El último informe de inflación del Indec trajo consigo una sorpresa. Las consultoras privadas esperaban para septiembre una desaceleración del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en relación a agosto (12,4%), pero en lugar de eso el índice inflacionario aceleró y marcó un nuevo máximo desde la salida de la convertibilidad (12,7% en el noveno mes del año).
Con esto, Argentina se convirtió en el país con la inflación mensual más alta de América Latina. El ritmo de incremento de precios fue incluso más alto que el de Venezuela, cuyo IPC avanzó un 6% durante el mes pasado.
El escenario de la economía local no tiene ninguna comparación con lo que ocurre en otros países latinoamericanos. En el vecino país de Chile, por ejemplo, la inflación fue de 0,7% en septiembre y en Uruguay avanzó apenas un 0,5%.
Fue menor aún el ritmo de inflación registrado en Colombia (0,5%), México (0,4%), Brasil (0,2%), Paraguay (0,2%), Ecuador (0,04%) y Perú (0,02%).
La diferencia es aún más notoria con Bolivia, donde el IPC indicó una deflación del 0,06% el mes pasado, según las estadísticas publicadas por su gobierno.
La medición anual
En una mirada de más largo plazo, se observa que hay otros países con mayor inflación que Argentina, pero la lista hacia arriba es corta. Sólo hay dos naciones que superan el IPC acumulado argentino en los últimos doce meses.
En la cima aparece Venezuela, que de acuerdo a las mediciones privadas (no hay dato oficial) registró un incremento promedio de precios del 396% entre septiembre de 2022 e igual mes de este año.
El segundo lugar del podio de la “carrera” de precios está fuera de América Latina. Es El Líbano el segundo país con mayor inflación del mundo en el último año. De acuerdo a los datos oficiales presentados por sus organismos de estadísticas, el IPC en el país asiático tuvo un incremento del 229% en el acumulado de los últimos doce meses.
En tercer lugar se encuentra la Argentina, que de acuerdo al último informe publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), acumula una inflación del 138% entre septiembre del año pasado e igual mes de 2023.
Los tres países mencionados (Venezuela, Líbano y Argentina) son los únicos tres con inflación anual de tres dígitos. El cuarto lugar le pertenece a Turquía, que tuvo una inflación del 61% en el período analizado, es decir 77 puntos menos que la registrada dentro de nuestro país.
Si se hace una comparación más arriesgada y se evalúa lo ocurrido en los países desarrollados, se encuentra una diferencia abismal. En Italia, por ejemplo, la inflación de los últimos doce meses alcanzó un 5,3%, mientras que en Francia llegó al 4,9% y en Alemania al 4,5%.
Se debe considerar que los tres países europeos están sufriendo subas de precios particularmente altas en insumos energéticos y alimentarios, producto de la guerra entre Rusia y Ucrania, que impulsaron una suba generalizada de los precios internacionales. De hecho, la economía italiana registró en 2022 una inflación de 8,1%, que para ese país significó el valor más alto desde 1985.
Por tanto, el porcentaje de inflación que en los países desarrollados se considera extremadamente alto, en Argentina es apenas una porción de una inflación mensual.
Además, no se debe ir tan lejos para ver un “mundo paralelo” en materia de precios. Los propios vecinos sudamericanos tienen inflaciones anuales inmensamente más bajas. Sin ir más lejos, Chile y Brasil acumulan una suba de sus IPC del 5,1% y hay países que se encuentran por debajo del 3% anual, como es el caso de Bolivia (2,8%) y Ecuador (2,2%), siempre tomando en cuenta los doce meses comprendidos entre septiembre de 2022 e igual mes de este año.