La semana previa a las elecciones presidenciales finalizó con un clima de alta expectativa y pausa en los negocios, a la espera de la definición de las urnas y que determinará el futuro político y económico del país por los próximos cuatro años.
Desde un punto de vista financiero será una “bisagra” o “divisoria de aguas” en el cortísimo plazo: un oficialismo con chances de pelear en una segunda vuelta electoral el 19 de noviembre le dará algo de aire al Gobierno para llevar adelante controles, intervenciones e inspecciones para tensar las riendas sobre los mercados bursátiles y cambiarios. Un oficialismo fuera del balotaje abriría las compuertas de una corrida cambiaria, dado el panorama de salida de depósitos en dólares, desarme de plazos fijos en pesos y reservas inexistentes, con una administración sin poder político para imponerse al mercado.
El dólar libre cerró con un precio testimonial de 900 para la venta (baja de 80 pesos o -8,2% semanal), lejos de su máximo nominal de $1.050 de la semana pasada. No obstante, el billete no registró operaciones genuinas entre miércoles y viernes, con una gran disparidad de valores y cambistas que antes -y tras una serie de controles de organismos de fiscalización en el microcentro y ciudades del interior en las últimas horas- optaron por retirarse de la plaza. En algunas “cuevas” del centro porteño solo se efectuaron operaciones de compra con un piso de 1.000 pesos el viernes, que dan la pauta del envión alcista que podría tener la divisa en los próximos días.
Una clara señal de la búsqueda de cobertura por parte de los agentes financieros la dio el dólar “contado con liquidación”, utilizado para la exteriorización de divisas, que superó el viernes por primera vez los 1.000 pesos en el promedio de acciones argentinas que se negocian en dólares en Wall Street (ADR). El viernes cerró a un récord de $1.035,14 en promedio, según informó Reuters. Con Cedear (certificados de depósito de acciones de empresas extranjeras operadas en pesos en la Bolsa local- el “liqui” se disparó por encima de los 1.100 pesos.
El “contado con liqui” con bonos en el controlado segmento PPT (Prioridad Precio Tiempo) de ByMA terminó a $924,95 (+3,2% semanal) con el Bonar 2030 (AL30C) a 48 horas, mientras que el dólar MEP con el mismo título (AL30D) finalizó a 899,40 pesos (+3,3%). En esta plaza interviene el Banco Central, que entrega divisas a través de la compra de títulos públicos. En tanto, el “contado con liqui” en la franja de mercado que tuvo el mayor volumen, en el Senebi (Segmento de Negociación Bilateral) entre privados terminó a $945,19 en contado inmediato.
“La última semana vio al contado con liquidación nuevamente escalando a máximos y la brecha marcando un nuevo récord de 185% con algunas pausas en el correr de los días, aunque continuando con una tendencia alcista explicada por la incertidumbre con respecto al resultado de las elecciones de este fin de semana, las cuales tendrán a su vez una incidencia sobresaliente en el futuro de la divisa. Las posibilidades de victoria de un candidato que promete una dolarización continuarán empujando a los dólares al alza, aunque en diferentes magnitudes en caso de cerrarse el resultado el domingo o de continuar la incertidumbre hasta un balotaje”, indicó en un informe el Grupo IEB (Invertir en Bolsa).
El dólar mayorista se mantuvo casi fijo, tal como sucede desde el 14 de agosto, para cerrar a 349,95 pesos. “En la semana que acaba de finalizar, acotada por el feriado del lunes, el tipo de cambio mayorista no registró variación respecto al cierre del jueves pasado”, indicó Gustavo Quintana, agente de PR Corredores de Cambio.
“El ‘contado con liqui’ y las cotizaciones paralelas de la divisa contarían con un combustible de alto octanaje para alcanzar un umbral comparable con el de otras crisis históricas. La amplificación de la brecha hasta niveles no vistos desde el ‘Rodrigazo’ harían insostenible cualquier intento del Gobierno de mantener el tipo de cambio en 350 pesos. Pagar temprano el costo político de una devaluación con aceleración inflacionaria sería inevitable para esta gestión en estos términos”, explicó GMA Capital en un informe.
A lo largo de la semana la entidad monetaria finalizó con ventas netas por USD 142 millones en cuatro ruedas operativas debido al feriado el lunes 16. De esta forma, en lo que va de octubre el BCRA anota ventas netas por 860 millones de dólares.
El índice S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires finalizó cerca de su récord en pesos, en las 800.804 unidades. El jueves por la mañana marcó máximo nominal en los 834.791 puntos. De esta forma, el panel de acciones líderes ganó un 5,3% en pesos en las cuatro sesiones operativas, aunque medido en dólares “contado con liquidación”, la paridad implícita en la cotización de los ADR argentinos en Wall Street, perdió un 1,8 por ciento.
Mejor resultó el panorama para los bonos en dólares. Los títulos Globales del canje -en dólares con ley extranjera- avanzaron un 3% en promedio, con un riesgo país de JP Morgan que restó casi 100 unidades desde el viernes 13, a 2.412 puntos básicos para Argentina.
“Anticipar reacciones de mercado en este contexto es también difícil: los mecanismos básicos de mercado están rotos, sea por la intervención decisiva del gobierno en precios clave o por las restricciones que hoy registra la operatoria de los principales activos de cobertura”, evaluaron los analistas de Consultatio Financial Services. “En términos muy generales, vemos que los precios de mercado de activos financieros descuentan lo que conocen: en contado con liquidación y bonos en pesos un escenario relativamente similar al de las PASO donde el escenario de dolarización está incluido con muy baja chance o muy diferido en el tiempo. En bonos en dólares, escenario similar respecto de la chance de dolarización, agravado por el deterioro fiscal de los últimos dos meses”, acotaron.