En otra jornada de furia en el mercado cambiario, en la que el dólar libre se arrimó a los $900 y el CCL retrocedió debido a las nuevas regulaciones oficiales para desalentar operaciones en los canales financieros, la consultora Quantum emitió un informe sobre las distintas formas de calcular cuál sería un tipo de cambio único “de equilibrio” y concluyó que ese cálculo es de hecho imposible.
Básicamente, dice, existen las ópticas de mercado, la del “poder de compra” del dólar y la paridad teórica que surge de los datos monetarios. La única conclusión firme es que un dólar unificado y estable estaría dentro del amplísimo rango actual de dólares de todos tipo, que va desde 350 a la vecindad de los 900 pesos.
Señales múltiples, comportamientos extraños
“Las disparidades entre las cotizaciones de los tipos de cambio representan señales múltiples y generan comportamientos que serían extraños en una economía normal. Esta situación termina imponiendo frenos de distinta intensidad a las actividades y exacerba presiones inflacionarias sobre un contexto que viene acumulando desequilibrios varios”, dice un pasaje del informe.
Refiere además que la incertidumbre sobre el rumbo político y las formas que tendría la regularización cambiaria, sumadas a la expectativas de alta inflación, implican “un debilitamiento mayor de la moneda”, que retroalimenta las presiones sobre los “dólares libres” y las reservas del BCRA.
Ergo, según la consultora fundada por el exsecretario de Finanzas, Daniel Marx, la única certeza es que el peso se seguirá devaluando. En un proceso de regularización cambiaria, explica, el tipo de cambio sería muy distinto al abanico de valores actuales, por varias razones, a saber:
-Las cotizaciones actuales responden a ofertas y demandas asociadas a las reglas de acceso en cada segmento de mercado, pero regularizar implicaría unificar el mercado y dejar esas reglas de lado.
-Cambiaría el marco político, institucional y económico que influye sobre la conducta de los agentes y da lugar a decisiones de oferta y demanda
-La dinámica de la inflación es tal que los niveles de los distintos tipos de cambio deberán ir acomodándose a medida que se avance en la corrección del sistema.
Desde un ángulo de mercado, la actual variedad de dólares y la amplitud de su rango de precios, de $350 a la vecindad de $900, podría sintetizarse en un promedio ponderado por el volumen de cada mercado, ejercicio que arroja un resultado muy impreciso. Así lo dice Quantum: “con frecuentes alteraciones en sus definiciones, incluyendo rubros intermedios, y sus reglas de acceso y precios, es válido pensar que en algún nivel dentro de este amplio rango –a precios de octubre 2023- debería converger un tipo de cambio único.
Si la referencia es la historia, hay que ajustar los datos históricos por inflación para llegar al “Tipo de Cambio Real Multilateral” (utilizando las paridades del peso con las monedas de los socios comerciales de la Argentina); eso arroja para el período 2003-2023 un valor de $411, más de 20% superior al actual dólar oficial, pero la mitad o menos de los valores en que este viernes se movieron los dólares financieros.
Como referencias históricas adicionales, el informe dice que las cotizaciones recientes están por debajo del pico post-salida de la convertibilidad, que a valores de hoy fue de $851 a mediados de 2002, pero iinferior a los $1.500 que tocó el entonces llamado “dólar egro” en pleno “rodrigazo”. Y es superior al promedio del dólar único y libre de la etapa 2016-18, en que el dólar costó en promedio $337 a valores actuales.
Arenas movedizas
La cosa se empioja del todo si se pretende calcular un dólar único con los datos monetarios actuales, algo que no se hace en casi ningún país del mundo, pero es un resabio la convertibilidad y recobró vigencia con la propuesta de dolarización de Javier Milei, el candidato presidencial que ganó las PASO.
Ese cálculo no es posible, dice Quantum, por las dificultades derivadas de las definiciones de activos y pasivos del BCRA. Por caso, observa, las reservas netas son negativas en unos USD 6.000 millones y el activo incluye USD 67.000 millones en “letras intransferibles”, pagadioses que Economía le dio al Central para saquearlo con visos de legalidad.
Hay complicaciones adicionales, como el impacto que determinar el dólar por esta vía tendría sobre la inflación, la situación social y la credibilidad política de quien decida “sostener un tipo de cambio que tiene como base activos no líquidos valuados arbitrariamente”. Este el tipo de cambio de “dolarización” que, según Quantum, en las actuales condiciones es una fantasía.
En definitiva, concluye, la evolución del dólar dependerá de la fortaleza política en la implementación de un plan económico consistente para superar las varias dificultades que se enfrentan”.