Tras la devaluación, los salarios formales subieron menos de la mitad de lo que creció la inflación

El índice Ripte, que mide el Ministerio de Trabajo y refleja la evolución de los ingresos registrados estables, creció 5,9% en agosto, mientras la suba de precios fue del 12,4 por ciento

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La cartera de Trabajo detalló en un comunicado que el aumento consistirá en un incremento de un 9 % con el salario de abril, 4 % en mayo, 4 % en junio, 3 % en julio, 5 % en agosto y 5 % en noviembre de este año, sumando un último tramo, también de 5 %, en febrero de 2022. EFE/Juan Ignacio Roncoroni/Archivo
La cartera de Trabajo detalló en un comunicado que el aumento consistirá en un incremento de un 9 % con el salario de abril, 4 % en mayo, 4 % en junio, 3 % en julio, 5 % en agosto y 5 % en noviembre de este año, sumando un último tramo, también de 5 %, en febrero de 2022. EFE/Juan Ignacio Roncoroni/Archivo

Los salarios registrados estables tuvieron en agosto un aumento de 5,9%, por lo que crecieron menos de la mitad que el ritmo de la inflación de ese mes que fue de 12,4 por ciento tras el impacto que tuvo en los precios la devaluación del tipo de cambio oficial el día después de las elecciones PASO.

Según el índice Ripte, que elabora el Ministerio de Trabajo y que mide cómo se mueven los ingresos del sector del mercado laboral que tiene salarios registrados (públicos o privados) pero que además son trabajadores con estabilidad en el último año, reflejó un primer efecto de las remuneraciones ante el salto cambiario y el fogonazo de la inflación. Medido de manera anual, el Ripte tuvo un crecimiento nominal de 121%, frente a una suba de precios general de 124,4 por ciento.

La cifra que informa el Ripte es una de las variables que inciden en la fórmula que determina los incrementos nominales de jubilaciones y asignaciones universales, que son algunos de los ítems del gasto más relevantes para las cuentas públicas.

El mes anterior el Ripte había registrado un incremento de 7,4% nominal, 1,1 puntos porcentuales por encima del IPC de ese mes. Y julio no había sido el primer mes del año en que el Ripte creciera más que la inflación. En marzo, con una inflación de de 7,7%, el Ripte también había crecido 9,8%, tal como lo hizo en abril. En febrero, por su lado, el Ripte creció 8,4% contra un 6,6% de inflación, y en junio habían ganado 8,1% contra 6 por ciento. Por el contrario, en mayo el Ripte creció 6,2% contra 7,8% de inflación y en enero 3,8% versus 6% de suba de precios.

El Estado tiene distintas maneras para medir la evolución de los salarios en la economía. El Ripte contempla la remuneración promedio sujeta a aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que reciben los trabajadores bajo relación de dependencia y declarados en forma continua durante los últimos 13 meses. Es decir, empleados privados asalariados.

Es, de todas formas, un muestreo menos amplio que el índice de salarios que publica -también con frecuencia mensual- el Indec. En ese informe el organismo estadístico desagrega al mercado laboral entre formal privado y público, por un lado, e informales por otro.

Los salarios sintieron en agosto un primer impacto de la devaluación. AP
Los salarios sintieron en agosto un primer impacto de la devaluación. AP

El propio Ministerio de Trabajo, encargado de medir y publicar el índice Ripte, hizo en su última presentación una aclaración sobre la representatividad de la cifra. “Este indicador fue elaborado como un insumo para determinar la movilidad jubilatoria (uno de los dos indicadores salariales que utiliza el índice de movilidad) pero no necesariamente refleja el comportamiento de los salarios correspondientes al empleo asalariado registrado del sector privado”, indicaron.

“Las características metodológicas del Ripte elaboradas en función de los objetivos que persigue el indicador, plantean un conjunto de definiciones sobre el empleo y los conceptos salariales, que no incluyen a la totalidad del empleo asalariado registrado privado ni a todos los conceptos salariales que perciben”, concluyeron.

Los primeros datos medidos por el Gobierno y por consultoras privadas parecieran mostrar que la actividad económica absorbió la devaluación post PASO sin un efecto en el ritmo de producción, y que incluso agosto podría haber terminado con un leve crecimiento. La información oficial de Indec comenzará a conocerse a partir de esta semana.

El Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI) que depende de la Secretaría de Desarrollo Productivo e Industria indicó que su índice particular de actividad industrial que elabora tomando en consideración el consumo de energía eléctrica de las industrias de acuerdo a la base de datos de Cammesa -la administradora del mercado mayorista- “estima una contracción interanual de 1,6% para agosto, mientras que la actividad respecto a julio crecería 1,3%”, mencionó un informe reciente.

También en referencia a la performance industrial en el mes de la devaluación, un informe de la Fundación FIEL tiene también números positivos para agosto. En su caso, registraron una mejora mensual (en relación a julio) de la actividad fabril de 2,4 por ciento. El número negativo es el interanual: caída de 0,7 por ciento. Y también un retroceso al tomar en consideración los primeros ocho meses del 2023 en comparación con ese mismo lapso de 2022, de 1,1 por ciento.

Por otro lado, un informe de la consultora Orlando J. Ferreres, por su lado, estimó que la actividad económica mejoró 0,4% en agosto en relación a julio y también esa misma cifra en comparación con el mismo mes del año pasado.

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