Qué va a pasar con la producción de autos y la venta de 0km y usados luego de las elecciones generales

La fabricación de automóviles y pick-up en Argentina vivió una semana de mucha incertidumbre antes de las elecciones. Con el ministro de Economía y candidato ganando la primera vuelta, todos esperan una normalización de pagos para llegar al 19 de noviembre

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Las fábricas esperan señales que permitan normalizar una producción que se mantiene al límite por la importación de autopartes
Las fábricas esperan señales que permitan normalizar una producción que se mantiene al límite por la importación de autopartes

“El escenario siempre depende de Massa. Gane o pierda, lo que él haga marcará buena parte del destino de la industria automotriz hasta diciembre. Las medidas que tome el lunes serán unas si queda afuera de la segunda vuelta, o serán otras si se mantiene en carrera”. Con esta idea, un alto ejecutivo de una de las empresas automotrices argentinas intentaba ensayar una respuesta a la pregunta que todos se hacían en el mundo del auto el pasado viernes, y del que muy pocos querían hablar.

La misma voz, este domingo a la noche, cuando la tendencia ya era una certeza y daba como ganador en primera vuelta a Sergio Massa, volvió a dar una sentencia al decir que “ahora ganó y este lunes empieza a transitar un mes en el que la actividad no puede seguir entre paréntesis, paralizada, sin precios, sin insumos. Es imposible sostener el sector, como muchos otros sectores industriales, con mínimos recursos para producir. Deberíamos tener un par de días relativamente tranquilos con el tema dólar, pero después necesitamos que salgan pagos pendientes”.

Esos pagos son los que necesitan los fabricantes argentinos para poder mantener la cadena de suministro de autopartes importadas con las que se producen autos en Argentina. Actualmente, la proporción de partes nacionales que se utilizan para fabricar unidades en las plantas de General Pacheco para Ford y Volkswagen, de Palomar para Peugeot y Citroën, de Ferreyra para Fiat, de Santa Isabel para Renault y Nissan, de Zárate para Toyota y de Alvear para Chevrolet, es del 30 al 35%. Esto significa que el 65 al 70% de las partes provienen del exterior, y se importan bajo el denominado MULC (Mercado Único y Libre de Cambios), es decir, con dólares a valor oficial provistos por el Banco Central.

El 70% de las autopartes de los vehículos nacionales provienen del exterior, pero muchos insumos de los elementos fabricados localmente también son importados
El 70% de las autopartes de los vehículos nacionales provienen del exterior, pero muchos insumos de los elementos fabricados localmente también son importados

Pero también son los dólares que necesitan los fabricantes de autopartes argentinos, para poder pagar los insumos con los que producen, muchos de los cuales provienen también del exterior. Cuando esos pagos, que estaban pautados hace varios meses para hacerse efectivos a 180 días, se empezaron a extender más allá de la fecha acordada por el comprador argentino y el vendedor de otro país, las Cuentas Corrientes empezaron a crecer en volumen de dinero pendiente de liquidación, los intereses empezaron a aumentar las deudas y en algún momento, el retraso pasó a ser una renegociación entre las partes. Algunas lo resolvieron con asumir mayores costos para compensar la demora en los pagos, pero otros padecieron la interrupción del suministro.

“Cuando eso ocurre, cambiar un proveedor no es simple para una automotriz. Una fábrica de autos tiene procesos administrativos y técnicos complejos”, explicó días atrás un ejecutivo cuya marca se vio afectada por falta de partes en el mes de septiembre.

La industria automotriz necesita que se liberen los dólares pendientes apra seguir recibiendo insumos del exterior
La industria automotriz necesita que se liberen los dólares pendientes apra seguir recibiendo insumos del exterior

Esto le sucedió a varias automotrices en los últimos 45 días, pero afectó especialmente a la planta de General Motors Argentina en Alvear, en las afueras de Rosario, que tiene parada la producción de los vehículos que fabrica en nuestro país, que son el Chevrolet Tracker y el Chevrolet Cruze por interrupciones en la cadena de suministro desde el pasado 10 de octubre, y que no pudo reanudar aún sus operaciones.

Este lunes por la mañana, empezando la tercera semana desde que se paró la producción, consultados por Infobae, los voceros de la marca repitieron que la situación es la misma de la semana pasada, en la que GM Argentina informó que continuaba “trabajando para recomponer la cadena de suministro de varios de los proveedores que han suspendido el envío de piezas con motivo de la falta de pagos al exterior. GM reitera su compromiso de reanudar sus operaciones en su planta de Rosario a la mayor brevedad posible.”

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