En la segunda jornada cambiaria posterior a las elecciones generales, el Banco Central volvió a comprar dólares en el mercado mayorista. Hoy lo hizo por USD 42 millones, que se suman a los USD 195 que había comprado ayer.
El precio del dólar gravita en el humor del electorado y, dado el control de capitales vigente, es la cotización alternativa la que da la pauta de la capacidad de ahorro, con un billete que siempre sirve de defensa ante los peligrosos procesos de espiralización inflacionaria y devaluatoria.
Un importante banco internacional afirmó que el escenario electoral que se configuró el domingo aleja en el corto plazo el temor a una hiperinflación, pero también las posibilidades de implementar reformas estructurales en el país.
La cotización “blue” del dólar acotó a 25 pesos el descenso de los precios de este martes, a $1.075 para la venta en el reducido mercado marginal. La divisa anotó un máximo nominal de 1.100 peso el lunes, horas después de las elecciones presidenciales que tendrán una segunda vuelta el 19 de noviembre.
La divisa negociada en el mercado informal recorta 50 pesos en sus precios de venta este martes, a $1.050, luego de haber marcado un máximo nominal el lunes, en los 1.100 pesos. En el transcurso de octubre, el billete “blue” conserva una ganancia de $250 o 31,3 por ciento.
A veces se cumplen, a veces no y, otras veces, como parece ser la jornada de hoy, los pronósticos se cumplieron a medias.
Los depósitos en dólares en efectivo del sector privado retrocedieron en 161 millones de dólares el jueves 19 de octubre, a USD 14.372 millones, en su nivel más bajo en en siete años, desde el 17 de octubre de 2016, cuando alcanzaron los 14.240 millones de dólares.
Las reservas internacionales brutas del Banco Central crecieron el lunes en USD 7 millones, para finalizar en 24.551 millones de dólares. Este stock de activos anota un descenso de USD 20.047 millones en lo que va de 2023 o un 45 por ciento.
Si algo se da por sentado tras la victoria de Sergio Massa en las elecciones y su pase al balotaje es que el dólar oficial permanecerá sin cambios al menos en las próximas semanas, posiblemente hasta que culmine la segunda vuelta electoral. Pero al mismo tiempo, los contratos de dólar futuro en el Rofex se desplomaron, especialmente para fin de año: pasó de cerrar el viernes a $820 a solo $595 ayer, una reducción de 37% en un solo día.
Los números de los mercados no son precisamente una apuesta al futuro. Lo que más se destacó fue que uno de los miedos de los inversores, el plan de transformar al dólar en la moneda local, tiene menos probabilidades de concretarse.
El dólar libre empezó la semana a $1.100 después de dos días en los que no hubo precio de referencia, el dólar contado con liquidación a $948 y el dólar MEP a $936 por unidad.
El Banco Central logró un saldo positivo de USD 198 millones en el mercado de cambios, su mejor intervención desde el 14 de agosto. Las acciones cayeron hasta 22% y el S&P Merval sufrió su peor baja del año. Los bonos en dólares se hundieron hasta 14%.
Como dato positivo en una rueda financiera de extrema volatilidad tras las elecciones presidenciales, el Banco Central retomó las compras en el mercado de cambios con la absorción de USD 195 millones por su intervención, más de la mitad del volumen operado en una rueda mayorista con negocios de contado por USD 364,9 millones, en lo que fue la mayor compra desde el 14 de agosto.
La cotización del dólar libre subió a un récord de 1.100 pesos para la venta y los precios de acciones y bonos argentinos cayeron ampliamente este lunes. Analistas de mercados ligan esta reacción al sorpresivo resultado de los comicios, con un primer puesto logrado por el ministro de Economía y candidato oficialista, Sergio Massa (36,7%) y un segundo por el candidato ultraliberal Javier Milei (29,9%), y a quien el mercado que al cierre de la última semana creía que se impondría en primera vuelta.
El mercado siguió con expectativa el movimiento de las operaciones cambiarias tras la elección presidencial y luego de jornadas marcadas por la incertidumbre y la falta de referencia de precios.