Aunque en plena crisis cambiaria en la previa electoral, la relación con el Fondo Monetario parece haber pasado a segundo plano, lo cierto es que la relación con el organismo seguirá siendo uno de los factores más gravitantes para la gestión económica de la próxima administración.
El lunes, en Marruecos, arranca la Asamblea Anual del FMI y el Banco Mundial a la que, con un vínculo deteriorado entre el gobierno y el organismo tras el último desembolso post PASO y las decisiones de mayor gasto para compensar el impacto de la devaluación, el ministro de Economía, Sergio Massa, compenetrado en la campaña y también en las presiones del mercado, no asistirá.
Enviará en su representación al viceministro, Gabriel Rubinstein y acompañado de algunos integrantes de su equipo, quienes de todos modos no tenía hasta el viernes a última hora agendada ninguna reunión paralela, privada, para tratar el caso argentino con los técnicos del Fondo a cargo de la revisión del programa.
Tampoco viajará el principal competidor en las próximas elecciones, el líder de la Libertad Avanza, Javier Milei, quien también enviará un representante. Será Juan Nápoli, el presidente del Banco de Valores y quien encabeza la lista de senadores del espacio libertario, el hombre del entorno de Milei que mayor llegada tiene a los mercados y hombres de las finanzas. Aunque los voceros de Milei no descartan algún encuentro puntual con los funcionarios del Fondo, lo cierto es que Nápoli participará en su doble carácter de banquero y ahora político.
Aunque los voceros de Milei no descartan algún encuentro puntual con los funcionarios del Fondo, lo cierto es que Nápoli participará en su doble carácter de banquero y ahora político
En su caso, tal vez más relevante de lo que ocurra en la sede de la asamblea en la antigua ciudad de Marrakech serán los side events (eventos paralelos) que organizan los diferentes fondos y bancos de inversión.
Previsiblemente, la Argentina no despierta en eventos globales ningún tipo de atracción o interés, pero, aun así, el banquero llevará consigo una lista de contactos para hacer la correspondiente tarea de relacionamiento con ejecutivos de las finanzas internacionales.
No será un ambiente sencillo: la propuesta de dolarización que promueve el libertario es muy mal recibida entre los operadores de Wall Street, y también entre el empresariado local. Sin ir más lejos, durante la semana se conocieron dos duros informes de influyentes entidades internacionales, críticos con el plan.
El primero fue el de Barclays, que advirtió que la dolarización “coordina expectativas inflacionarias”, según escribió el argentino Sebastián Vargas, autor del reporte.
Según dijo, sin una financiación significativa que aporte las divisas necesarias para llevar adelante el plan, el tipo de cambio oficial que permitiría rescatar los pesos es mucho más alto que los actuales niveles de dólar paralelo.
“En la medida en que se advierte que se podría estar gestando un shock inflacionario, se empieza a paralizar la comercialización de bienes por retención de stock o mercadería y los precios se disparan. Esta dinámica se materializaría probablemente de manera anticipatoria de la toma de posesión del nuevo gobierno, lo que plantea problemas de gobernabilidad”, advirtió Barclays.
En la medida en que se advierte que se podría estar gestando un shock inflacionario, se empieza a paralizar la comercialización de bienes (Barclays)
Por su parte, Goldman Sachs destacó la necesidad de “un contexto de política macroeconómica sólida y una política fiscal disciplinada”, lo que advirtió que en la Argentina “no es un hecho”.
Ambos escritos son un reflejo claro y reciente del sentimiento de Wall Street respecto de una posible dolarización, idea que tampoco en el seno del FMI cuaja demasiado bien.
Al tiempo que no viajarán pero tendrán enviados a la ciudad africana, desde Juntos por el Cambio no habrá representación. El candidato a ministro de Economía de Patricia Bullrich, Carlos Melconian, decidió hace semanas no viajar. Tampoco lo hará nadie de su espacio, según confirmaron a Infobae desde su entorno.
“El terremoto complicó todo y con el staff ya venimos hablando. Con los privados, bancos y fondos, los encontramos en Nueva York la semana pasada y también tenemos diálogo. Evaluamos que no era conveniente”, explicaron.
En JxC son conscientes, eventualmente, que también a ellos les cabe las generales de la ley cuando se habla de la Argentina en el mundo de las finanzas globales y que no sería, a pocos días de una primera vuelta definitoria, el momento propicio para buscar la atención de los inversores.