El Gobierno sorprendió al mercado con nuevas trabas para la compra y venta de dólares a través de activos financieros, las operaciones conocidas como contado con liquidación y dólar MEP. La Comisión Nacional de Valores (CNV) amplió el período de tenencia mínima de activos -el parking- regidos por ley extranjera. Afecta a la compra de divisas a través de bonos “Globales”, mientras que deja sin cambios la compra de MEP y liqui a través de títulos ley local o “Bonares”. La medida llega horas después de que la fuerte demanda por dólares llevó al contado con liquidación por encima de los $900 por unidad.
La Resolución General 979 de la CNV publicada esta mañana en el Boletín Oficial es la que fija las nuevas reglas de juego y que forzará a muchas sociedades de Bolsa a cambiar los servicios que ofrecen a sus clientes. Incluso, encuentra de sorpresa a operaciones ya iniciadas con otras reglas, que ahora pasan a quedar sujetas a las nuevas condiciones.
El sentido de la medida, explicaron expertos a Infobae, es tratar de ganar mayor control y capacidad de intervención en el mercado para el Banco Central. Eso es porque las operaciones cambiarias con bonos Ley Nueva York escapan bastante a la capacidad de la autoridad monetaria. En cambio, el Gobierno tiene en cartera buena cantidad de bonos Ley local y al segmentar el mercado considera que puede marcar un precio más bajo en una plaza más reducida. La intervención oficial -ventas de dólares- se va a concentrar en las operaciones con Bonares.
“Cuando la CNV te discrimina el parking entre legislación local y legislación extranjera lo que uno entiende es que está queriendo que la dolarización de carteras se produzca por el canal donde él sí tiene capacidad de fuego”, dijo Gabriel Caamaño de Consultora Ledesma.
“El Gobierno no tiene muchos bonos Globales en cartera, no tiene Cedears, no tiene forma de intervenir en Ledes o ADR’s, pero sí tiene Bonares. Parece querer concentrarse ahí”, dijo.
Al concentrar los cañones en un mercado más segmentado, creen en el Gobierno, pueden tener más impacto sobre el precio de los dólares financieros que en un mercado más amplio. Así, suponen, podrán gastar menos dólares de las reservas en sus intervenciones diarias.
“La operatoria retail no se afecta en nada, porque la mayoría gira alrededor de las operaciones con Bonares como el AL30″ (Sbdar)
El dólar contado con liquidación cerró el jueves a $895, luego de haber terminado el miércoles arriba de los $900 por primera vez en su historia. Ese número surge de las operaciones que se hacen con Cedears, certificados de acciones de empresas extranjeras que no cotizan en el mercado local, y que al tener precios en pesos y dólares permiten hacer operaciones cambiarias. Es uno de los precios más coherentes y menos intervenidos del mercado, por lo que suele ser usado como referencia.
Pero no es el único “liqui” que existe. Puede haber distintos precios según el bono o la acción que se utilice. Por ejemplo, en bonos en los que opera el Banco Central, ayer había cotizaciones de contado con liquidación cerrando el día en torno a los $830 por dólar. Lo mismo con el dólar MEP, que está fuertemente intervenido por la autoridad monetaria pero de una manera muy específica: en el Bonar 2030 y con liquidación en 48 horas.
En las sociedades de Bolsa estaban esta mañana intentando medir el impacto de la medida. Como siempre, cambios en los sistemas y métodos de operación van a ser necesarios, por lo que este viernes podría haber demoras para los usuarios, sobre todo temprano por la mañana. Pero dado que los cambios caen sobre bonos ley extranjera, no se espera que afecten mucho a los inversores más minoristas.
“La operatoria retail no se afecta en nada, porque la mayoría gira alrededor de las operaciones con Bonares como el AL30″, dijo Ariel Sbdar de Cocos Capital.
Desde la CNV explicaron que las medidas se toman “en forma transitoria con el objetivo de mantener una política que permita regular con mayor eficiencia el mercado de capitales y su vínculo con el régimen de cambios”.
El objetivo, dijeron, es el de “reducir la volatilidad de las variables financieras y contener el impacto de las oscilaciones de los flujos financieros sobre el normal funcionamiento de la economía real”.