Los inversores se preparan para otro salto del dólar oficial: la única duda es cuándo sucederá

Los futuros de fin de año ya se ubican por encima de los $ 700. Las apuestas sobre los tiempos de una nueva devaluación están directamente relacionadas con el resultado de las elecciones y si habrá o no ballotage

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Las ventas de más de
Las ventas de más de USD 80 millones del Banco Central no consiguieron aplacar la demanda dolarizadora

La nueva escalada de los dólares financieros estiró la brecha cambiaria a niveles que no se veían desde la pandemia. El contado con liquidación cerró por primera vez arriba de los $ 900 y de esta forma la distancia con el tipo de cambio oficial superó el 150%. Ni siquiera las fuertes ventas de más de USD 80 millones del Banco Central fueron suficientes para ponerle freno a los dólares financieros.

Repasando la historia reciente, se trata de una señal contundente de lo que se viene en el futuro próximo: una fuerte devaluación del tipo de cambio oficial, que seguramente será sustancialmente más alta que el salto del 22% de agosto pasado.

Los futuros del dólar que se operan en el Rofex reflejan con claridad estas expectativas. El contrato para fin de año volvió a subir ayer y ya está en $712. Se trata de un salto superior al 100% respecto a los valores actuales del tipo de cambio mayorista, que Sergio Massa planchó en $350 tras ajustarlo el día después de las PASO.

Esto no necesariamente significa que el ajuste cambiario será de 100% en los próximos meses, pero sí refleja lo que cuesta hoy una cobertura ante un posible salto del tipo de cambio en los próximos tres meses. Otra opción que da vueltas es la del desdoblamiento cambiario, sugerida por ejemplo por Carlos Melconian. Consiste en liberar el tipo de cambio para determinadas operaciones financieros, pero mantenerlo bajo control por algunos meses del próximo gobierno para importación de insumos básicos.

Ya la semana pasada el índice de tipo de cambio real que divulga diariamente el Central mostró que el salto cambiario definido por Massa en agosto había quedado sepultado por la inflación en menos de dos meses. Como el dólar oficial permanecerá congelado como mínimo hasta las elecciones, quedan varias semanas más por delante en las que se profundizará el atraso cambiario.

La pregunta que intentan develar en el mercado no es si habrá una fuerte devaluación, sino más bien cuándo sucederá. Las respuestas pasan mucho más por especulaciones políticas que económicas.

En caso de que Sergio Massa llegue al ballotage, lo más probable es que postergue cualquier definición respecto al ajuste cambiario al menos un mes. Desde el ministerio de Economía aseguran que la intención es volver a un esquema de “crawling peg” para no perderle pisada a la inflación, pero que eso sucedería recién en algún momento de noviembre. Sin embargo, lo más lógico para el candidato presidencial es dejar todo lo más congelado posible al menos hasta el día después de esa definición, que recién llegará el 23 de noviembre.

Los futuros de dólar en el Rofex no paran de subir y para fin de diciembre ya cotizan arriba de los $ 710, es decir más del doble del valor actual del tipo de cambio oficial. Aunque una nueva devaluación se ve inevitable, también hay especulaciones sobre un desdoblamiento cambiario que alivie el impacto en los precios de los alimentos

En cambio, si el ministro de Economía y candidato presidencial no llega al ballotage, ya sea porque sale tercero o porque hay otro ganador en primera vuelta, en ese caso se podrían precipitar los acontecimientos. En ese escenario, lo más probable es que el sinceramiento cambiario ocurra entre fines de octubre y los primeros días de noviembre.

Aunque todos los candidatos consideran que devaluar no es la salida, en realidad los inversores consideran que un sinceramiento cambiario es inevitable, sobre todo teniendo en cuenta el fuerte aumento de la brecha en las últimas dos semanas.

Los temores a los efectos de un fuerte salto cambiario están justificados si se observa lo que ocurrió en agosto. La devaluación post PASO generó un salto de la inflación de igual magnitud en menos de dos meses.

Por lo tanto, es razonable pensar que el ajuste que se viene provocará un sustancial impacto inflacionario. De hecho, ya hay consultoras como Econview que estiman que los índices de diciembre y enero podrían ubicarse en torno al 20% y que para mediados del año próximo la inflación interanual se ubicará en valores cercanos al 300%.

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