En 9 meses ingresaron a la Argentina 5,3 millones de turistas extranjeros: ¿qué pasará con el dólar a 1.000 pesos?

Hay ciudades argentinas “inundadas” de extranjeros y las cifras oficiales difundidas por el Indec dan cuenta de ello. En los primeros nueve meses del año visitaron el país 5,3 millones de turistas no residentes, quienes gastaron cerca de USD 3.710 millones, según datos relevados por el Ministerio de Turismo.

Sólo en septiembre ingresaron 580 mil personas del resto del mundo y se estima que gastaron USD 345 millones.

En el acumulado de enero-septiembre se igualaron las cifras de 2019, antes del inicio de la pandemia. Además, en varios meses se rompieron los máximos históricos, como ocurrió en la temporada invernal, incluido agosto.

Asimismo, Argentina fue el país de la región que más turistas extranjeros recibió en lo que va del año y desde el Gobierno proyectan que en todo 2023 ingresarán más de 7 millones de visitantes extranjeros, con un gasto superior a USD 5.000 millones, ambas cifras superiores a las de 4 años antes.

Hay múltiples factores que explican por qué los turistas internacionales visitan a la Argentina, pasando por la conectividad aérea, las promociones en el exterior y las bellezas naturales del país, pero si hay que elegir un disparador que explique el fuerte crecimiento durante este año, es la cotización del dólar.

Santiago Manoukian, economista jefe de Ecolatina, explicó que el nivel del tipo de cambio real (cuán caro o barato es un país con relación a otros) es uno de los factores que determina el flujo del turismo internacional.

“Cuando el tipo de cambio real sube, se abaratan en términos relativos los destinos nacionales frente a los internacionales, incentivando la llegada de turistas extranjeros y promoviendo, en el caso de residentes, la sustitución de destinos en el exterior por locales”, destacó.

Ese es justamente el escenario que se ha dado durante este año, especialmente a partir de abril, mes en el que la cotización del dólar libre saltó de $400 a casi $500 en cuestión de días.

Con la clara intención de favorecer la llegada de turistas del resto del mundo, el Gobierno favoreció aún más la mejora del tipo de cambio para extranjeros, estableciendo que, quienes tuvieron gastos con tarjeta dentro de Argentina, accederían a una cotización equivalente al dólar MEP.

La decisión repercutió en el flujo de visitantes extranjeros, al punto que algunas ciudades fronterizas lograron cifras históricas de turistas internacionales, fomentadas por los “tours” de compras organizados desde el otro lado de la frontera. Miles de personas comenzaron a llegar desde otros países incluso para hacer “las compras del mes”.

Claro está, que a la mejora de competitividad para los extranjeros se le sumaron los programas de control de precios internos, que ralentizaron las subas de precios de alimentos, artículos de perfumería e incluso combustibles, entre muchos otros insumos.

Hoy, con el dólar libre rozando $1.000 y el valor MEP arriba de $900, las condiciones están dadas para que los extranjeros sigan llegando. Sobre todo, porque muchos comercios comenzaron a incentivar las ventas cotizando la moneda extranjera en torno a esos valores, sin necesidad de acudir a una “cueva” para cambiar sus divisas a esos valores.

Septiembre fue el sexto mes consecutivo en el que ingresaron más turistas extranjeros que la cantidad de argentinos que salieron del país, pero eso no implica necesariamente un superávit en la balanza comercial del sector.

Según un informe de Ecolatina, el aporte en divisas del turismo (exportación de servicios), descontando 2020 y 2021 (afectados por la pandemia), rozó los USD 5.000 millones promedio en los últimos 10 años (con un pico de casi USD 5.600 millones en 2018), según datos de la Balanza de Pagos que informa Indec.

De esta manera, el sector turístico tiende a ubicarse como el 5° complejo exportador en importancia (promedio 2015-19), detrás del sector Oleaginoso, Cerealero, Automotriz y Servicios Basados en Conocimiento, explicando en promedio 7% del total de las ventas al exterior de bienes y servicios.

No obstante, desde hace más de una década el país tiene un déficit estructural en materia de turismo internacional. “La salida de divisas por el gasto de los turistas argentinos en el exterior suele ser mayor que los ingresos generados por el gasto de turistas extranjeros en el país. El último período de superávit turístico fue entre 2003 y 2010, pero desde 2011 el resultado se revirtió, y desde aquel momento persistió el saldo negativo, acumulando cerca de USD 30.000 millones perdidos”, remarcó Manoukian.

Dentro de esta dinámica se observó un estancamiento en los ingresos y una tendencia creciente de los egresos, que pasaron de cerca de USD 5.000 millones en 2010 a un pico de USD 11.400 millones en 2017, y ya en 2022 volvieron a la zona de los USD 5.500 millones. Así, el turismo tiende a explicar un 35% de la salida de divisas por Servicios, con picos del 45% entre 2016-19.

Esto se refleja sin atenuantes en el deterioro del balance entre el ingreso y el egreso de turistas internacionales. Según el Indec, entre 2010 y 2019 (pre-pandemia) la cantidad de viajeros que llegaron al país por Ezeiza y Aeroparque trepó menos del 3%, mientras que el número de turistas residentes que viajó al exterior saltó 70%, pasando de un superávit anual de 750.000 a un déficit de algo más de 500.000 personas.

En 2023 la tendencia se revirtió, al menos durante los últimos seis meses, con la disparada de la cotización del dólar

Según el Indec, entre enero y agosto aumentó 116% la cantidad de turistas que llegaron desde otros países. También salieron más argentinos al exterior (70,3% de incremento durante los primeros ocho meses en comparación con igual tramo de 2022).

Economistas consultados por Infobae, estimaron que muchos argentinos se ven desincentivados a viajar fuera del país debido a las medidas de desaliento impulsadas por el Gobierno, como la aplicación de impuestos sobre el dólar oficial, lo que se conoce como “dólar turista”.

Sin embargo, para el ministro de Turismo de la Nación, Matías Lammens, el dólar no es la única causa que explica la balanza positiva en la cantidad de turistas. “La llegada de extranjeros hace seis meses que supera las cifras de la prepandemia y vamos a terminar el año con más de 7 millones de viajeros. El fuerte impulso del turismo receptivo y la explosión de turismo interno viene de la mano del PreViaje, que hizo que el sector sea el líder en materia de creación de empleo”, subrayó.

Dicho de otra forma, muchos argentinos eligen viajar por el interior del país en lugar de usar su dinero para tomar unas vacaciones en el exterior.

Ahora bien, ¿el superávit en la cantidad de turistas alcanza para revertir el déficit en la balanza de pagos? Por ahora, la respuesta es “no”. De hecho, desde la vuelta del turismo tras la pandemia, el déficit de la balanza de pagos por servicios trepó de USD 1.300 millones a USD 1.600 millones (último dato publicado al cierre del primer semestre de este año).

“La mayor tendencia a viajar al exterior, junto a la baja respuesta del turismo receptivo al nivel del tipo de cambio real, parecen demostrar que un tipo de cambio real competitivo no es suficiente para aumentar las exportaciones por turismo en el corto plazo, aunque resulta esencial para procurar achicar el déficit turístico”, opinó Manuokian.

Según las estadísticas oficiales, 21,3% de los turistas internacionales que ingresaron a la Argentina fueron de Uruguay, 19,4% de Brasil y 18,9% de Chile.

En cuarto lugar aparece Paraguay, que aportó 7,7% del total, seguido por Estados Unidos 7,4%, Bolivia 3,3%, España 2,5%, Perú 2,4%, Colombia 1,8% y Francia 1,6 por ciento.

Mirando hacia afuera, las salidas al exterior no se concentran principalmente en los países limítrofes. Según el Indec, la mayor parte de los argentinos viajan a Brasil (17,1% de participación en agosto), pero inmediatamente detrás aparece Europa (16,3%). También hay muchos viajes a Paraguay (14,3%) y Uruguay (11,6 por ciento).

Además, desde la empresa Promos Aéreas contaron que las principales búsquedas apuntadas a destinos en el exterior son Miami, Cancún, Punta Cana, Madrid, Barcelona, Roma, Londres y norte de Brasil.