Por séptimo mes consecutivo la Argentina registró una balanza comercial negativa. Según el Indec, el mes pasado se gastaron USD 6.544 millones por importaciones y se facturaron USD 5.571 millones en exportaciones, lo que dio como resultado un saldo en contra de USD 793 millones.
El mal resultado se dio en un contexto de retroceso del intercambio comercial argentino. Las estadísticas relevadas por el organismo demuestran que se redujeron tanto las importaciones (-8,3%) como los envíos de productos argentinos al exterior (-23,5%). El problema fue que la caída fue mucho más significativa en el segundo caso, lo que revirtió la tendencia lograda en igual mes del año pasado, cuando la balanza comercial arrojó un saldo a favor de USD 381 millones.
Los sectores que marcaron la diferencia
Si se analizan los resultados por rubros, se encuentra que las bajas en exportaciones fueron mucho muy marcadas en los productos que más aportan a la facturación argentina en el exterior. En septiembre, retrocedió 31% la facturación por ventas al exterior de productos primarios y bajó 28,7% la recaudación por los productos manufacturados de origen agropecuario (MOA), un escenario que sigue reflejando los duros efectos de la sequía de la última temporada.
También disminuyó 5,3% el valor de la exportación de manufacturas de origen industrial (MOI) y 33,8% el del rubro de combustibles y energía.
En lo que respecta a las importaciones, tuvo una baja muy fuerte el rubro de combustibles y lubricantes (-42,6%) y el de bienes intermedios (-12,4%). No obstante, atenuaron la baja general dos sectores que crecieron. Se trata de los vehículos terminados, que mejoraron sus ventas dentro de Argentina un 95,3% en relación al noveno mes del año pasado y las piezas y accesorios para bienes de capital, por los que nuestro país pagó un 3% más que el año pasado.
Un año de pérdidas
Durante el 2023, el saldo comercial negativo ha sido casi una constante. Tras la séptima caída consecutiva, el saldo comercial total acumulado de los primeros nueve meses del 2023 es de -USD 6.960 millones. Se trata del peor resultado para ese período de la última década.
Los datos acumulados muestran además un enfriamiento considerable del ritmo de intercambio con los principales socios comerciales. Las exportaciones argentinas se redujeron 4,5% a Brasil en los primeros nueve meses del 2023 y también retrocedieron en Estados Unidos (-22,1%) y China (-22,4%), entre otros destinos.
No fue ese el caso de las importaciones. Si bien cayeron las compras de productos a la mayoría de los socios comerciales, en el acumulado de los primeros nueve meses del año hubo un incremento del 12,8% en el total de dólares pagados a Brasil. También creció (87,9%) el total de dólares pagados a Paraguay y 1,5% los pagados a Alemania.
En contraparte, cayó el total importado a China (-17,2%) y Estados Unidos (-18,7%), dos mercados que le venden mucho a nuestro país.
Tampoco el análisis por rama de productos permite una mirada optimista del intercambio comercial argentino. Al igual que lo ocurrido particularmente en septiembre, los envíos al exterior de productos primarios se desplomaron un 38,3% y las MOA retrocedieron un fuerte 26,7%. Son números determinantes, teniendo en cuenta que entre ambos rubros representan más del 50% del total de las exportaciones nacionales.
No fue bueno tampoco el desempeño de las exportaciones de las MOI (-9,6%) ni de los combustibles y la energía (-7,8%).
En importaciones, sólo un rubro muestra un incremento en el acumulado de los primeros nueves meses del 2023. Se trata de las piezas y accesorios de bienes de capital, por las que Argentina pagó 7,9% más que en el mismo período del año pasado.
El resto de los sectores retrocedió, pero en general las bajas fueron mucho más moderadas que las que se dieron por las exportaciones, lo que condujo a la caída general de la balanza comercial y al peor resultado de la década para el período enero-septiembre.