“La Bolsa se adelanta”: el caso Argentino

La disociación que suele existir entre Mercado y realidad puede ser explicada en una sola frase: la Bolsa se adelanta. Pero qué significa y por qué es tan importante a la hora de analizar las perspectivas de un país

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Foto de archivo - Logotipo de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Argentina. Mar 26, 2019. REUTERS/Agustin Marcarian
Foto de archivo - Logotipo de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Argentina. Mar 26, 2019. REUTERS/Agustin Marcarian

La disociación que suele existir entre Mercado y realidad puede ser explicada en una sola frase: la Bolsa se adelanta. Pero qué significa y por qué es tan importante a la hora de analizar las perspectivas de un país. Veamos el ejemplo de Argentina.

Si bien la relación entre la realidad económica de una Nación y su Mercado de Valores está íntimamente conectada, a veces tendemos a verla de manera desincronizada. En un intento esotérico por explicar esto, se suele plantear la situación aduciendo que el Mercado se anticipa, ya sea a una devaluación, recuperación económica o incluso a una elección, distanciándose de lo que sucede en el día a día. Y esto es así porque lo que se paga, o deja de pagar, en el Mercado son expectativas más que realidades y la forma más rápida de “apostar” por esas nuevas expectativas es a través de activos financieros.

Los grandes flujos de dinero, principalmente del exterior, suelen aterrizar en primer término en el Mercado de Valores y no en la economía real. Esto surge debido a que en momentos de incertidumbre resulta más rápido, económico y menos riesgoso (en cuanto a la inmovilización de capital) invertir en instrumentos financieros de un país que en el país propiamente dicho, y en caso de necesitar retirarse, aplican las mismas características arriba mencionadas. Si bien es cierto que existen diferentes tipos de inversores, como aquellos que solo buscan rentas financieras en lugar de quienes se centran en proyectos productivos, generalmente quienes llegan primero a escena son los capitales que buscan retornos en el Mercado de Valores.

Argentina es uno de los ejemplos más ilustrativos de esto, no solo en el pasado sino en la actualidad.

Luego de la pandemia, el país ingresó en un proceso inflacionario profundo y ello derivó en un deterioro en todas sus variables económicas. Esto fue generando una situación de inestabilidad cada vez mayor que se llevó consigo a varios ministros.

Y en este escenario, llamó mucho la atención como la Bolsa Argentina comenzó a recuperarse cuando el país parecía no encontrar piso. Esto no es más ni menos que la anticipación de los actores del mercado ante un posible cambio de gobierno y de aire político, junto con cambios en las reglas de juego en cuanto a materia económica y social. Cabe aclarar que lo mismo aplica a momentos de bonanza donde una Nación está en la cresta de la ola y llamativamente su Mercado de Valores comienza a bajar, anticipando una futura crisis que es difícil de apreciar solo mirando la economía real.

Si analizamos el gráfico del índice Merval en USD, vemos que el mínimo fue en el comienzo de la pandemia y la consecuente cuarentena, y desde allí subió un 300% en dólares, incluso fue de las Bolsas que mejor rindió en 2022, un año lastimado por el mercado bajista que azotó a Wall Street. Ahora bien, esto no se condice con la inflación cada vez mayor que experimentó el país desde entonces: 50% en 2021, 94% en 2022 y con una inflación proyectada para 2023 mayor al 120%. En el mismo período, el dólar subió un 900%, pasando de los $80 a $800. Y esto se explica por el apetito de los inversores a posicionarse en activos argentinos que se encontraban en niveles muy por debajo de sus valuaciones promedio históricas y con la apuesta a un cambio de gobierno más cercano al mercado.

Este tipo de situaciones suelen ser demonizadas poniendo al Mercado en contra de la sociedad, manifestando que a la Bolsa le va bien cuando a la gente le va mal y esto es un gran error conceptual ya que la señal que está enviando el Mercado es que las expectativas comienzan a cambiar y esas subas en activos financieros luego se terminan traduciendo en una mejor situación del país. Si bien resulta algo difícil lograr ver dos realidades tan dispares de esta manera, siempre es bueno apuntalarse en la historia para corroborar una teoría tan polémica. Los ejemplos son numerosos, desde crisis mundiales como la del 2008/09 en EEUU hasta el estallido social en Argentina en 2001, en ambos casos la Bolsa comenzó a recuperar terreno mucho antes que lo que dictaba la realidad.

Como conclusión, lo que se intenta transmitir es que la Bolsa de un país suele ser un gran indicador de como irán las cosas a mediano/largo plazo y poder tomar decisiones de inversión en base a ello.

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