazo fijo a 30 días, pasados 60 días en total el resultado alcanzará los $123.057,99 entre capital e intereses (asumiendo que la tasa se mantiene en 133 por ciento).
En comparación, un plazo fijo de $100.000 a 60 días con una tasa del 133% nominal anual arrojaría dos meses más tarde un resultado total de $121.863,01 entre capital e intereses. El rendimiento de dos plazos fijos de 30 días es mayor al de un solo depósito de 60 días, si la tasa se mantiene estable.
¿Cuánto está dando un plazo fijo a 30 días?
De acuerdo al incremento en las tasas de interés, los inversores que quieran realizar un depósito en plazo fijo a 30 días tendrán un rendimiento del 10,93 por ciento. Este porcentaje se obtiene en base a la Tasa Nominal Anual, que actualmente es el 133 por ciento, llevada a 30 días de plazo. Puesto en cifras concretas, un depósito a plazo fijo de $100.000 pagará dentro de un mes $110.931,51, es decir el capital original más $10.931,51 de intereses.
¿Cómo funciona el dinero a plazo fijo?
Un depósito a plazo fijo es un producto financiero mediante el cual un particular (persona física) o una empresa (persona jurídica) deposita una cantidad de dinero en una entidad financiera durante un plazo de tiempo determinado a cambio de una remuneración a una tasa de interés fijada en forma previa.
La tasa de interés de un plazo fijo es el porcentaje que te indica cuánto dinero (ganancia) va a generar tu inversión en el banco. Es decir, cuánto dinero va a producir la inversión durante el tiempo que esté depositada en el banco, según el plazo que se haya acordado.
Cuando un plazo fijo tiene una tasa fija de interés, significa que la misma se pacta al inicio de la inversión y se mantiene sin modificaciones durante la vigencia del plazo fijo.