Salió a la venta un departamento que fue hogar del destacado arquitecto Alejandro Virasoro, conocido por su influencia en el Art Decó, un estilo que dejó huella en obras tanto en Buenos Aires como en Mar del Plata. Esta propiedad de tres ambientes se ubica en la prestigiosa zona de La Isla en Recoleta, específicamente en Luis Agote al 2400.
Se trata de un profesional que como pocos supo dejar su influencia en la manera de diseñar y construir. Nacido en 1892 en Buenos Aires, este arquitecto y constructor de prolífica carrera demostró su pasión desde temprana edad al ingresar a la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires con sólo 15 años (se graduó en 1913). Durante su formación, tuvo la oportunidad de aprender de distinguidos profesores como Julio Dormal y Eduardo Le Monnier, quienes también integraron el jurado de su tesis. Sus primeros pasos en el mundo profesional lo llevaron al estudio del arquitecto Arturo Prins, reconocido por su diseño del edificio gótico de la Facultad de Ingeniería, donde compartió su experiencia laboral con el talentoso Mario Palanti (el mismo que hizo el centenario Palacio Barolo).
Virasoro fundó su propio estudio y estableció la empresa constructora “Viribus Unitis,” que significa “Fuerzas Unidas”.Con el tiempo, la empresa creció significativamente, llegando a emplear a 1.500 trabajadores. Lo notable es que en una época en la que tales beneficios eran impensables, Virasoro otorgaba a sus empleados fines de semana libres y proporcionaba comida durante la jornada laboral. Además de su exitosa carrera profesional, formó una familia al casarse con Juana María Basavilbaso, con quien tuvo 8 hijos.
Debido a la crisis económica de 1930, Virasoro se vio obligado a cerrar su empresa y se trasladó a Mar del Plata, donde dejó su huella en la arquitectura doméstica Art Decó. Durante este tiempo, construyó varias obras, incluyendo una casa para él y su familia en la zona de La Perla, así como numerosas tumbas en el Cementerio de la Loma. Posteriormente, regresó a Buenos Aires y continuó su carrera, aunque en esta nueva etapa, se inclinó hacia la arquitectura racionalista, conocida como el “estilo internacional,” alejándose del Art Decó. Finalmente, residió en uno de los edificios que construyó en este período, ubicado en la calle Agote al 2400, donde vivió hasta su fallecimiento en 1978, y que es el inmueble que ahora salió a la venta.
Estableció una estrecha amistad con los arquitectos Andrés Kalnay y José María Peña, a quienes generosamente brindó numerosos planos y dibujos de sus proyectos. En 1969, estos dos arquitectos, junto a José Xavier Martini, rindieron un merecido homenaje a Virasoro al escribir un libro que lo destacaba como el arquitecto pionero en el desarrollo del Art Decó en Argentina.
Rosa Aboy, arquitecta y doctora en Historia, y presidente del Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo (CPAU), dijo a Infobae que “Alejandro Virasoro fue un joven arquitecto que recién ingresado como socio de la Sociedad Central de Arquitectos, desafío a los arquitectos de su tiempo quienes, como Alejandro Christophersen, proyectaban edificios y residencias academicistas. Virasoro es moderno en el sentido de criticar el legado histórico como el mejor lenguaje para dar respuesta a los nuevos desafíos, sus obras pueden enmarcarse dentro de las corrientes de la primera modernidad, cercanas al Art Decó”.
Virasoro desafiaba las tendencias conservadoras en arquitectura en su artículo publicado en la Revista de Arquitectura a la edad de 30 años. En él, cuestionaba a arquitectos y clientes por su adherencia a estilos anacrónicos y abogaba por la adaptación a las posibilidades técnicas de la época, que él creía que conducirían a una nueva estética arquitectónica.
“Destacó la influencia de corrientes contemporáneas en Nueva York, Moscú y París, donde el Art Nouveau estaba dando paso al Art Decó. Valoró las nuevas posibilidades técnicas, como el hormigón armado, para crear una variedad de edificios modernos, incluyendo rascacielos y salas de cine. Su artículo generó controversia y marcó el inicio de una etapa prolífica en su carrera, donde se destacaron obras icónicas”, comentó Aboy.
El profesional ponía en valor las nuevas posibilidades técnicas -sobre todo el empleo de grandes estructuras de hormigón armado- que permitían materializar una multiplicidad de nuevos temas arquitectónicos impuestos por la modernización urbana: los garajes, las salas cinematográficas, las casas de renta, las viviendas para obreros y los rascacielos. Los temas nuevos eran muchos y los jóvenes serían “los únicos que pueden hacer algo por una nueva arquitectura”, aunque, como él mismo reconocía, no siempre están en condiciones de hacerlo.
“Sus obras más destacadas fueron el Edificio para la Compañía Equitativa del Plata, en la esquina de Diagonal Norte y Florida, la Casa del Teatro y teatro Regina, en Avenida Santa Fe 1243, y una serie de casas de renta realizadas entre 1925 y 1930 y también casas individuales y petit hoteles, siempre en estilo Art Decó”, destacó Aboy.
También en CABA sobresalen obras como el Banco El Hogar Argentino, un edificio bancario que generó controversia en su época y que hoy funciona como un anexo del Santander Río y oficinas del Gobierno porteño en Bartolomé Mitre 575. Además, la galería comercial Guido Spano, ubicada en la Avenida Santa Fe 2653.
En Mar del Plata, en la esquina de Almirante Brown y Tucumán, se encuentran cuatro casas de alquiler que datan de entre 1930 y 1950. Dos de estas viviendas son actualmente propiedad del Colegio de Abogados de la ciudad y encapsulan la esencia arquitectónica característica de La Feliz. Estos chalets se distinguen por sus techos de tejas cerámicas, muros de revoque blanco, el empleo de la piedra Mar del Plata y la madera, así como la disposición de volúmenes que dan forma a porches y jardines.
Adicionalmente, en la peatonal San Martín, entre Santiago del Estero y Santa Fe, aún se conservan locales comerciales y casas para alquilar. No obstante, algunas obras arquitectónicas, como las oficinas originales del Correo en la calle Santiago del Estero, lamentablemente han sido demolidas con el paso del tiempo.
Cómo es la propiedad
La vivienda que lleva el sello de Virasoro ha sido completamente renovada por los actuales propietarios y se destaca por su luminosidad. De los 144 m2 totales, 24 corresponden a espacios al aire libre: un balcón terraza con vista a los jardines de la Embajada de Gran Bretaña y un pequeño patio privado, lo que brinda una sensación de amplitud y comodidad.
Aún se mantienen en la vivienda algunos cuadros que el propio arquitecto Virasoro pintó de manera notable
“Dispone de dos dormitorios, más un cuarto de invitados con salida a un segundo patio, tres baños y toilette de recepción (antiguamente habitación de servicio)”, destacó a Infobae Laura Gonzalo, broker residencial que trabaja para la inmobiliaria Bresson.
Está tasado en USD 390.000 y allí se pagan cerca de $130.000 mensuales.
El edificio, con una antigüedad de 70 años, sigue un estilo racionalista con planta baja y 8 pisos entre medianeras.
Su distintivo exterior está completamente revestido con mosaico veneciano gris oscuro, y las barandas cuentan con detalles en planchuela curvada y macizos verticales, un rasgo común en propiedades de esta época y de estos diseñadores.
Gonzalo también destacó que la propiedad es muy luminosa y que su ubicación frente a la embajada británica garantiza vistas despejadas sin edificios altos en el lado opuesto de la acera. “El departamento cuenta con un amplio salón que se conecta a través de un balcón terraza, y la cocina, que incluye una zona de comedor y acceso al patio, está bien equipada con generoso espacio de almacenamiento, algo muy solicitado por los compradores”.
Además, está equipado con aire acondicionado central y sectorizado, toldos y cortinas eléctricas controlados de forma remota, lo que agrega un toque contemporáneo al diseño original de alta calidad.
“Este inmueble es ideal para quienes buscan calidad y comodidad, siendo una opción atractiva para una familia con uno o dos hijos, dado su proximidad a varias escuelas cercanas. Además, su ubicación es estratégica, cercana a las importantes avenidas del Libertador y Las Heras, en la zona conocida como La Isla de Recoleta”, concluyó Gonzalo.