Tras una jornada en que la presión cambiaria se sintió con fuerza en todas las cotizaciones del dólar, el Banco Central flexibilizó las condiciones para el ingreso de divisas a través del mercado financiero. Mediante una norma que dispuso ayer el directorio de la entidad, las empresas podrán ingresar divisas a través del contado con liquidación (CCL) para capturar la mejor cotización sin que ello las inhabilite, tal como ocurría hasta ahora, para operar en el mercado oficial.
El CCL cerró ayer en $819,52 mientras que el dólar Bolsa cotizó durante toda la jornada en torno a los $700, lo que denota la mayor tensión cambiaria que se desató un mes antes de las elecciones. El dólar informal, en tanto, cerró en $790 y se acerca otra vez a su valor récord tras la devaluación del mes pasado. Esos valores indican un nuevo salto de la brecha cambiaria, que supera ahora el 125% y lo que supone una mayor presión devaluatoria en medio del delicado contexto financiero.
Con la flexibilización dispuesta, el BCRA apunta a incrementar la oferta en el segmento financiero para lograr por esa vía reducir el diferencial con el tipo de cambio oficial, de $350 fijada el lunes 14 de agosto.
“El Banco Central de la República Argentina (BCRA) amplió hoy las opciones de pago de deuda financiera y la concreción de aportes de capital de empresas importadoras, sin que esto perjudique o limite su acceso al mercado de cambio para realizar operaciones de comercio exterior”, informó la autoridad monetaria mediante un comunicado en el que agregó que las empresas podrán concretar aportes de capital o ingresar al país deuda financiera a través del mercado de capitales siempre y cuando el repago de esas liquidaciones de divisas también se realice a través del mercado de capitales.
Según se detalló que la norma abarcará a la liquidación de bonos, obligaciones negociables y repatriaciones de capital y rentas asociadas a las inversiones directas que ingresen a partir de octubre.
“Las empresas que usen esta forma de ingreso deberán hacerlo con la condición de que los pagos de capital o el repago de los aportes sean como mínimo a un año de plazo y, en el caso de ON (Obligaciones Negociables) colocadas en el mercado local, tengan dos años de gracia”, detalló el Central. “En estos casos, no habrá incompatibilidad para acceder al mercado de cambio para concretar operaciones de comercio exterior”, completó el organismo monetario.
Mientras algunos analistas presumen ver en la nueva norma una posibilidad de un eventual desdoblamiento cambiario, en el que cada vez mayor cantidad de operaciones de la economía se podrían cursar libremente por el canal financiero, el consenso generalizado es que el foco es reducir la creciente brecha cambiaria. “La medida es para el flujo futuro, no para el stock, que es lo que implicaría un desdoblamiento”, afirmaron en el Central.
“El Gobierno tiene el objetivo principal de no hacer ningún salto cambiario adicional y contener la brecha. Ya usaron de todo para conseguirlo, el dólar soja, dólar agro, ahora dólar Vaca Muerta pero las reservas no suben”, afirmó el jefe de Estrategia de Cohen, Martín Polo. “Toman esta medida para que no le escape tanto la brecha, cueste lo que cueste. Aunque hay que tener en cuenta que lo que mira el mercado sigue siendo el dólar oficial y con una brecha por encima de 100%, las expectativas de devaluación siguen siendo un disciplinador muy fuerte”, se explayó Polo.
A partir de la vigencia de la medida, entonces, las compañías podrán hacer rendir más del doble sus divisas lo que se espera ayudaría a enfriar las cotizaciones financieras y, a la vez, restarle presión al Banco Central sobre las necesidades de intervención que, en los últimos días, promedian más de USD 60 millones diarios según analistas privados.