A veces se cumplen, a veces no y, otras veces, como parece ser la jornada de hoy, los pronósticos se cumplieron a medias.
Si bien hubo un fuerte ajuste de las expectativas de devaluación del tipo de cambio oficial hacia fin de año y la cotización del dólar para girar divisas al exterior (CCL) anotó un ligero retroceso –que se amplió sobre el fin de la rueda hasta cerrar en $948– tras el sorpresivo triunfo del ministro Sergio Massa en las elecciones del domingo, aquellos vaticinios que apenas conocidos los resultados oficiales señalaban un derrumbe del precio del dólar informal y financiero, no se hicieron. Por el contrario, la cotización del dólar libre se mantuvo al cierre por encima de los $1.100 –tras haber tocado el viernes los $1.200– mientras que el MEP o dólar bolsa acusó una suba de 4% durante la rueda para cerrar en 902 pesos.
La demanda de divisas se sostendrá por lo que algunos analistas locales y también del exterior denominan la “persistencia de la emisión monetaria” por más tiempo
Esto a pesar de que se alejó, tras el resultado electoral del candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, la posibilidad de implementar un plan de dolarización. Esa propuesta, se entiende, fue la que impulsó una altísima demanda de cobertura que disparó las cotizaciones.
Ahora, sin embargo, con esa posibilidad prácticamente desdibujada, la presión se mantuvo, al menos en el día posterior a la votación. Las causas son, en algún punto, similares hasta las que se podían encontrar hasta la semana pasada aunque podría suponerse que con “menor urgencia” dado que el libertario no sólo quedó abajo de Massa sino que también lo hizo con una diferencia considerable. En esencia, la demanda de divisas se sostendrá por lo que algunos analistas locales y también del exterior denominan la “persistencia de la emisión monetaria” por más tiempo. Como mínimo hasta fines de noviembre cuando se resuelva el balotaje.
“Es probable que en el período previo a la segunda vuelta de las elecciones, en noviembre, se produzcan nuevas concesiones fiscales. Pero éstas se producirán a expensas de una mayor acumulación de vulnerabilidades macroeconómicas y significarán que el eventual ajuste económico será aún más doloroso y, potencialmente, más desordenado”, opinó Kimberley Sperrfechter, analista para América latina de Capital Economics. En otras palabras, la expectativa de mayor gasto y por ende de emisión sigue siendo una fuente de inestabilidad cambiaria.
Asociado a esa expansión, el alto nivel de inflación que no llega a ser compensado por la tasa de interés de 11% mensual, también alimenta la demanda de dólares en contexto de fondo que no ha cambiado: el BCRA sigue sin tener dólares en sus reservas.
La expectativa de mayor gasto y por ende de emisión sigue siendo una fuente de inestabilidad cambiaria
De ahí que el ministro candidato anunció el nuevo dólar diferencial para exportaciones hasta después de la segunda vuelta, beneficio por el cual los exportadores podrán liquidar 30% de sus ventas a través del dólar financiero y el 70% al oficial. Es un esquema similar al que se aplicó durante septiembre para la soja, que habilitó durante ese mes una relativa calma cambiaria que no logró sostenerse a partir de octubre. Los resultados de esta nueva medida quedan por verse pero el Gobierno ya cuenta, de todos modos, con la disponibilidad de USD 6.500 millones del swap chino.
En cualquier caso, el mercado da por descontado que, tal como lo hizo en la primera jornada tras la elección, el BCRA mantendrá su participación en el segmento financiero aunque, según la consultora 1816 “a un menor costo”, dada la combinación de menores chances de dolarización más una probable mayor oferta del nuevo régimen para los exportadores.
Desde Aurum, en tanto, puntearon en un breve párrafo el impacto electoral en el dólar y por qué se sostiene la presión. Si bien destaca que se alejó la posibilidad de dolarización, lo que disminuye el riesgo para la deuda. “Se consolida la demanda de divisas por la persistencia de emisión por un tiempo más y se consolida el esquema de restricciones mientras que, en estas semanas, se reduce el riesgo de devaluación”, explicó la consultora.